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Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

Génesis 41


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Al cabo de dos años. Faraón soñó que se encontraba parado a la vera del río.1 Dos años después, el Faraón tuvo un sueño: él estaba de pie junto al Nilo,
2 De pronto suben del río siete vacas hermosas y lustrosas que se pusieron a pacer en el carrizal.2 cuando de pronto subieron del río siete vacas hermosas y robustas, que se pusieron a pastar entre los juncos.
3 Pero he aquí que detrás de aquéllas subían del río otras siete vacas, de mal aspecto y macilentas, las cuales se pararon cabe las otras vacas en la margen del río,3 Detrás de ella subieron otras siete vacas feas y escuálidas, que se pararon al lado de las primeras;
4 y las vacas de mal aspecto y macilentas se comieron a las siete vacas hermosas y lustrosas. Entonces Faraón se despertó.4 y las vacas feas y escuálidas se comieron a las siete vacas hermosas y robustas. En seguida el Faraón se despertó.
5 Y vuelto a dormirse soñó otra vez que siete espigas crecían en una misma caña, lozanas y buenas.5 Luego volvió a dormirse y tuvo otro sueño: siete espigas grandes y lozanas salían de un mismo tallo.
6 Pero he aquí que otras siete espigas flacas y asolanadas brotaron después de aquéllas6 Pero inmediatamente después brotaron otras siete espigas, delgadas y quemadas por el viento del este;
7 y las espigas flacas consumieron a las siete lozanas y llenas. Despertó Faraón, y he aquí que era un sueño.7 y las espigas delgadas devoraron a las siete espigas grandes y cargadas de granos. Cuando se despertó, el Faraón se dio cuenta de que había estado soñando.
8 Aquella mañana estaba inquieto su espíritu y envió a llamar a todos los magos y a todos los sabios de Egipto. Faraón les contó su sueño, pero no hubo quien se lo interpretara a Faraón.8 A la mañana siguiente, el Faraón se sintió muy preocupado y mandó llamar a todos los magos y sabios de Egipto, para contarles sus sueños. Pero nadie se los pudo interpretar.
9 Entonces el jefe de escanciadores habló a Faraón diciéndole: «Hoy me acuerdo de mi yerro.9 Entonces el copero mayor se dirigió al Faraón y le dijo: «Ahora reconozco mi negligencia.
10 Faraón se había enojado contra sus siervos y me había puesto bajo custodia en casa del jefe de los guardias a mí y al jefe de panaderos.10 En cierta oportunidad, el Faraón se irritó contra sus servidores, y me puso bajo custodia, junto con el panadero mayor, en la casa del capitán de guardias.
11 Entonces tuvimos sendos sueños en una misma noche, tanto yo como él, cada uno con su sentido propio.11 El y yo tuvimos un sueño en el transcurso de una misma noche, cada sueño con su propio significado.
12 Había allí con nosotros un muchacho hebreo, siervo del jefe de los guardias. Le contamos nuestro sueño, y él nos dio el sentido propio de cada cual.12 Con nosotros estaba un joven hebreo, un servidor del capitán de guardias; nosotros le contamos nuestros sueños, y él los interpretó, dando a cada uno su explicación.
13 Y resultó que según nos lo había interpretado, así fue: A mí me restituyó Faraón en mi puesto, y a él le colgó.»13 Y todo sucedió como él lo había interpretado: yo fui restituido a mi cargo, mientras que el otro fue ahorcado».
14 Faraón mandó llamar a José y le sacaron del pozo con premura, se afeitó y mudó de vestido y compareció ante Faraón.14 El Faraón mandó llamar a José, que sin pérdida de tiempo fue sacado de la prisión. Este se afeitó, se cambió de ropa y compareció ante el Faraón.
15 Dijo Faraón a José: «He tenido un sueño y no hay quien lo interprete, pero he oído decir de ti que te basta oír un sueño para interpretarlo.»15 El Faraón dijo a José: «He tenido un sueño que nadie puede interpretar. Pero me han informado que te basta oír un sueño para interpretarlo».
16 Respondió José a Faraón: «No hablemos de mí, que Dios responda en buena hora a Faraón.»16 José respondió al Faraón: «No soy yo, sino Dios, el que dará al Faraón la respuesta conveniente».
17 Y refirió Faraón a José su sueño: «Resulta que estaba yo parado a la orilla del río,17 Entonces el Faraón dijo a José: «Soñé que estaba parado a orilla del Nilo,
18 cuando de pronto suben del río siete vacas lustrosas y de hermoso aspecto, las cuales pacían en el carrizal.18 y de pronto subían del río siete vacas robustas y hermosas, que se pusieron a pastar entre los juncos.
