Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Éxodo 33


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Dijo Yahveh a Moisés: «Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de Egipto, a la tierra que yo prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: “A tu posteridad se la daré.”1 El Señor dijo a Moisés: «Vete de aquí, tú y el pueblo que hiciste salir de Egipto, y sube al país que yo prometí con un juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les aseguré que daría esa tierra a sus descendientes.
2 Enviaré delante de ti un ángel y expulsaré al cananeo, al amorreo, al hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo.2 Yo enviaré un ángel delante de ti, y expulsaré a los cananeos, los amorreos, los hititas, los perizitas, los jivitas y los jebuseos,
3 Sube a una tierra que mana leche y miel; que yo no subiré contigo, pues eres un pueblo de dura cerviz; no sea que te destruya en el camino.»3 para que puedas entrar en la tierra que mana leche y miel. Pero yo no subiré en medio de ti, porque tú eres un pueblo obstinado, y tendría que exterminarte en el camino».
4 Al oír el pueblo estas duras palabras, hizo duelo y nadie se vistió sus galas.4 Al oír esta severa advertencia, el pueblo estuvo de duelo y nadie se puso sus adornos.
5 Dijo entonces Yahveh a Moisés: «Di a los israelitas: Vosotros sois un pueblo de dura cerviz. Si yo saliera contigo, aunque fuera un solo momento, te destruiría. Ahora, pues, quítate tus galas, para que yo sepa qué he de hacer contigo.»5 Luego el Señor dijo a Moisés: «Di a los israelitas: «Ustedes son un pueblo obstinado. Bastaría que yo subiera un solo instante en medio de ustedes, para tener que exterminarlos. Ahora quítense sus adornos, y después veré qué hago con ustedes».
6 Y los israelitas se despojaron de sus galas a partir del monte Horeb.6 Entonces los israelitas se despojaron de sus adornos, desde el momento en que partieron del monte Horeb.
7 Tomó Moisés la Tienda y la plantó para él a cierta distancia fuera del campamento; la llamó Tienda del Encuentro. De modo que todo el que tenía que consultar a Yahveh salía hacia la Tienda del Encuentro, que estaba fuera del campamento.7 Moisés tomó la Carpa. la instaló fuera del campamento, a una cierta distancia, y la llamó Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al Señor debía dirigirse a la Carpa del Encuentro, que estaba fuera del campamento.
8 Cuando salía Moisés hacia la Tienda, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie a la puerta de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés hasta que entraba en la Tienda.8 Siempre que Moisés se dirigía hacia la Carpa, todo el pueblo se levantaba, se apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con la mirada a Moisés hasta que él entraba en ella.
9 Y una vez entrado Moisés en la tienda, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta de la Tienda, mientras Yahveh hablaba con Moisés.9 Cuando Moisés entraba, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la Carpa del Encuentro, mientras el Señor conversaba con Moisés.
10 Todo el pueblo veía la columna de nube detenida a la puerta de la Tienda y se levantaba el pueblo, y cada cual se postraba junto a la puerta de su tienda.10 Al ver la columna de nube, todo el pueblo se levantaba, y luego cada uno se postraba a la entrada de su propia carpa.
11 Yahveh hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la Tienda.11 El Señor conversaba con Moisés cara a cara, como lo hace un hombre con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero Josué –hijo de Nun, su joven ayudante– no se apartaba del interior de la Carpa.
12 Dijo Moisés a Yahveh: «Mira, tú me dices: Haz subir a este pueblo; pero no me has indicado a quién enviarás conmigo; a pesar de que me has dicho: “Te conozco por tu nombre”, y también: “Has hallado gracia a mis ojos.”12 Moisés dijo al Señor: «Tú me ordenas que guíe a este pueblo, pero no me has indicado a quién enviarás conmigo, a pesar de que me dijiste: «Yo te conozco por tu nombre y te he brindado mi amistad».
13 Ahora, pues, si realmente he hallado gracia a tus ojos, hazme saber tu camino, para que yo te conozca y halle gracia a tus ojos, y mira que esta gente es tu pueblo.»13 Si me has brindado tu amistad, dame a conocer tus caminos, y yo te conoceré: así me habrás brindado realmente tu amistad. Ten presente que esta nación es tu pueblo».
14 Respondió él: «Yo mismo iré contigo y te daré descanso.»14 El Señor respondió: «Yo mismo iré contigo y te daré el descanso».
15 Contestóle: «Si no vienes tú mismo, no nos hagas partir de aquí.15 Moisés agregó: «Si no vienes personalmente, no nos hagas subir de aquí
16 Pues ¿en qué podrá conocerse que he hallado gracia a tus ojos, yo y tu pueblo, sino en eso, en que tú marches con nosotros? Así nos distinguiremos, yo y tu pueblo, de todos los pueblos que hay sobre la tierra.»16 ¿Cómo se podrá conocer que yo y tu pueblo gozamos de tu amistad, si tú no vienes con nosotros? Así yo y tu pueblo nos distinguiremos de todos los otros pueblos que hay sobre la tierra».
17 Respondió Yahveh a Moisés: «Haré también esto que me acabas de pedir, pues has hallado gracia a mis ojos, y yo te conozco por tu nombre.»17 El Señor respondió a Moisés: «También haré lo que me acabas de decir, porque te he brindado mi amistad y te conozco por tu nombre».
18 Entonces dijo Moisés: «Déjame ver, por favor, tu gloria.»18 Moisés dijo: «Por favor, muéstrame tu gloria».
19 El le contestó: «Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahveh; pues hago gracia a quien hago gracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia.»19 El Señor le respondió: «Yo haré pasar junto a ti toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre del Señor, porque yo concedo mi favor a quien quiero concederlo y me compadezco de quien quiero compadecerme.
20 Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo.»20 Pero tú no puedes ver mi rostro, añadió, porque ningún hombre puede verme y seguir viviendo».
21 Luego dijo Yahveh: «Mira, hay un lugar junto a mí; tú te colocarás sobre la peña.21 Luego el Señor le dijo: «Aquí a mi lado tienes un lugar. Tú estarás de pie sobre la roca,
22 Y al pasar mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
23 Luego apartaré mi mano, para que veas mis espaldas; pero mi rostro no se puede ver.»23 Después retiraré mi mano y tú verás mis espaldas. Pero nadie puede ver mi rostro».