Scrutatio

Venerdi, 19 aprile 2024 - San Leone IX Papa ( Letture di oggi)

Génesis 26


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1Hubo hambre en el país - aparte de la primera que tuvo lugar en tiempo de Abraham - y fue Isaac a Guerar, a donde Abimélek, rey de los filisteos.2Yahveh se le apareció y le dijo: «No bajes a Egipto. Quédate en la tierra que yo te indique.3Reside en esta tierra, y yo te asistiré y bendeciré; porque a ti y a tu descendencia he de dar todas estas tierras, y mantendré el juramento que hice a tu padre Abraham.4Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra,5en pago de que Abraham me obedeció y guardó mis observancias, mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones.»6Establecióse, pues, Isaac en Guerar.7Los del lugar le preguntaban por su mujer, y él decía: «Es mi hermana.» En efecto, le daba reparo decir: «Es mi mujer», no fuesen a matarle los del lugar por causa de Rebeca, ya que ella era de buen ver.8Ya llevaba largo tiempo allí, cuando aconteció que Abimélek, rey de los filisteos, atisbando por una ventana, observó que Isaac estaba solazándose con su mujer Rebeca.9Llama Abimélek a Isaac y le dice: ¡Con que es tu mujer! ¿Pues cómo has venido diciendo: Es mi hermana?» Dícele Isaac: «Es que me dije: A ver si voy a morir por causa de ella.»10Replicó Abimélek: «¿Qué es lo que nos has hecho? Si por acaso llega a acostarse cualquiera del pueblo con tu mujer, tú nos habrías echado la culpa.»11Entonces Abimélek ordenó a todo el pueblo: «Quien tocare a este hombre o a su mujer, morirá sin remedio.»12Isaac sembró en aquella tierra, y cosechó aquel año el ciento por uno. Yahveh le bendecía13y el hombre se enriquecía, se iba enriqueciendo más y más hasta que se hizo riquísimo.14Tenía rebaños de ovejas y vacadas y copiosa servidumbre. Los filisteos le tenían envidia.15Todos los pozos que habían cavado los siervos de su padre - en tiempos de su padre Abraham - los habían cegado los filisteos, llenándolos de tierra.16Entonces Abimélek dijo a Isaac: «Apártate de nuestro lado, porque te has hecho mucho más poderoso que nosotros.»17Isaac se fue de allí y acampó en la vaguada de Guerar, estableciéndose allí.18Isaac volvió a cavar los pozos de agua que habían cavado los siervos de su padre Abraham, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham, y les puso los mismos nombres que les había puesto su padre.19Cavaron los siervos de Isaac en la vaguada y encontraron allí un pozo de aguas vivas.20Pero riñeron los pastores de Guerar con los pastores de Isaac, diciendo: «El agua es nuestra.» El llamó al pozo Eseq, ya que se habían querellado con él.21Excavaron otro pozo, y también riñeron por él: lo llamó Sitná.22Partió de allí y cavó otro pozo, y ya no riñeron por él: lo llamó Rejobot, y dijo: «Ahora Yahveh nos ha dado desahogo, y prosperaremos en esta tierra.23De allí subió a Berseba.24Yahveh se le apareció aquella noche y dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham, mi siervo.»25Allí construyó un altar e invocó el nombre de Yahveh. Allí desplegó su tienda, y los siervos de Isaac perforaron allí un pozo.26Entonces Abimélek fue a donde él desde Guerar, con Ajuzat, uno de sus familiares, y Pikol, capitán de su tropa.27Díceles Isaac: «¿Cómo es que venís a mí. vosotros que me odiáis y me habéis echado de vuestra compañía?»28Contestaron ellos: «Hemos visto claramente que Yahveh se ha puesto de tu parte, y hemos dicho: “Ea, haya un juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y vamos a hacer un pacto contigo,29de que no nos harás mal, como tampoco nosotros te hemos tocado a ti; no te hemos hecho sino bien, y te hemos dejado ir en paz, ¡oh bendito de Yahveh!”»30El les dio un banquete, y comieron y bebieron.31De madrugada, se levantaron y se hicieron mutuo juramento; luego Isaac les despidió, y se fueron en paz de su lado.32Aquel mismo día llegaron unos siervos de Isaac y le dieron la noticia del pozo que habían cavado, diciéndole: «Hemos hallado agua.»33El lo llamó Seba, de donde el nombre de la ciudad de Berseba, hasta la fecha.34Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por mujeres a Judit, hija de Beerí el hitita, y a Basmat, hija de Elón el hitita,35las cuales fueron amargura para Isaac y Rebeca.