Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Salmos 74


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSVULGATA
1 Poema de Asaf.

¿Por qué, oh Dios, nos rechazaste para siempre

y arde tu indignación contra las ovejas de tu rebaño?

1 In finem, ne corrumpas. Psalmus cantici Asaph.
2 Acuérdate de pueblo que adquiriste en otro tiempo,

de la tribu que rescataste para convertirla en tu herencia;

acuérdate de Sión, donde pusiste tu Morada.

2 Confitebimur tibi, Deus, confitebimur,
et invocabimus nomen tuum ;
narrabimus mirabilia tua.
3 Vuelve tus pasos hacia esta ruina completa:

todo lo destruyó el enemigo en el Santuario.

3 Cum accepero tempus,
ego justitias judicabo.
4 Rugieron tus adversarios en el lugar de tu asamblea,

pusieron como señales sus propios estandartes.

4 Liquefacta est terra et omnes qui habitant in ea :
ego confirmavi columnas ejus.
5 Alzaron sus hachas como en la espesura de la selva;

5 Dixi iniquis : Nolite inique agere :
et delinquentibus : Nolite exaltare cornu :
6 destrozaron de un golpe todos los adornos,

los deshicieron con martillos y machetes;

6 nolite extollere in altum cornu vestrum ;
nolite loqui adversus Deum iniquitatem.
7 prendieron fuego a tu Santuario,

profanaron, hasta arrasarla, la Morada de tu Nombre.

7 Quia neque ab oriente, neque ab occidente,
neque a desertis montibus :
8 Habían pensado: «Acabemos con ellos,

quememos todos los templos de Dios en el país».

8 quoniam Deus judex est.
Hunc humiliat, et hunc exaltat :
9 Ya no vemos señales ni quedan profetas:

no hay nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo.

9 quia calix in manu Domini vini meri, plenus misto.
Et inclinavit ex hoc in hoc ;
verumtamen fæx ejus non est exinanita :
bibent omnes peccatores terræ.
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, te insultará el enemigo?

¿Nunca cesará el adversario de despreciar tu Nombre?

10 Ego autem annuntiabo in sæculum ;
cantabo Deo Jacob :
11 ¿Por qué retiras tu mano, Señor,

y la mantienes oculta en el pecho?

11 et omnia cornua peccatorum confringam,
et exaltabuntur cornua justi.
12 Pero tú, oh Dios, eres mi Rey desde el principio,

tú lograste victorias en medio de la tierra:

13 deshiciste el Mar con tu poder

y quebraste las cabezas del dragón marino;

14 aplastaste las cabezas de Leviatán

y lo diste como alimento a las fieras del desierto.

15 Hiciste brotar manantiales y torrentes,

secaste los ríos caudalosos;

16 tuyo es el día, tuya también la noche,

tú afirmaste la luna y el sol;

17 fijaste las fronteras de la tierra,

formaste el verano y el invierno.

18 Recuerda, Señor, que el enemigo te ha ultrajado,

un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre:

19 no entregues a los buitres la vida de tu Paloma

ni te olvides para siempre de los pobres.

20 Ten presente tu alianza,

porque todos los rincones del país

están repletos de violencia.

21 Que el débil no retroceda lleno de confusión,

que el pobre y el oprimido alaben tu Nombre.

22 Levántate, oh Dios, defiende tu causa,

recuerda que el insensato te ultraja sin cesar.

23 No olvides los gritos de tus adversarios,

porque crece el tumulto de los que se alzan contra ti.