Scrutatio

Venerdi, 26 aprile 2024 - San Marcellino ( Letture di oggi)

Ezequiel 36


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1Y tú, hijo de hombre, profetiza sobre los montes de Israel. Dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra de Yahveh.2Así dice el Señor Yahveh: Porque el enemigo ha dicho contra vosotros: «¡Ja, ja, estas alturas eternas han pasado a ser posesión nuestra!»,3por eso, profetiza. Dirás: Así dice el Señor Yahveh: Porque habéis sido asolados y se os ha codiciado por todas partes hasta pasar a ser posesión de las otras naciones, porque habéis sido el blanco de la habladuría y de la difamación de la gente,4por eso, escuchad, montes de Israel, la palabra del Señor Yahveh. Así dice el Señor Yahveh a los montes, a las colinas, a los barrancos y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas que han sido entregadas al pillaje y a la irrisión del resto de las naciones circunvecinas.5Por eso, así dice el Señor Yahveh: Sí, en el ardor de mis celos voy a hablar contra las otras naciones y contra Edom entero, que, con alegría en el corazón y desprecio en el alma, se han atribuido mi tierra en posesión para entregar su pasto al pillaje.6Por ello, profetiza sobre la tierra de Israel. Dirás a los montes y a las colinas, a los barrancos y a los valles: Así dice el Señor Yahveh: Ved que hablo en mis celos y mi furor: Porque habéis sufrido el ultraje de las naciones,7por eso, así dice el Señor Yahveh: Juro mano en alto que las naciones que os rodean cargarán con sus propios ultrajes.8Y vosotros, montes de Israel, vais a echar vuestras ramas y a producir vuestros frutos para mi pueblo Israel, porque está a punto de volver.9Sí, heme aquí por vosotros, a vosotros me vuelvo, vais a ser cultivados y sembrados.10Yo multiplicaré sobre vosotros los hombres, la casa de Israel entera. Las ciudades serán habitadas y las ruinas reconstruidas.11Multiplicaré en vosotros hombres y bestias, y serán numerosos y fecundos. Os repoblaré como antaño, mejoraré vuestra condición precedente, y sabréis que yo soy Yahveh.12Haré que circulen por vosotros los hombres, mi pueblo Israel. Tomarán posesión de ti, y tu serás su heredad, y no volverás a privarles de sus hijos.13Así dice el Señor Yahveh: Porque se ha dicho de ti que devoras a los hombres y que has privado a tu nación de hijos,14por eso, ya no devorarás más hombres, ni volverás a privar de hijos a tu nación, oráculo del Señor Yahveh.15No consentiré que vuelvas a oír el ultraje de las naciones, no sufrirás más los insultos de los pueblos, y no volverás a privar de hijos a tu nación, oráculo del Señor Yahveh.16La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:17Hijo de hombre, los de la casa de Israel que habitaban en su tierra, la contaminaron con su conducta y sus obras; como la impureza de una menstruante era su conducta ante mí.18Entonces yo derramé mi furor sobre ellos, por la sangre que habían vertido en su tierra y por las basuras con las que la habían contaminado.19Los dispersé entre las naciones y fueron esparcidos por los países. Los juzgué según su conducta y sus obras.20Y en las naciones donde llegaron, profanaron mi santo nombre, haciendo que se dijera a propósito de ellos: «Son el pueblo de Yahveh, y han tenido que salir de su tierra».21Pero yo he tenido consideración a mi santo nombre que la casa de Israel profanó entre las naciones adonde había ido.22Por eso, di a la casa de Israel: Así dice el Señor Yahveh: No hago esto por consideración a vosotros, casa de Israel, sino por mi santo nombre, que vosotros habéis profanado entre las naciones adonde fuisteis.23Yo santificaré mi gran nombre profanado entre las naciones, profanado allí por vosotros. Y las naciones sabrán que yo soy Yahveh - oráculo del Señor Yahveh - cuando yo, por medio de vosotros, manifieste mi santidad a la vista de ellos.24Os tomaré de entre las naciones, os recogeré de todos los países y os llevaré a vuestro suelo.25Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras impurezas y de todas vuestras basuras os purificaré.26Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.27Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas.28Habitaréis la tierra que yo di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vustro Dios.29Os salvaré de todas vuestras impurezas, llamaré al trigo y lo multiplicaré y no os someteré más al hambre.30Multiplicaré los frutos de los árboles y los productos de los campos, para que no sufráis más el oprobio del hambre entre las naciones.31Entonces os acordaréis de vuestra mala conducta y de vuestras acciones que no eran buenas, y sentiréis asco de vosotros mismos por vuestras culpas y vuestras abominaciones.32No hago esto por vosotros - oráculo del Señor Yahveh - sabedlo bien. Avergonzaos y confundíos de vuestra conducta, casa de Israel.33Así dice el Señor Yahveh: El día que yo os purifique de todas vuestras culpas, repoblaré las ciudades y las ruinas serán reconstruidas;34la tierra devastada será cultivada, después de haber sido una desolación a los ojos de todos los transeúntes.35Y se dirá: «Esta tierra, hasta ahora devastada, se ha hecho como jardín de Edén, y las ciudades en ruinas, devastadas y demolidas, están de nuevo fortificadas y habitadas».36Y las naciones que quedan a vuestro alrededor sabrán que yo, Yahveh, he reconstruido lo que estaba demolido y he replantado lo que estaba devastado. Yo, Yahveh, lo digo y lo hago.37Así dice el Señor Yahveh: Me dejaré todavía buscar por la casa de Israel, para hacer por ellos esto: multiplicarlos como un rebaño humano,38como un rebaño de reses consagradas, como el rebaño reunido en Jerusalén, en las fiestas solemnes. Así se llenarán de un rebaño humano vuestras ciudades en ruinas, y se sabrá que yo soy Yahveh.