Scrutatio

Giovedi, 2 maggio 2024 - Sant´ Atanasio ( Letture di oggi)

Marcos 1


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.1 Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
2 Conforme está escrito en Isaías el profeta: Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino.2 Como está escrito en el libro del profeta Isaías: "Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
3 Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas,3 Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos",
4 apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados.4 así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.5 Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
6 Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre.6 Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:
7 Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias.7 «Detrás de mi vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias.
8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».8 Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo».
9 Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.9 En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.
10 En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él.10 Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma;
11 Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».11 y una voz desde el cielo dijo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección».
12 A continuación, el Espíritu le empuja al desierto,12 En seguida el Espíritu lo llevó al desierto,
13 y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.13 donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:14 Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:
15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva».15 «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia». Los primeros discípulos
16 Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores.16 Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.
17 Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres».17 Jesús les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres».
18 Al instante, dejando las redes, le siguieron.18 Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
19 Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes;19 Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó,
20 y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.20 y con ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
21 Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.21 Entraron en Cafarnaúm, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.
22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.22 Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:23 Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar;
24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios».24 «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios».
25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él».25 Pero Jesús lo increpó, diciendo: «Cállate y sal de este hombre».
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.26 El espíritu impuro lo sacudió violentamente, y dando un alarido, salió de ese hombre.
27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen».27 Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!».
28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.28 Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
29 Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.29 Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella.30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato.
31 Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.31 El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos.
32 Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados;32 Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados,
33 la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.33 y la ciudad entera se reunió delante de la puerta.
34 Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.34 Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él.
35 De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración.35 Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.
36 Simón y sus compañeros fueron en su busca;36 Simón salió a buscarlo con sus compañeros,
37 al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan».37 y cuando lo encontraron, le dijeron: «Todos te andan buscando».
38 El les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido».38 El les respondió: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido».
39 Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.39 Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios
40 Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme».40 Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: «Si quieres, puedes purificarme».
41 Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio».41 Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado».
42 Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio.42 En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.
43 Le despidió al instante prohibiéndole severamente:43 Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente:
44 «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio».44 «No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio».
45 Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.45 Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos, Y acudían a él de todas partes.