Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

1 Tesalonicenses 4


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús a que viváis como conviene que viváis para agradar a Dios, según aprendisteis de nosotros, y a que progreséis más.1 Por lo demás, hermanos, los rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía.
2 Sabéis, en efecto, las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús.2 Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
3 Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación,3 La voluntad de Dios es que sean santos, que se abstengan del pecado carnal,
4 que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor,4 que cada uno sepa usar de su cuerpo con santidad y respeto,
5 y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.5 sin dejarse llevar de la pasión desenfrenada, como hacen los paganos que no conocen a Dios.
6 Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto, pues el Señor se vengará de todo esto, como os lo dijimos ya y lo atestiguamos,6 Que nadie se atreva a perjudicar ni a dañar en esto a su hermano, porque el Señor hará justicia por todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y atestiguado.
7 pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.7 Dios, en efecto, no nos llamó a la impureza, sino a la santidad.
8 Así pues, el que esto deprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os hace don de su Espíritu Santo.8 Por eso, el que desprecia estas normas, no desprecia a un hombre, sino a Dios, a ese Dios que les ha dado su Espíritu Santo.
9 En cuanto al amor mutuo, no necesitáis que os escriba, ya que vosotros habéis sido instruidos por Dios para amaros mutuamente.9 Acerca del amor fraterno, no es necesario que les escriba, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse los unos a los otros,
10 Y lo practicáis bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero os exhortamos, hermanos, a que continuéis practicándolo más y más,10 y así lo están haciendo con todos los hermanos de Macedonia. Pero yo los exhorto, hermanos, a hacer mayores progresos todavía.
11 y a que ambicionéis vivir en tranquilidad, ocupándoos en vuestros asuntos, y trabajando con vuestras manos, como os lo tenemos ordenado,11 Que sea cuestión de honor para ustedes vivir en paz, cumpliendo cada uno sus obligaciones y trabajando con sus manos, de acuerdo con mis directivas.
12 a fin de que viváis dignamente ante los de fuera, y no necesitéis de nadie.12 Así llevarán una vida digna a la vista de los paganos y no les faltará nada.
13 Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza.13 No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús.14 Porque nosotros creemos que Jesús murió y resucitó: de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él.
15 Os decimos eso como Palabra des Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron.15 Queremos decirles algo, fundados en la Palabra del Señor: los que vivamos, los que quedemos cuando venga el Señor, no precederemos a los que hayan muerto.
16 El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar.16 Porque a la señal dada por la voz del Arcángel y al toque de la trompeta de Dios, el mismo Señor descenderá del cielo. Entonces, primero resucitarán los que murieron en Cristo.
17 Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.17 Después nosotros, los que aún vivamos, los que quedemos, serenos llevados con ellos al cielo, sobre las nubes, al encuentro de Cristo, y así permaneceremos con el Señor para siempre.
18 Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.18 Consuélense mutuamente con estos pensamientos.