Scrutatio

Lunedi, 3 giugno 2024 - San Carlo Lwanga ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 14


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 ¡Feliz el hombre que no ha faltado con su lengua ni es atormentado por el remordimiento!1 Feliz el hombre que no se ha deslizado con su boca,
ni sufre tormento por la tristeza del pecado.
2 ¡Feliz el que no tiene que reprocharse a sí mismo y no ve desvanecerse su esperanza!2 Feliz aquel a quien su conciencia no reprocha,
y que no queda corrido en su esperanza.
3 ¿De qué le sirve la riqueza al mezquino y para qué tiene el avaro su fortuna.3 Para el hombre mezquino no es buena la riqueza,
para el envidioso, ¿de qué sirve el dinero?
4 El que acumula, privándose de todo, acumula para otros, y otros se darán buena vida con sus bienes.4 Quien amontona a expensas de sí mismo, para otros amontona,
con sus bienes se regalarán otros.
5 El que es malo consigo mismo ¿con quién será bueno? Ni él mismo disfruta de su fortuna.5 El que es malo para sí, ¿para quién será bueno?
No logrará contento en medio de sus tesoros.
6 No hay nadie peor que el avaro consigo mismo, y ese es el justo pago de su maldad.6 Nadie peor que el que se tortura a sí mismo,
esa es la paga de su maldad.
7 Si hace algún bien, lo hace por descuido, y termina por revelar su malicia.7 Aun si llega a hacer el bien, lo hace por descuido,
al final dejará ver su maldad.
8 Es un malvado el que mira con envidia, el que da vuelta la cara y menosprecia a los demás.8 Malo es el de ojo envidioso,
que vuelve su rostro y desprecia a los demás.
9 El ojo del ambicioso no está satisfecho con su parte y la ruindad reseca el alma.9 El ojo del avaro no se satisface con su suerte,
la avaricia seca el alma.
10 El miserable mezquina el pan y tiene su mesa siempre vacía.10 El ojo malo se alampa por el pan,
hambriento está en su propia mesa.
11 En la medida de tus recursos, vive bien, hijo mío, y presenta al Señor ofrendas dignas.11 Hijo, trátate bien, conforme a lo que tengas,
y presenta dignamente tus ofrendas al Señor.
12 Recuerda que la muerte no tardará y que el pacto del Abismo no te ha sido revelado.12 Recuerda que la muerte no se tardará,
y que el pacto del seol no se te ha revelado.
13 Antes de morir, haz el bien a tu amigo y dale con largueza, en la medida de tus fuerzas.13 Antes de morir, haz el bien a tu amigo,
según tus medios dale con largueza.
14 No te prives de un día agradable ni desaproveches tu parte de gozo legítimo.14 No te prives de pasarte un buen día,
no se te escape la posesión de un deseo legítimo.
15 ¿Acaso no dejarás a otro el fruto de tus trabajos, y el de tus fatigas, para que lo repartan en herencia?15 ¿No dejarás a otro el fruto de tus trabajos
y el de tus fatigas, para que a suertes se reparta?
16 Da y recibe, olvida tus preocupaciones, porque no hay que buscar delicias en el Abismo.16 Da y recibe, y recrea tu alma,
que en el seol no se puede esperar buena vida.
17 Todo ser viviente envejece como un vestido, porque está en pie la antigua sentencia: «Tienes que morir».17 Toda carne como un vestido envejece,
pues ley eterna es: hay que morir.
18 En el follaje de un árbol tupido, unas hojas caen y otras brotan: así son las generaciones de carne y de sangre, una muere y otra nace.18 Lo mismo que las hojas sobre árbol tupido,
que unas caen y otras brotan,
así la generación de carne y sangre:
una muere y otra nace.
19 Toda obra corruptible desaparece y el que la hizo se irá con ella.19 Toda obra corruptible desaparece,
y su autor se irá con ella.
20 ¡Feliz el hombre que se ocupa de la sabiduría y el que razona con inteligencia,20 Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría,
y que en su inteligencia reflexiona,
21 el que reflexiona sobre los caminos de la sabiduría y penetra en sus secretos!21 que medita sus caminos en su corazón,
y sus secretos considera.
22 El la sigue como un rastreador y se queda al acecho de sus pasos;22 Sale en su busca como el que sigue el rastro,
y en sus caminos se pone al acecho.
23 espía por sus ventanas y escucha atentamente a sus puertas;23 Se asoma a sus ventanas,
y a sus puertas escucha.
24 busca albergue cerca de su casa y clava una estaca en sus muros;24 Acampa muy cerca de su casa,
y clava la clavija en sus muros.
25 instala su carpa cerca de ella y se alberga en la mejor de las moradas;25 Monta su tienda junto a ella,
y se alberga en su albergue dichoso.
26 pone a sus hijos bajo el abrigo de ella y vive a la sombre de sus ramas:26 Pone sus hijos a su abrigo,
y bajo sus ramas se cobija.
27 ella lo protege del calor y él habita en su gloria.27 Por ella es protegido del calor,
y en su gloria se alberga.