1 Ella es el libro de los preceptos de Dios, la Ley que subsiste eternamente: todos los que la retienen alcanzarán la vida, mas los que la abandonan morirán. | 1 וַיֵּרַע אֶל־יֹונָה רָעָה גְדֹולָה וַיִּחַר לֹו |
2 Vuelve, Jacob y abrázala, camina hacia el esplendor bajo su luz. | 2 וַיִּתְפַּלֵּל אֶל־יְהוָה וַיֹּאמַר אָנָּה יְהוָה הֲלֹוא־זֶה דְבָרִי עַד־הֱיֹותִי עַל־אַדְמָתִי עַל־כֵּן קִדַּמְתִּי לִבְרֹחַ תַּרְשִׁישָׁה כִּי יָדַעְתִּי כִּי אַתָּה אֵל־חַנּוּן וְרַחוּם אֶרֶךְ אַפַּיִם וְרַב־חֶסֶד וְנִחָם עַל־הָרָעָה |
3 No des tu gloria a otro, ni tus privilegios a nación extranjera. | 3 וְעַתָּה יְהוָה קַח־נָא אֶת־נַפְשִׁי מִמֶּנִּי כִּי טֹוב מֹותִי מֵחַיָּי׃ ס |
4 Felices somos, Israel, pues lo que agrada al Señor se nos ha revelado. | 4 וַיֹּאמֶר יְהוָה הַהֵיטֵב חָרָה לָךְ |
5 ¡Animo, pueblo mío, memorial de Israel! | 5 וַיֵּצֵא יֹונָה מִן־הָעִיר וַיֵּשֶׁב מִקֶּדֶם לָעִיר וַיַּעַשׂ לֹו שָׁם סֻכָּה וַיֵּשֶׁב תַּחְתֶּיהָ בַּצֵּל עַד אֲשֶׁר יִרְאֶה מַה־יִּהְיֶה בָּעִיר |
6 Vendidos habéis sido a las naciones, mas no para la destrucción. Por haber provocado la ira de Dios, habéis sido entregados a los enemigos. | 6 וַיְמַן יְהוָה־אֱלֹהִים קִיקָיֹון וַיַּעַל ׀ מֵעַל לְיֹונָה לִהְיֹות צֵל עַל־רֹאשֹׁו לְהַצִּיל לֹו מֵרָעָתֹו וַיִּשְׂמַח יֹונָה עַל־הַקִּיקָיֹון שִׂמְחָה גְדֹולָה |
7 Pues irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a los demonios y no a Dios. | 7 וַיְמַן הָאֱלֹהִים תֹּולַעַת בַּעֲלֹות הַשַּׁחַר לַמָּחֳרָת וַתַּךְ אֶת־הַקִּיקָיֹון וַיִּיבָשׁ |
8 Olvidasteis al Dios eterno, el que os sustenta, y afligisteis a Jerusalén, la que os crió. | 8 וַיְהִי ׀ כִּזְרֹחַ הַשֶּׁמֶשׁ וַיְמַן אֱלֹהִים רוּחַ קָדִים חֲרִישִׁית וַתַּךְ הַשֶּׁמֶשׁ עַל־רֹאשׁ יֹונָה וַיִּתְעַלָּף וַיִּשְׁאַל אֶת־נַפְשֹׁו לָמוּת וַיֹּאמֶר טֹוב מֹותִי מֵחַיָּי |
9 Pues vio ella caer sobre vosotros la ira que viene de Dios, y dijo: Escuchad, vecinas de Sión: Dios me ha enviado un gran dolor: | 9 וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים אֶל־יֹונָה הַהֵיטֵב חָרָה־לְךָ עַל־הַקִּיקָיֹון וַיֹּאמֶר הֵיטֵב חָרָה־לִי עַד־מָוֶת |
10 he visto el cautiverio de mis hijos y mis hijas que el Eterno hizo venir sobre ellos. | 10 וַיֹּאמֶר יְהוָה אַתָּה חַסְתָּ עַל־הַקִּיקָיֹון אֲשֶׁר לֹא־עָמַלְתָּ בֹּו וְלֹא גִדַּלְתֹּו שֶׁבִּן־לַיְלָה הָיָה וּבִן־לַיְלָה אָבָד |
11 Con gozo los había yo criado, y los he despedido con lágrimas y duelo. | 11 וַאֲנִי לֹא אָחוּס עַל־נִינְוֵה הָעִיר הַגְּדֹולָה אֲשֶׁר יֶשׁ־בָּהּ הַרְבֵּה מִשְׁתֵּים־עֶשְׂרֵה רִבֹּו אָדָם אֲשֶׁר לֹא־יָדַע בֵּין־יְמִינֹו לִשְׂמֹאלֹו וּבְהֵמָה רַבָּה |
12 Que nadie se regocije de mí, la viuda abandonada de tantos; estoy en soledad por los pecados de mis hijos, porque se desviaron de la Ley de Dios, | |
