Scrutatio

Mercoledi, 1 maggio 2024 - San Giuseppe Lavoratore ( Letture di oggi)

Sabiduría 9


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 «Dios de los Padres, Señor de la misericordia, que hiciste el universo con tu palabra,
1 «Dios de los Padres y Señor misericordioso, que hiciste todas las cosas con tu palabra,
2 y con tu Sabiduría formaste al hombre para que dominase sobre los seres por ti creados,
2 y con tu Sabiduría formaste al hombre, para que dominara a los seres que tú creaste,
3 administrase el mundo con santidad y justicia y juzgase con rectitud de espíritu,
3 para que gobernara el mundo con santidad y justicia e hiciera justicia con rectitud de espíritu:
4 dame la Sabiduría, que se sienta junto a tu trono, y no me excluyas del número de tus hijos.
4 dame la Sabiduría, que comparte tu trono, y no me excluyas del número de tus hijos.
5 Que soy un siervo tuyo, hijo de tu sierva, un hombre débil y de vida efímera, poco apto para entender la justicia y las leyes.
5 Porque yo soy tu servidor y el hijo de tu servidora, un hombre débil y de vida efímera, de poca capacidad para comprender el derecho y las leyes;
6 Pues, aunque uno sea perfecto entre los hijos de los hombres, si le falta la Sabiduría que de ti procede, en nada será tenido.
6 y aunque alguien sea perfecto entre los hombres, sin la Sabiduría que proviene de ti, será tenido por nada.
7 Tú me elegiste como rey de tu pueblo, como juez de tus hijos y tus hijas;
7 Tú me preferiste para que fuera rey de tu pueblo y juez de tus hijos y de tus hijas.
8 tú me ordenaste edificar un santuario en tu monte santo y un altar en la ciudad donde habitas, imitación de la Tienda santa que habías preparado desde el principio.
8 Tú me ordenaste construir un Templo sobre tu santa montaña y un altar en la ciudad donde habitas, réplica del santo Tabernáculo que habías preparado desde el principio.
9 Contigo está la Sabiduría que conoce tus obras, que estaba presente cuando hacías el mundo, que sabe lo que es agradable a tus ojos, y lo que es conforme a tus mandamientos.
9 Contigo está la Sabiduría, que conoce tus obras y que estaba presente cuando tú hacías el mundo; ella sabe lo que es agradable a tus ojos y lo que es conforme a tus mandamientos.
10 Envíala de los cielos santos, mándala de tu trono de gloria para que a mi lado participe en mis trabajos y sepa yo lo que te es agradable,
10 Envíala desde los santos cielos, mándala desde tu trono glorioso, para que ella trabaje a mi lado y yo conozca lo que es de tu agrado:
11 pues ella todo lo sabe y entiende. Ella me guiará prudentemente en mis empresas y me protegerá con su gloria.
11 así ella, que lo sabe y lo comprende todo, me guiará atinadamente en mis empresas y me protegerá con su gloria.
12 Entonces mis obras serán aceptables, juzgaré a tu pueblo con justicia y seré digno del trono de mi padre.
12 Entonces, mis obras te agradarán, yo gobernaré a tu pueblo con justicia y seré digno del trono de mi padre.
13 ¿Qué hombre, en efecto, podrá conocer la voluntad de Dios? ¿Quién hacerse idea de lo que el Señor quiere?
13 ¿Qué hombre puede conocer los designios de Dios o hacerse una idea de lo que quiere el Señor?
14 Los pensamientos de los mortales son tímidos e inseguras nuestras ideas,
14 Los pensamientos de los mortales son indecisos y sus reflexiones, precarias,
15 pues un cuerpo corruptible agobia el alma y esta tienda de tierra abruma el espíritu lleno de preocupaciones.
15 porque un cuerpo corruptible pesa sobre el alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones.
16 Trabajosamente conjeturamos lo que hay sobre la tierra y con fatiga hallamos lo que está a nuestro alcance; ¿quién, entonces, ha rastreado lo que está en los cielos?
16 Nos cuesta conjeturar lo que hay sobre la tierra, y lo que está a nuestro alcance lo descubrimos con el esfuerzo; pero ¿quién ha explorado lo que está en el cielo?
17 Y ¿quién habría conocido tu voluntad, si tú no le hubieses dado la Sabiduría y no le hubieses enviado de lo alto tu espíritu santo?
17 ¿Y quién habría conocido tu voluntad si tú mismo no hubieras dado la Sabiduría y enviado desde lo alto tu santo espíritu?
18 Sólo así se enderezaron los caminos de los moradores de la tierra, así aprendieron los hombres lo que a ti te agrada y gracias a la Sabiduría se salvaron».
18 Así se enderezaron los caminos de los que están sobre la tierra, así aprendieron los hombres lo que te agrada y, por la Sabiduría, fueron salvados».