Salmos 50

EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS	BIBLIA
1 Salmo de Asaf. El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso.	1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
2 Dios resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura:	2 Cuando el profeta Natán le visitó después que aquél se había unido a Betsabé.
3 ya viene nuestro Dios, y no callará; un fuego devorador lo precede, la tempestad ruge a su alrededor.	3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
4 El llama desde lo alto al cielo y a la tierra, para entablar un juicio contra su pueblo:	4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
5 «Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi alianza con un sacrificio».	5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
6 ¡Que el cielo proclame su justicia, porque Dios es el único Juez!	6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
7 «Escucha, pueblo mío, yo te hablo; Israel, voy a alegar contra ti: yo soy el Señor, tu Dios.	7 Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.
8 No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!	8 Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me enseñas la subiduría.
9 Pero yo no necesito los novillos de tu casa ni los cabritos de tus corrales.	9 Rocíame con el hisopo, y seré limpio, lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
10 Porque son mías todas las fieras de la selva, y también el ganado de las montañas más altas.	10 Devuélveme el son del gozo y la alegría, exulten los huesos que machacaste tú.
11 Yo conozco los pájaros de los montes y tengo ante mí todos los animales del campo.	11 Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.
12 Si tuviera hambre, no te diría, porque es mío el mundo y todo lo que hay en él.	12 Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva;
13 ¿Acaso voy a comer la carne de los toros o a beber la sangre de los cabritos?	13 no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.
14 Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo;	14 Vuélveme la alegría de tu salvación, y en espíritu generoso afiánzame;
15 invócame en los momentos de peligro: yo te libraré, y tú me glorificarás».	15 enseñaré a los rebeldes tus caminos, y los pecadores volverán a ti.
16 Dios dice al malvado: «¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos y a mencionar mi alianza con tu boca,	16 Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará mi lengua tu justicia;
17 tú, que aborreces toda enseñanza y te despreocupas de mis palabras?	17 abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
18 Si ves a un ladrón, tratas de emularlo; haces causa común con los adúlteros;	18 Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
19 hablas mal sin ningún reparo y tramas engaños con tu lengua;	19 El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.
20 te sientas a conversar contra tu hermano, deshonras al hijo de tu propia madre.	20 ¡Favorece a Sión en tu benevolencia, reconstruye las murallas de Jerusalén!
21 Haces esto, ¿y yo me voy a callar? ¿Piensas acaso que soy como tú? Te acusaré y te argüiré cara a cara,	21 Entonces te agradarán los sacrificios justos, - holocausto y oblación entera - se ofrecerán entonces sobre tu altar novillos.
22 Entiendan bien esto, los que olvidan a Dios, no sea que yo los destruya sin remedio.	22 «¡Entended esto bien los que olvidáis a Dios, no sea que yo arrebate y no haya quien libre!
23 El que ofrece sacrificios de alabanza me honra de verdad; y al que va por el buen camino le haré gustar la salvación de Dios».	23 El que ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré la salvación de Dios». SALMOS Cap.51