Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

Salmos 102


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSVULGATA
1 Oración del afligido que, en su angustia, derrama su llanto ante el Señor.

1 Ipsi David. Benedic, anima mea, Domino,
et omnia quæ intra me sunt nomini sancto ejus.
2 Señor, escucha mi oración

y llegue a ti mi clamor;

2 Benedic, anima mea, Domino,
et noli oblivisci omnes retributiones ejus.
3 no me ocultes tu rostro

en el momento del peligro;

inclina hacia mí tu oído,

respóndeme pronto, cuando te invoco.

3 Qui propitiatur omnibus iniquitatibus tuis ;
qui sanat omnes infirmitates tuas :
4 Porque mis días se disipan como el humo,

y mis huesos arden como brasas;

4 qui redimit de interitu vitam tuam ;
qui coronat te in misericordia et miserationibus :
5 mi corazón se seca, marchitado como la hierba,

¡y hasta me olvido de comer mi pan!

5 qui replet in bonis desiderium tuum ;
renovabitur ut aquilæ juventus tua :
6 Los huesos se me pegan a la piel,

por la violencia de mis gemidos.

6 faciens misericordias Dominus,
et judicium omnibus injuriam patientibus.
7 Me parezco a una lechuza del desierto,

soy como el búho entre las ruinas;

7 Notas fecit vias suas Moysi ;
filiis Israël voluntates suas.
8 estoy desvelado, y me lamento

como un pájaro solitario en el tejado;

8 Miserator et misericors Dominus :
longanimis, et multum misericors.
9 mis enemigos me insultan sin cesar,

y enfurecidos, me cubren de imprecaciones.

9 Non in perpetuum irascetur,
neque in æternum comminabitur.
10 Yo como ceniza en vez de pan

y mezclo mi bebida con lágrimas,

10 Non secundum peccata nostra fecit nobis,
neque secundum iniquitates nostras retribuit nobis.
11 a causa de tu indignación y tu furor,

porque me alzaste en alto y me arrojaste.

11 Quoniam secundum altitudinem cæli a terra,
corroboravit misericordiam suam super timentes se ;
12 Mis días son como sombras que se agrandan,

y me voy secando como la hierba.

12 quantum distat ortus ab occidente,
longe fecit a nobis iniquitates nostras.
13 Pero tú, Señor, reinas para siempre,

y tu Nombre permanece eternamente.

13 Quomodo miseretur pater filiorum,
misertus est Dominus timentibus se.
14 Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,

porque ya es hora de tenerle piedad,

ya ha llegado el momento señalado:

14 Quoniam ipse cognovit figmentum nostrum ;
recordatus est quoniam pulvis sumus.
15 tus servidores sienten amor por esas piedras

y se compadecen de esas ruinas.

15 Homo, sicut f?num dies ejus ;
tamquam flos agri, sic efflorebit :
16 Las naciones temerán tu Nombre, Señor,

y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:

16 quoniam spiritus pertransibit in illo, et non subsistet,
et non cognoscet amplius locum suum.
17 cuando el Señor reedifique a Sión

y aparezca glorioso en medio de ella;

17 Misericordia autem Domini ab æterno,
et usque in æternum super timentes eum.
Et justitia illius in filios filiorum,
18 cuando acepte la oración del desvalido

y no desprecie su plegaria.

18 his qui servant testamentum ejus,
et memores sunt mandatorum ipsius ad faciendum ea.
19 Quede esto escrito para el tiempo futuro

y un pueblo renovado alabe al Señor:

19 Dominus in cælo paravit sedem suam,
et regnum ipsius omnibus dominabitur.
20 porque él se inclinó desde su alto Santuario

y miró a la tierra desde el cielo,

20 Benedicite Domino, omnes angeli ejus :
potentes virtute, facientes verbum illius,
ad audiendam vocem sermonum ejus.
21 para escuchar el lamento de los cautivos

y librar a los condenados a muerte.

21 Benedicite Domino, omnes virtutes ejus ;
ministri ejus, qui facitis voluntatem ejus.
22 para proclamar en Sión el nombre del Señor

y su alabanza en Jerusalén,

22 Benedicite Domino, omnia opera ejus :
in omni loco dominationis ejus,
benedic, anima mea, Domino.
23 cuando se reúnan los pueblos y los reinos,

y sirvan todos juntos al Señor.

24 Mis fuerzas se debilitaron por el camino

y se abreviaron mis días;

25 pero yo digo: «Dios mío,

no me lleves en la mitad de mi vida,

tú que permaneces para siempre».

26 En tiempos remotos, fundaste la tierra,

y el cielo es obra de tus manos;

27 ellos se acaban, y tú permaneces:

se desgastan lo mismo que la ropa,

los cambias como a un vestido, y ellos pasan.

28 Tú, en cambio, eres siempre el mismo,

y tus años no tienen fin.

29 Los hijos de tus servidores tendrán una morada

y su descendencia estará segura ante ti.