Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Job 19


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Job respondió, diciendo:1 Job tomó la palabra y dijo:
2 ¿Hasta cuándo me va a afligir y me van a torturar con sus palabras?2 ¿Hasta cuándo afligiréis mi alma y a palabras me acribillaréis?
3 Ya es la décima vez que me ultrajan, que me maltratan desvergonzadamente.3 Ya me habéis insultado por diez veces, me habéis zarandeado sin reparo.
4 Aunque fuera verdad que cometí un error, mi error me concierne sólo a mí.4 Aunque de hecho hubiese errado, en mí solo quedaría mi yerro.
5 Ustedes se envalentonan contra mí y me imputan mi ignominia:5 Si es que aún queréis triunfar de mí y mi oprobio reprocharme,
6 pero sepan que es Dios el que me agravia y que él me ha envuelto en su red.6 sabed ya que es Dios quien me hace entuerto, y el que en su red me envuelve.
7 Si grito: «¡Violencia!», no tengo respuesta; si pido auxilio, no se hace justicia.7 Si grito: ¡Violencia!, no obtengo respuesta; por más que apelo, no hay justicia.
8 El cercó mi camino y no puedo pasar; cubrió de tinieblas mi sendero.8 El ha vallado mi ruta para que yo no pase, ha cubierto mis senderos de tinieblas.
9 Me ha despojado de mi honor y quitó la corona de mi cabeza.9 Me ha despojado de mi gloria, ha arrancado la corona de mi frente.
10 Me demolió por completo, y ya me voy; arrancó, como un árbol, mi esperanza.10 Por todas partes me mina y desaparezco, arranca como un árbol mi esperanza.
11 Encendió su indignación contra mí y me trató como a su enemigo.11 Enciende su ira contra mí, me considera su enemigo.
12 Sus escuadrones llegaron en tropel, se abrieron camino hasta mí y acamparon alrededor de mi carpa.12 En masa sus huestes han llegado, su marcha de asalto han abierto contra mí, han puesto cerco a mi tienda.
13 Mis hermanos se alejaron de mí y soy un extraño para mis amigos.13 A mis hermanos ha alejado de mí, mis conocidos tratan de esquivarme.
14 Desaparecieron mis allegados y familiares, me olvidaron14 Parientes y deudos ya no tengo, los huéspedes de mi casa me olvidaron.
15 los huéspedes de mi casa. Mis servidoras me consideran un extraño, me he convertido en un intruso para ellas.15 Por un extraño me tienen mis criadas, soy a sus ojos un desconocido.
16 Llamo a mi servidor, y no responde, aunque se lo pida por favor.16 Llamo a mi criado y no responde, aunque le implore con mi propia boca.
17 Mi mujer siente asco de mi aliento, soy repugnante para los hijos de mis entrañas.17 Mi aliento repele a mi mujer, fétido soy para los hijos de mi vientre.
18 Hasta los niños pequeños me desprecian: cuando me levanto, se burlan de mí.18 Hasta los chiquillos me desprecian, si me levanto, me hacen burla.
19 Mis amigos íntimos me abominan, los que yo amaba se vuelven contra mí.19 Tienen horror de mí todos mis íntimos, los que yo más amaba se han vuelto contra mí.
20 Los huesos se me pegan a la piel y se me desprenden los dientes de las envías.20 Bajo mi piel mi carne cae podrida, mis huesos se desnudan como dientes.
21 ¡Apiádense, apiádense de mí, amigos míos, porque me ha herido la mano de Dios!21 ¡Piedad, piedad de mí, vosotros mis amigos, que es la mano de Dios la que me ha herido!
22 ¿Por qué ustedes me persiguen como Dios y no terminan de saciarse con mi carne?22 ¿Por qué os cebáis en mí como hace Dios, y no os sentís ya ahítos de mi carne?
23 ¡Ah, si se escribieran mis palabras y se las grabara en el bronce;23 ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá en monumento se grabaran,
24 si con un punzón de hierro y plomo fueran esculpidas en la roca para siempre!24 y con punzón de hierro y buril, para siempre en la roca se esculpieran!
25 Porque yo sé que mi Redentor vive y que él, el último, se alzará sobre el polvo25 Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo.
26 Y después que me arranquen esta piel, yo, con mi propia carne, veré a Dios.26 Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios.
27 Sí, yo mismo lo veré, lo contemplarán mis ojos, no los de un extraño. ¡Mi corazón se deshace en mi pecho!27 Yo, sí, yo mismo le veré, mis ojos le mirarán, no ningún otro. ¡Dentro de mí languidecen mis entrañas!
28 Si ustedes dicen: «¿Cómo lo perseguiremos y qué pretexto encontraremos para procesarlo?»,28 Y si vosotros decís: «¿Cómo atraparle, qué pretexto hallaremos contra él?»,
29 teman que la espada los hiera a ustedes mismos, porque esas son culpas dignas de la espada: y entonces sabrán que hay un juez.29 temed la espada por vosotros mismos, pues la ira se encenderá contra las culpas y sabréis que hay un juicio.