Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

Eclesiastés/Qohelet 12


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1Acuérdate de tu Creador en tus días mozos, mientras no vengan los días malos, y se echen encima años en que dirás: «No me agradan»;
2mientras no se nublen el sol y la luz, la luna y las estrellas, y retornen las nubles tras la lluvia;
3cuando tiemblen los guardas de palacio y se doblen los guerreros, se paren las moledoras, por quedar pocas, se queden a oscuras las que miran por las ventanas,
4y se cierren las puertas de la calle, ahogándose el son del molino; cundo uno se levante al canto del pájaro, y se enmudezcan todas las canciones.
5También la altura da recelo, y hay sustos en el camino, florece el almendro, está grávida la langosta, y pierde su sabor la alcaparra; y es que el hombre se va a su eterna morada, y circulan por la calle los del duelo;
6mientras no se quiebre la hebra de plata, se rompa la bolita de oro, se haga añicos el cántaro contra la fuente, se caiga la polea dentro del pozo,
7vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio.
8¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -: ¡todo vanidad!
9Cohélet, a más de ser un sabio, enseñó doctrina al pueblo. Ponderó e investigó, compuso muchos proberbios.
10Cohélet trabajó mucho en inventar frases felices, y escribir bien sentencias verídicas.
11Las palabras de los sabios son como aguijadas, o como estacas hincadas, puertas por un pastor para controlar el rebaño.
12Lo que de ellas se saca, hijo mío, es ilustrarse. Componer muchos libros es nunca acabar, y estudiar demasiado daña la salud.
13Basta de palabras. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, que eso es ser hombre cabal.
14Porque toda obra la emplazará Dios a juicio, también todo lo oculto, a ver si es bueno o malo.