Scrutatio

Martedi, 30 aprile 2024 - San Pio V ( Letture di oggi)

Hebreos 10


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 No conteniendo, en efecto, la Ley más que una sombra de los bienes futuros, no la realidad de las cosas, no puede nunca, mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, dar la perfección a los que se acercan.1 La Ley, en efecto –al no tener más que la sombra de los bienes futuros y no la misma realidad de las cosas– con los sacrificios repetidos año tras año en forma ininterrumpida, es incapaz de perfeccionar a aquellos que se acercan a Dios.
2 De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecerlos, al no tener ya conciencia de pecado los que ofrecen ese culto, una vez purificados?2 De lo contrario, no se hubieran ofrecido más esos sacrificios, porque los que participan de ellos, al quedar purificados una vez para siempre, ya no tendrían conciencia de ningún pecado.
3 Al contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los pecados,3 En cambio, estos sacrificios renuevan cada año el recuerdo del pecado,
4 pues es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre pecados.4 porque es imposible que la sangre de toros y chivos quite los pecados.
5 Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo.5 Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo: "Tú no has querido sacrificio ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo.
6 Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron.6 No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expiatorios.
7 Entonces dije: ¡He aquí que vengo - pues de mí está escrito en el rollo del libro - a hacer, oh Dios, tu voluntad!7 Entonces dije: Aquí estoy, yo vengo –como está escrito de mí en el libro de la Ley– para hacer, Dios, tu voluntad".
8 Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron - cosas todas ofrecidas conforme a la Ley -8 El comienza diciendo: "Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios", a pesar de que están prescritos por la Ley.
9 entonces - añade -: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Abroga lo primero para establecer el segundo.9 Y luego añade: "Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad". Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo.
10 Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo.10 Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.
11 Y, ciertamente, todo sacerdote está en pie, día tras día, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar pecados.11 Cada sacerdote se presenta diariamente para cumplir su ministerio y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios, que son totalmente ineficaces para quitar el pecado.
12 El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre,12 Cristo, en cambio, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se sentó para siempre a la derecha de Dios,
13 esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos por escabel de sus pies.13 donde espera que sus enemigos sean puestos debajo de sus pies.
14 En efecto, mediante una sola oblación ha llevado a la perfección para siempre a los santificados.14 Y así, mediante una sola oblación, él ha perfeccionado para siempre a los que santifica.
15 También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Porque, después de haber dicho:15 El Espíritu Santo atestigua todo esto, porque después de haber anunciado:
16 Esta es la Alianza que pactaré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las grabaré,16 "Esta es la Alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Yo pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su conciencia,
17 añade: Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya.17 y no me acordaré más de sus pecados ni de sus iniquidades".
18 Ahora bien, donde hay remisión de estas cosas, ya no hay más oblación por el pecado.18 Y si los pecados están perdonados, ya no hay necesidad de ofrecer por ellos ninguna oblación.
19 Teniendo, pues, hermanos, plena seguridad para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús,19 Por lo tanto, hermanos, tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús,
20 por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través del velo, es decir, de su propia carne,20 siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne.
21 y con un Sumo Sacerdote al frente de la casa de Dios,21 También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios.
22 acerquémonos con sincero corazón , en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavados los cuerpos con agua pura.22 Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura.
23 Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa.23 Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel.
24 Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras,24 Velemos los unos por los otros, para estimularnos en el amor y en las buenas obras.
25 sin abandonar vuestra propia asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándoos: tanto más, cuanto que veis que se acerca ya el Día.25 No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el día.
26 Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados,26 Porque si después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, pecamos deliberadamente, ya no hay más sacrificio por los pecados.
27 sino la terrible espera del juicio y la furia del fuego pronto a devorar a los rebeldes.27 Sólo resta esperar con terror el juicio y el fuego ardiente que consumirá a los rebeldes.
28 Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a muerte sin compasión, por la declaración de dos o tres testigos.28 El que viola la Ley de Moisés, es condenado a muerte irremisiblemente por el testimonio de dos o tres testigos.
29 ¿Cuánto más grave castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y tuvo como profana la sangre de la Alianza que le santificó, y ultrajó al Espíritu de la gracia?29 Piensen, entonces, qué castigo merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, el que profanó la sangre de la Alianza con la cual fue santificado y ultrajó al Espíritu de la gracia.
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo.30 Porque nosotros conocemos a aquel que ha dicho: La venganza me pertenece y yo daré la retribución. Y además: El Señor juzgará a su pueblo.
31 ¡Es tremendo caer en la manos de Dios vivo!31 ¡Verdaderamente es algo terrible caer en las manos del Dios viviente!
32 Traed a la memoria los días pasados, en que después de ser iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate,32 Recuerden los primeros tiempos: apenas habían sido iluminados y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso combate,
33 unas veces expuestos públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras, haciéndoos solidarios de los que así eran tratados.33 unas veces expuestos públicamente a injurias y atropellos, y otras, solidarizándose con los que eran tratados de esa manera.
34 Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una riqueza mejor y más duradera.34 Ustedes compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían una riqueza mejor y permanente.
35 No perdáis ahora vuestra confianza, que lleva consigo una gran recompensa.35 No pierdan entonces la confianza, a la que está reservada una gran recompensa.
36 Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido.36 Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa.
37 Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza.37 Porque todavía falta un poco, muy poco tiempo, y el que debe venir vendrá sin tardar.
38 Mi justo vivirá por la fe; mas si es cobarde, mi alma no se complacerá en él.38 El justo vivirá por la fe, pero si se vuelve atrás, dejaré de amarlo.
39 Pero nosotros no somos cobardes para perdición, sino creyentes para salvación del alma.39 Nosotros no somos de los que se vuelven atrás para su perdición, sino que vivimos en la fe para preservar nuestra alma.