Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Eclesiastés/Qohelet 3


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:
1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
2 Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir; su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado.
2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
3 Su tiempo el matar, y su tiempo el sanar; su tiempo el destruir, y su tiempo el edificar.
3 un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
4 Su tiempo el llorar, y su tiempo el reír; su tiempo el lamentarse, y su tiempo el danzar.
4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
5 Su tiempo el lanzar piedras, y su tiempo el recogerlas; su tiempo el abrazarse, y su tiempo el separarse.
5 un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
6 Su tiempo el buscar, y su tiempo el perder; su tiempo el guardar, y su tiempo el tirar.
6 un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
7 Su tiempo el rasgar, y su tiempo el coser; su tiempo el callar, y su tiempo el hablar.
7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
8 Su tiempo el amar, y su tiempo el odiar; su tiempo la guerra, y su tiempo la paz.
8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
9 ¿Qué gana el que trabaja con fatiga?
9 ¿Qué provecho obtiene el trabajador con su esfuerzo?
10 He considerado la tarea que Dios ha puesto a los humanos para que en ella se ocupen.
10 Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella.
11 El ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo; también ha puesto el mundo en sus corazones, sin que el hombre llegue a descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin.
11 El hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin.
12 Comprendo que no hay para el hombre más felicidad que alegrarse y buscar el bienestar en su vida.
12 Yo comprendí que lo único bueno para el hombre es alegrarse y buscar el bienestar en la vida.
13 Y que todo hombre coma y beba y disfrute bien en medio de sus fatigas, eso es don de Dios.
13 Después de todo, que un hombre coma y beba y goce del bienestar con su esfuerzo, eso es un don de Dios.
14 Comprendo que cuanto Dios hace es duradero. Nada hay que añadir ni nada que quitar. Y así hace Dios que se le tema.
14 Yo reconocí que todo lo que hace Dios dura para siempre: no hay que añadirle ni quitarle nada, y Dios obra así para que se tenga temor en su presencia.
15 Lo que es, ya antes fue; lo que será, ya es. Y Dios restaura lo pasado.
15 Lo que es, ya fue antes, lo que ha de ser, ya existió, y Dios va en busca de lo que es fugaz.
16 Todavía más he visto bajo el sol: en la sede del derecho, allí está la iniquidad; y en el sitial del justo, allí el impío.
16 Yo he visto algo más bajo el sol: en lugar del derecho, la maldad y en lugar de la justicia, la iniquidad.
17 Dije en mi corazón: Dios juzgará al justo y al impío, pues allí hay un tiempo para cada cosa y para toda obra.
17 Entonces me dije a mí mismo: Dios juzgará al justo y al malvado, porque allá hay un tiempo para cada cosa y para cada acción.
18 Dije también en mi corazón acerca de la conducta de los humanos: sucede así para que Dios los pruebe y les demuestre que son como bestias.
18 Yo pensé acerca de los hombres: si Dios los prueba, es para que vean que no se distinguen de los animales.
19 Porque el hombre y la bestia tienen la misma suerte: muere el uno como la otra; y ambos tienen el mismo aliento de vida. En nada aventaja el hombre a la bestia, pues todo es vanidad.
19 Porque los hombres y los animales tienen todos la misma suerte: como mueren unos, mueren también los otros. Todos tienen el mismo aliento vital y el hombre no es superior a las bestias, porque todo es vanidad.
20 Todos caminan hacia una misma meta; todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo.
20 Todos van hacia el mismo lugar; todo viene del polvo y todo retorna al polvo.
21 ¿Quién sabe si el aliento de vida de los humanos asciende hacia arriba y si el aliento de vida de la bestia desciende hacia abajo, a la tierra?
21 ¿Quién sabe si el aliento del hombre sube hacia lo alto, y si el aliento del animal baja a lo profundo de la tierra?
22 Veo que no hay para el hombre nada mejor que gozarse en sus obras, pues esa es su paga. Pero ¿quién le guiará a contemplar lo que ha de suceder después de él?
22 Por eso, yo vi que lo único bueno para el hombre es alegrarse de sus obras, ya que esta es su parte: ¿Quién, en efecto, lo llevará a ver lo que habrá después de él?