Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Marcos 11


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BIBLIABIBLIA
1 Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos, envía a dos de sus discípulos,1 Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos, envía a dos de sus discípulos,
2 diciéndoles: «Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y no bien entréis en él, encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre. Desatadlo y traedlo.2 diciéndoles: «Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y no bien entréis en él, encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre. Desatadlo y traedlo.
3 Y si alguien os dice: “¿Por qué hacéis eso?”, decid: “El Señor lo necesita, y que lo devolverá en seguida”».3 Y si alguien os dice: “¿Por qué hacéis eso?”, decid: “El Señor lo necesita, y que lo devolverá en seguida”».
4 Fueron y encontraron el pollino atado junto a una puerta, fuera, en la calle, y lo desataron.4 Fueron y encontraron el pollino atado junto a una puerta, fuera, en la calle, y lo desataron.
5 Algunos de los que estaban allí les dijeron: «¿Qué hacéis desatando el pollino?»5 Algunos de los que estaban allí les dijeron: «¿Qué hacéis desatando el pollino?»
6 Ellos les contestaron según les había dicho Jesús, y les dejaron.6 Ellos les contestaron según les había dicho Jesús, y les dejaron.
7 Traen el pollino donde Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él.7 Traen el pollino donde Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él.
8 Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos.8 Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos.
9 Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!9 Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
10 ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!»10 ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!»
11 Y entró en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania.11 Y entró en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania.
12 Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre.12 Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos.13 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos.
14 Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Y sus discípulos oían esto.14 Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Y sus discípulos oían esto.
15 Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas15 Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas
16 y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo.16 y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo.
17 Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos!»17 Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos!»
18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina.18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina.
19 Y al atardecer, salía fuera de la ciudad.19 Y al atardecer, salía fuera de la ciudad.
20 Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz.20 Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz.
21 Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca».21 Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca».
22 Jesús les respondió: «Tened fe en Dios.22 Jesús les respondió: «Tened fe en Dios.
23 Yo os aseguro que quien diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar” y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.23 Yo os aseguro que quien diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar” y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.
24 Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis.24 Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis.
25 Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas».25 Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas».
27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos,27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos,
28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?»28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?»
29 Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto.29 Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto.
30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme».30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme».
31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: “Del cielo”, dirá: “Entonces, ¿por qué no le creísteis?”31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: “Del cielo”, dirá: “Entonces, ¿por qué no le creísteis?”
32 Pero ¿vamos a decir: “De los hombres?”» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.32 Pero ¿vamos a decir: “De los hombres?”» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.