Scrutatio

Martedi, 28 maggio 2024 - Santi Emilio, Felice, Priamo e Feliciano ( Letture di oggi)

Salmos 107


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBBIA VOLGARE
1 ¡Den gracias al Señor, porque es bueno,

porque es eterno su amor!

1 Cantico a esso David.
2 Que lo digan los redimidos por el Señor,

los que él rescató del poder del enemigo

2 Iddio, apparecchiato è il mio cuore; apparecchiato è il cuore mio; canterò, e salmeggerò nella mia gloria.
3 y congregó de todas las regiones:

del norte y del sur, del oriente y el occidente;

3 Lèvati [gloria mia; lèvati] salterio e citara; leverommi per tempo.
4 los que iban errantes por el desierto solitario,

sin hallar el camino hacia un lugar habitable.

4 A te confesserò ne' popoli, Signore; e loderò te nelle nazioni.
5 Estaban hambrientos, tenían sed

y ya les faltaba el aliento;

5 Come è grande sopra li cieli la misericordia tua, e insino alle nubi la verità tua.
6 pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

6 Lèvati, Signore, sopra li cieli; e sopra ogni terra è la gloria tua;
7 los llevó por el camino recto,

y así llegaron a un lugar habitable.

7 acciò siano liberati li diletti tuoi. Con la tua destra fammi salvo, ed esaudi me.
8 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres,

8 Iddio ha parlato nel santo suo. Rallegrarommi (nel Salvatore) e dividerò la Sichima, e mensurarò la valle de' tabernacoli.
9 porque él sació a los que sufrían sed

y colmó de bienes a los hambrientos.

9 Mio è Galaad, e mio è Manasse; ed Efraim ricevitore del mio capo. Iuda è mio re;
10 Estaban en tinieblas, entre sombras de muerte,

encadenados y en la miseria,

10 Moab vaso della mia speranza. Nell' Idumea stenderò il mio calzamento; a me gli estranei sono fatti amici.
11 por haber desafiado las órdenes de Dios

y despreciado el designio del Altísimo.

11 Chi mi ritornerà nella città fortificata? chi mi ritornerà insino a Idumea?
12 El los había agobiado con sufrimientos,

sucumbían, y nadie los ayudaba;

12 Non sarai tu, Signore, che ne hai suspetti? E non uscirai, o Dio, nelle virtù nostre?
13 pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

13 A noi dona l'aiuto della tribulazione; però che vana è la salute delli uomini.
14 los sacó de las tinieblas y las sombras,

e hizo pedazos sus cadenas.

14 In Dio faremo la virtù; e lui a niente reducerà li nemici nostri.
15 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres,

16 porque él destrozó las puertas de bronce

y quebró los cerrojos de hierro.

17 Estaban debilitados y oprimidos,

a causa de sus rebeldías y sus culpas;

18 la comida les daba náuseas,

y ya tocaban las puertas de la muerte.

19 Pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

20 envió su palabra y los sanó,

salvó sus vidas del sepulcro.

21 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres:

22 ofrézcanle sacrificios de acción de gracias

y proclamen con júbilo sus obras.

23 Los que viajaron en barco por el mar,

para traficar por las aguas inmensas,

24 contemplaron las obras del Señor,

sus maravillas en el océano profundo.

25 Con su palabra desató un vendaval,

que encrespaba las olas del océano:

26 ellos subían hasta el cielo, bajaban al abismo,

se sentían desfallecer por el mareo,

27 se tambaleaban dando tumbos como ebrios,

y su pericia no les valía de nada.

28 Pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

29 cambió el huracán en una brisa suave

y se aplacaron las olas del mar;

30 entonces se alegraron de aquella calma,

y el Señor los condujo al puerto deseado.

31 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres:

32 aclámenlo en la asamblea del pueblo,

alábenlo en el consejo de los ancianos.

33 El hizo de los ríos un desierto

y de los oasis, una tierra estéril;

34 transformó el suelo fértil en una salina,

por la maldad de sus habitantes.

35 Convirtió el desierto en un lago,

y la tierra reseca en un oasis:

36 allí puso a los hambrientos,

y ellos fundaron una ciudad habitable.

37 Sembraron campos y plantaron viñas,

que produjeron frutos en las cosechas;

38 él los bendijo y se multiplicaron,

y no dejó que les faltara el ganado.

39 Cuando eran pocos, y estaban abatidos

por el peso de la desgracia y la aflicción,

40 el que cubre de vergüenza a los príncipes

y los extravía por un desierto sin huellas,

41 levantó a los pobres de la miseria

y multiplicó sus familias como rebaños.

42 Que los justos lo vean y se alegren,

y enmudezcan todos los malvados.

43 El que es sabio, que retenga estas cosas

y comprenda la misericordia del Señor.