Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

Génesis 2


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1Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato,2y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera.3Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.4Esos fueron los orígenes de los cielos y la tierra, cuando fueron creados. El día en que hizo Yahveh Dios la tierra y los cielos,5no había aún en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba del campo había germinado todavía, pues Yahveh Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrara el suelo.6Pero un manantial brotaba de la tierra, y regaba toda la superficie del suelo.7Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente.8Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado.9Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.10De Edén salía un río que regaba el jardín, y desde allí se repartía en cuatro brazos.11El uno se llama Pisón: es el que rodea todo el país de Javilá, donde hay oro.12El oro de aquel país es fino. Allí se encuentra el bedelio y el ónice.13El segundo río se llama Guijón: es el que rodea el país de Kus.14El tercer río se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asur. Y el cuarto río es el Eufrates.15Tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y le dejó en al jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase.16Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer,17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»18Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»19Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera.20El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada.21Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.22De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.23Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»24Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.25Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.