Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

Sabiduría 19


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Pero, sobre los impíos, descargó hasta el fin una ira sin misericordia, pues Dios sabía de antemano lo que iban a tramar:
1 Pero sobre los impíos se abatió hasta el fin una ira despiadada, porque Dios tenía previsto lo que ellos harían:
2 que, luego de permitir marchar a su pueblo y apremiarle en su partida, mudando de parecer, saldrían a perseguirle.
2 después de dejar que el pueblo se fuera, y de ungirlos a partir apresuradamente, ellos, cambiando de idea, saldrían a perseguirlos.
3 Ocupados estaban todavía en su duelo y lamentándose junto a las tumbas de sus muertos, cuando concibieron otro proyecto insensato: a los que con ruegos despacharon, dieron en perseguirlos como fugitivos.
3 En efecto, cuando todavía celebraban sus ritos fúnebres y se lamentaban junto a las tumbas de sus muertos, concibieron otro proyecto descabellado: a los que ellos mismos habían rogado que se fueran los comenzaron a perseguir como fugitivos.
4 Una justa fatalidad los arrastraba a tales extremos y les borraba el recuerdo de los sucesos precedentes; así completarían con un nuevo castigo lo que a sus tormentos faltaba,
4 La fuerza de las cosas los arrastraba con toda justicia a ese extremo y les hacía olvidar lo que había sucedido, para que terminaran de sufrir el castigo que aún faltaba a sus tormentos:
5 así mientras tu pueblo gozaba de un viaje maravilloso, ellos encontrarían una muerte extraña.
5 así, mientras tu pueblo emprendía una maravillosa travesía, ellos encontrarían una muerte insólita.
6 Pues para preservar a tus hijos de todo daño, la creación entera, obediente a tus órdenes, se rehízo de nuevo en su propia naturaleza.
6 Porque la creación entera, obedeciendo a tus órdenes, adquiría nuevas formas en su propia naturaleza, para que tus hijos fueran preservados incólumes.
7 Se vio una nube proteger con su sombra el campamento, emerger del agua que la cubría una tierra enjuta, del mar Rojo un camino expedito, una verde llanura del oleaje impetuoso,
7 Se vio a la nuble cubrir el campamento con su sombra y emerger la tierra seca de lo que antes era agua; apareció en el Mar Rojo un camino despejado y una verde llanura, entre las olas impetuosas:
8 por donde, formando un solo pueblo, pasaron los que tu mano protegía mientras contemplaban tan admirables prodigios.
8 por allí paso todo un pueblo, protegido por tu mano, contemplando prodigios admirables.
9 Como caballos se apacentaban, y retozaban como corderos alabándote a ti, Señor que los habías liberado.
9 Eran como caballos en un pastizal y retozaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su liberador.
10 Recordaban todavía lo sucedido en su destierro, cómo, en vez de nacer los mosquitos de animales, los produjo la tierra, cómo, en vez de nacer las ranas de seres acuáticos, las vomitó el Río en abundancia.
10 Todavía recordaban lo que había sucedido en su destierro: cómo los mosquitos, en lugar de reproducirse naturalmente, fueron producidos por la tierra, y cómo las ranas, en lugar de nacer de otros animales acuáticos, fueron vomitadas por el Río en gran cantidad.
11 Más tarde, vieron además un modo nuevo de nacer las aves; cuando, llevados de la gula, pidieron manjares delicados,
11 Más tarde, vieron también un nuevo modo de nacer las aves: cuando, excitados por la gula, ellos reclamaron manjares delicados,
12 para satisfacerles, subieron codornices desde el mar.
12 para reconfortarlos, subieron codornices desde el mar.
13 Mas sobre los pecadores cayeron los castigos, precedidos, como aviso, de la violencia de los rayos. Con toda justicia sufrían por sus propias maldades, por haber extremado su odio contra el extranjero.
13 Pero sobre los pecadores se abatieron los castigos, no sin antes ser preanunciados por la furia de los rayos: con toda justicia, ellos sufrían a causa de su maldad, ya que habían llevado al extremo su odio contra el extranjero.
14 Otros no recibieron a unos desconocidos a su llegada. pero éstos redujeron a esclavitud a huéspedes bienhechores.
14 Porque otros no recibieron a los desconocidos que llegaban, pero estos redujeron a servidumbre a huéspedes bienhechores.
15 Además habrá una visita para ellos porque recibieron hostilmente a los extranjeros...
15 Más aún, aquellos –y eso se les tendrá en cuenta– mostraron desde el principio hostilidad ante el extranjero;
16 pero éstos, después de acoger con fiestas a los que ya participaban en los mismos derechos que ellos, los aplastaron con terribles trabajos.
16 pero estos, en cambio, después de recibir a tu pueblo con fiestas, y de hacerlo participar de sus mismos derechos, lo maltrataron con terribles trabajos.
17 Por eso, también fueron éstos heridos de ceguera, como aquéllos a las puertas del justo, cuando, envueltos en inmensas tinieblas, buscaba cada uno el acceso a su puerta.
17 Por eso fueron castigados con la ceguera, como aquellos otros a las puertas del justo cuando rodeados de profundas tinieblas, cada uno buscaba el acceso de su puerta.
18 Los elementos se adaptaron de una nueva manera entre sí como cambian la naturaleza del ritmo los sonidos en un salterio sin que cambie por eso su tonalidad, cosa que se puede deducir claramente examinando lo sucedido.
18 Así, los elementos intercambiaban entre sí sus propiedades, como en un instrumento de cuerdas los sonidos cambian su ritmo, permaneciendo siempre la misma tonalidad. Esto es lo que se infiere claramente al examinar lo sucedido:
19 Seres terrestres se tornaban acuáticos, y los que nadan pasaban a caminar sobre la tierra.
19 seres terrestres se volvían acuáticos, los que nadan se desplazaban sobre la tierra;
20 El fuego aumentaba en el agua su fuerza natural y el agua olvidaba su poder de apagar.
20 el fuego superaba en el agua su propia fuerza y el agua olvidaba su poder de apagar;
21 Por el contrario, las llamas no consumían las carnes de los endebles animales que sobre ellas caminaban, ni fundían aquel alimento divino, parecido a la escarcha, tan fácil de derretirse.
21 las llamas, por el contrario, no consumían la carne de los seres corruptibles que pasaban por ellas, ni tampoco derretían aquel alimento divino, parecido a la escarcha y tan fácil de disolverse.
22 En verdad, Señor, que en todo engrandeciste a tu pueblo y le glorificaste, y no te descuidaste en asistirle en todo tiempo y en todo lugar.
22 Por todos los medios, Señor, tú has engrandecido y glorificado a tu pueblo, y no has dejado de asistirlo en todo tiempo y lugar.