19 Pero he aquí que otras siete vacas subían detrás de aquéllas, de muy ruin y mala catadura y macilentas, que jamás vi como aquéllas en toda la tierra de Egipto, de tan malas.19 Detrás de ellas subieron otras siete vacas, escuálidas, de aspecto horrible y esqueléticas, como nunca había visto en todo el territorio de Egipto.
20 Y las siete vacas macilentas y malas se comieron a las siete vacas primeras, las lustrosas.20 Y las vacas escuálidas y feas devoraron a las otras siete vacas robustas.
21 Pero una vez que las tuvieron dentro, ni se conocía que las tuviesen, pues su aspecto seguía tan malo como al principio. Entonces me desperté,21 Pero una vez que las comieron, nadie hubiera dicho que las tenían en su vientre, porque seguían tan horribles como antes. En seguida me desperté.
22 y volví a ver en sueños cómo siete espigas crecían en una misma caña, henchidas y buenas.22 En el otro sueño, vi siete espigas hermosas y cargadas de granos, que brotaban de un mismo tallo.
23 Pero he aquí que otras siete espigas secas, flacas y asolanadas, brotaban después de aquéllas23 Después de ellas brotaron otras siete espigas, marchitas, delgadas y quemadas por el viento del este,
24 y consumieron las espigas flacas a las siete espigas hermosas. Se lo he dicho a los magos, pero no hay quien me lo explique.»24 que devoraron a las siete espigas hermosas. Yo he contado todo esto a los adivinos, pero ninguno me ha dado una explicación».
25 José dijo a Faraón: «El sueño de Faraón es uno solo: Dios anuncia a Faraón lo que va a hacer.25 José dijo al Faraón: «El Faraón ha soñado una sola cosa, y así Dios le ha anunciado lo que está a punto de realizar.
26 Las siete vacas buenas son siete años de abundancia y las siete espigas buenas, siete años son: porque el sueño es uno solo.26 Las siete vacas hermosas y las siete espigas lozanas representan siete años. Los dos sueños se tratan de lo mismo.
27 Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de aquéllas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas, es que habrá siete años de hambre.27 Y las siete vacas escuálidas y feas que subieron después de ellas son siete años, lo mismo que las siete espigas sin grano y quemadas por el viento del este. Estos serán siete años de hambre.
28 Esto es lo que yo he dicho a Faraón. Lo que Dios va a hacer lo ha mostrado a Faraón.28 Es como lo acabo de decir al Faraón: Dios ha querido mostrarle lo que está a punto de realizar.
29 He aquí que vienen siete años de gran hartura en todo Egipto.29 En los próximos siete años habrá en todo Egipto una gran abundancia.
30 Pero después sobrevendrán otros siete años de hambre y se olvidará toda la hartura en Egipto, pues el hambre asolará el país,30 Pero inmediatamente después, sobrevendrán siete años de hambre, durante los cuales en Egipto no quedará ni el recuerdo de aquella abundancia, porque el hambre asolará al país.
31 y no se conocerá hartura en el país, de tanta hambre como habrá.31 Entonces nadie sabrá lo que es la abundancia, a causa del hambre, que será muy intensa.
32 Y el que se haya repetido el sueño de Faraón dos veces, es porque la cosa es firme de parte de Dios, y Dios se apresura a realizarla.32 El hecho de que el Faraón haya tenido dos veces el mismo sueño, significa que este asunto ya está resuelto de parte de Dios y que él lo va a ejecutar de inmediato.
33 Ahora, pues, fíjese Faraón en algún hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de Egipto.33 Por eso, es necesario que el Faraón busque un hombre prudente y sabio, y lo ponga al frente de todo Egipto.
34 Hágalo así Faraón: ponga encargados al frente del país y exija el quinto a Egipto durante los siete años de abundancia.34 Además, el Faraón deberá establecer inspectores en todo el país y exigir a los egipcios la quinta parte de las cosechas durante los siete años de abundancia.
35 Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición de Faraón en las ciudades, y lo guardarán.35 Ellos reunirán los víveres que se cosechen en estos próximos siete años de prosperidad, y almacenarán el grano bajo la supervisión del Faraón, para tenerlo guardado en las ciudades.
36 De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre.»36 Así el país tendrá una reserva de alimentos para los siete años de hambre que vendrán sobre Egipto, y no morirá de inanición.
37 Pareció bien el discurso a Faraón y a todos sus servidores,37 La respuesta agradó al Faraón y a todos sus servidores.
38 y dijo Faraón a sus servidores: «¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el espíritu de Dios?»38 Por eso el Faraón les dijo a estos: «¿Podemos encontrar otro hombre que tenga en igual medida el espíritu de Dios?».
