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Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Salmos 49


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.
2 Oigan esto, todos los pueblos;

escuchen, todos los habitantes del mundo:

2 ¡Oídlo, pueblos todos,
escuchad, habitantes todos de la tierra,
3 tanto los humildes como los poderosos,

el rico lo mismo que el pobre.

3 hijos de Adán, así como hijos de hombre,
ricos y pobres a la vez!
4 Mi boca hablará sabiamente,

mis reflexiones serán muy sensatas.

4 Mi boca va a decir sabiduría,
y cordura el murmullo de mi corazón;
5 Voy a inspirarme para componer un proverbio,

revelaré mi enigma al son de la cítara.

5 tiendo mi oído a un proverbio,
al son de cítara descubriré mi enigma.
6 ¿Por qué voy a temer en los momentos de peligro,

cuando me rodea la maldad de mis opresores,

6 ¿Por qué temer en días de desgracia
cuando me cerca la malicia de los que me hostigan,
7 de esos que confían en sus riquezas

y se jactan de su gran fortuna?

7 los que ponen su confianza en su fortuna,
y se glorían de su gran riqueza?
8 No, nadie puede rescatarse a sí mismo

ni pagar a Dios el precio de su liberación,

8 ¡Si nadie puede redimirse
ni pagar a Dios por su rescate!;
9 el precio de su rescate es demasiado caro,

y todos desaparecerán para siempre.

9 es muy cara la redención de su alma,
y siempre faltará,
10 para poder seguir viviendo eternamente

sin llegar a ver el sepulcro:

10 para que viva aún y nunca vea la fosa.
11 Cualquiera ve que mueren los sabios,

necios e ignorantes perecen por igual,

y dejan a otros sus riquezas:

11 Se ve, en cambio, fenecer a los sabios,
perecer a la par necio y estúpido,
y dejar para otros sus riquezas.
12 la tumba es su residencia perpetua,

su morada por los siglos de los siglos,

por más que hayan poseído muchas tierras.

12 Sus tumbas son sus casas para siempre,
sus moradas de edad en edad;
¡y a sus tierras habían puesto sus nombres!
13 Ningún hombre permanece en la opulencia,

sino que muere lo mismo que los animales:

13 El hombre en la opulencia no comprende,
a las bestias mudas se asemeja.
14 este es el destino de los que tienen riquezas,

y el final de la gente insaciable.

14 Así andan ellos, seguros de sí mismos,
y llegan al final, contentos de su suerte. Pausa.
15 Serán puestos como ovejas en el Abismo,

la Muerte será su pastor;

bajarán derecho a la tumba,

su figura se desvanecerá

y el Abismo será su mansión.

15 Como ovejas son llevados al seol,
los pastorea la Muerte,
y los rectos dominarán sobre ellos.
Por la mañana se desgasta su imagen,
¡el seol será su residencia!
16 Pero Dios rescatará mi vida,

me sacará de las garras del Abismo.

16 Pero Dios rescatará mi alma,
de las garras del seol me cobrará.
17 No te preocupes cuando un hombre se enriquece

o aumenta el esplendor de su casa:

17 No temas cuando el hombre se enriquece,
cuando crece el boato de su casa.
18 cuando muera, no podrá llevarse nada,

su esplendor no bajará con él.

18 Que a su muerte, nada ha de llevarse,
su boato no bajará con él.
19 Aunque en vida se congratulaba, diciendo:

«Te alabarán porque lo pasas bien»,

19 Aunque en vida se bendecía a sí mismo
- te alaban, porque te has tratado bien -,
20 igual irá a reunirse con sus antepasados,

con esos que nunca verán la luz.

20 irá a unirse a la estirpe de sus padres,
que nunca ya verán la luz.
21 El hombre rico no reflexiona,

y muere lo mismo que los animales.
21 El hombre en la opulencia no comprende,
a las bestias mudas se asemeja.