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Sabato, 4 maggio 2024 - San Ciriaco ( Letture di oggi)

Deuteronomio 34


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Moisés subió de las Estepas de Moab al monte Nebo, cumbre del Pisgá, frente a Jericó, y Yahveh le mostró la tierra entera: Galaad hasta Dan,1 Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan,
2 todo Neftalí, la tierra de Efraím y de Manasés, toda la tierra de Judá, hasta el mar Occidental,2 todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental,
3 el Négueb, la vega del valle de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Soar.3 el Négueb, el Distrito y el valle de Jericó –la Ciudad de las Palmeras– hasta Soar.
4 Y Yahveh le dijo: «Esta es la tierra que bajo juramento prometí a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia se la daré. Te dejo verla con tus ojos, pero no pasarás a ella».4 Y el Señor le dijo: «Esta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: «Yo se la daré a tus descendientes». Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella».
5 Allí murió Moisés, servidor de Yahveh, en el país de Moab, como había dispuesto Yahveh.5 Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había dispuesto.
6 Le enterró en el Valle, en el País de Moab, frente a Bet Peor. Nadie hasta hoy ha conocido su tumba.6 El mismo lo enterró en el Valle, en el país de Moab, frente a Bet Peor, y nadie, hasta el día de hoy, conoce el lugar donde fue enterrado.
7 Tenía Moisés 120 años cuando murió; y no se había apagado su ojo ni se había perdido su vigor.7 Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor.
8 Los israelitas lloraron a Moisés treinta días en las Estepas de Moab; cumplieron así los días de llanto por el duelo de Moisés.8 Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés.
9 Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, cumpliendo la orden que Yahveh había dado a Moisés.9 Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había impuesto sus manos sobre él; y los israelitas le obedecieron, obrando de acuerdo con la orden que el Señor había dado a Moisés.
10 No ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien Yahveh trabata cara a cara,10 Nunca más surgió en Israel un profeta igual a Moisés –con quien el Señor departía cara a cara–
11 nadie como él en todas las señales y prodigios que Yahveh le envió a realizar en el país de Egipto, contra Faraón, todos sus siervos y todo su país,11 ya sea por todas las señalas y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país,
12 y en la mano tan fuerte y el gran terror que Moisés puso por obra a los ojos de todo Israel.12 ya sea por la gran fuerza y el terrible poder que él manifestó en presencia de todo Israel.