39 Y dijo Faraón a José: «Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.39 Y dirigiéndose a José, le expresó: «Ya que Dios te ha hecho conocer todas estas cosas, no hay nadie que sea tan prudente y sabio como tú.
40 Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti.»40 Por eso tú estarás al frente de mi palacio, y todo mi pueblo tendrá que acatar tus órdenes. Sólo por el trono real seré superior a ti».
41 Dijo Faraón a José: «Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto.»41 Y el Faraón siguió diciendo a José: «Ahora mismo te pongo al frente de todo el territorio de Egipto».
42 Y Faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José, le hizo vestir ropas de lino fino y le puso el collar de oro al cuello,42 En seguida se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir con ropa de lino fino y le colgó al cuello una cadena de oro.
43 luego le hizo montar en su segunda carroza, e iban gritando delante de él: «¡Abrek!» Así le puso al frente de todo el país de Egipto.43 Luego lo hizo subir a la mejor carroza después de la suya, e iban gritando delante de él: «¡Atención!» Así le dio autoridad sobre todo Egipto.
44 Dijo Faraón a José: «Yo, Faraón: sin tu licencia no levantará nadie mano ni pie en todo Egipto.»44 El Faraón dijo a José: «Yo soy el Faraón, pero nadie podrá mover una mano o un pie en todo el territorio de Egipto si tú no lo apruebas».
45 Faraón llamó a José Safnat Panéai y le dio por mujer a Asnat, hija de Poti Fera, sacerdote de On. Y salió José con autoridad sobre el país de Egipto.45 Luego impuso a José el nombre de Safnat Panéaj, y le dio por esposa a Asnat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. Y José fue a recorrer el país de Egipto.
46 Tenía José treinta años cuando compareció ante Faraón, rey de Egipto, y salió José de delante de Faraón, y recorrió todo Egipto.46 Cuando se puso al servicio del Faraón, rey de Egipto, José tenía treinta años. José se alejó de la presencia del Faraón e hizo un recorrido por todo el territorio de Egipto.
47 La tierra produjo con profusión durante los siete años de abundancia47 Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo copiosamente,
48 y él hizo acopio de todos los víveres de los siete años en que hubo hartura en Egipto poniendo en cada ciudad los víveres de la campiña circundante.48 y él reunió todos los víveres recogidos en esos siete años y los almacenó en las ciudades, depositando en cada una de las cosechas de los campos vecinos.
49 José recolectó grano como la arena del mar, una enormidad, hasta tener que desistir de contar porque era innumerable.49 De esa manera, José acumuló una enorme cantidad de cereales, tanto como la arena del mar, hasta tal punto que dejó de llevar un control, porque superaba toda medida.
50 Antes que sobreviniesen los años de hambre, le nacieron a José dos hijos que le dio Asnat, la hija de Poti Fera, sacerdote de On.50 Antes que comenzaran los años de hambre, José tuvo dos hijos, que le dio Asnat, la hija de Potifera, el sacerdote de On.
51 Llamó José al primogénito Manasés, porque - decía - «Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y la casa de mi padre,»51 Al primero lo llamó Manasés, porque dijo: «Dios me ha hecho olvidar por completo mis penas y mi casa paterna».
52 y al segundo le llamó Efraím, porque - decía - «me ha hecho fructificar Dios en el país de mi aflicción».52 Y al segundo le puso el nombre de Efraím, diciendo: «Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción».
53 Concluyéronse los siete años de hartura que hubo en Egipto,53 Entonces terminaron los años en que Egipto gozó de abundancia,
54 y empezaron a llegar los siete años de hambre como había predicho José. Hubo hambre en todas las regiones; pero en todo Egipto había pan.54 y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos.
55 Toda la tierra de Egipto sintió también hambre, y el pueblo clamó a Faraón pidiendo pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: «Id a José: haced lo que él os diga.»55 Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre, y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: «Vayan a ver a José y hagan lo que él les diga».
56 - El hambre cundió par toda la haz de la tierra. - Entonces José sacó todas las existencias y abasteció de grano a Egipto. Arreciaba el hambre en Egipto;56 Como el hambre se había extendido por todo el país, José abrió los graneros y distribuyó raciones a los egipcios, ya que el hambre se hacía cada vez más intensa.
57 de todos los países venían también a Egipto para proveerse comprando grano a José, porque el hambre cundía por toda la tierra.57 Y de todas partes iban a Egipto a comprar cereales a José, porque el hambre asolaba toda la tierra.