13 no conocieron sus decretos, no fueron por el camino de los mandamientos de Dios, ni siguieron las sendas de disciplina según su justicia. | |
14 ¡Que vengan las vecinas de Sión! Acordaos del cautiverio de mis hijos y mis hijas, que el Eterno hizo venir sobre ellos. | |
15 Pues él trajo sobre ellos una nación de lejos, nación insolente, de lenguaje extraño, que no respetó al anciano, ni del niño tuvo compasión, | |
16 se llevó a los hijos amados de la viuda, y la dejó sola, privada de sus hijas. | |
17 Y yo ¿cómo puedo ayudaros? | |
18 Aquel que trajo sobre vosotros los males os librará de la mano de vuestros enemigos. | |
19 Andad, hijos, andad vuestro camino, que yo me he quedado sola. | |
20 Me ha quitado el vestido de paz, me he puesto el sayal de mis súplicas, clamaré al Eterno mientras viva. | |
21 Animo, hijos, clamad al Señor: el os librará de la tiranía y de la mano de vuestros enemigos. | |
22 Yo espero del Eterno vuestra salvación, del Santo me ha venido la alegría, por la misericordia que llegará pronto a vosotros de parte del Eterno, vuestro Salvador. | |
23 Os despedí con duelo y lágrimas, pero Dios os devolverá a mí entre contento y regocijo para siempre. | |
24 Y como las vecinas de Sión ven ahora vuestro cautiverio, así verán pronto vuestra salvación de parte de Dios, que os llegará con gran gloria y resplandor del Eterno. | |
25 Hijos, soportad con paciencia la ira que de parte de Dios os ha sobrevenido. Te ha perseguido tu enemigo, pero pronto verás su ruina y en su cerviz pondrás tu pie. | |
26 Mis hijos más delicados han marchado por ásperos caminos, han sido llevados como rebaño arrebatado por enemigos. | |
27 ¡Animo, hijos, clamad a Dios! pues el que os trajo esto se acordará de vosotros; | |
28 y como vuestro pensamiento sólo fue de alejaros de Dios, vueltos a él, buscadle con ardor diez veces mayor. | |
29 Pues el que trajo sobre vosotros estos males os traerá la alegría eterna con vuestra salvación. | |
30 ¡Animo, Jerusalén!: te consolará Aquel que te dio nombre. | |
31 Desdichados los que te hicieron daño y se alegraron de tu caída. | |
32 Desdichadas las ciudades a las que sirvieron tus hijos. desdichada la que a tus hijos recibió. | |
33 Pues como se alegró de tu caída y de tu ruina se regocijó, así se afligirá por su desolación. | |
34 Yo le quitaré su alborozo de ciudad bien poblada y en duelo se trocará su orgullo. | |
35 Fuego vendrá sobre ella de parte del Eterno por largos días, y será morada de demonios durante mucho tiempo. | |
36 Mira hacia Oriente, Jerusalén, y ve la alegría que te viene de Dios. | |
37 Mira, llegan tus hijos, a los que despediste, vuelven reunidos desde oriente a accidente, a la voz del Santo, alegres de la gloria de Dios. | |