Scrutatio

Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Deuteronomio 15


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Cada siete años harás remisión.1 Al cabo de cada siete años, harás una remisión.
2 En esto consiste la remisión. Todo acreedor que posea una prenda personal obtenida de su prójimo, le hará remisión; no apremiará a su prójimo ni a su hermano, si se invoca la remisión en honor de Yahveh.2 La remisión consiste en lo siguiente: Todo acreedor condenará a su prójimo el préstamo que le haya concedido. No hará ninguna demanda a su prójimo –es decir, a su hermano– porque se ha proclamado una remisión en homenaje al Señor.
3 Podrás apremiar al extranjero, pero a tu hermano le concederás la remisión de lo que te debe.3 Podrás, eso sí, demandar al extranjero, pero deberás liberar a tu hermano del derecho que tengas sobre él.
4 Cierto que no debería haber ningún pobre junto a ti, porque Yahveh te otorgará su bendición en la tierra que Yahveh tu Dios te da en herencia para que la poseas,4 Por lo demás, no habrá ninguna pobre a tu lado porque el Señor te bendecirá abundantemente en la tierra que él te da como herencia.
5 pero sólo si escuchas de verdad la voz de Yahveh tu Dios cuidando de poner en práctica todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy.5 con esta sola condición: que escuches su voz, practicando cuidadosamente todo este mandamiento que hoy te prescribo.
6 Sí, Yahveh tu Dios te bendecirá como te ha dicho: prestarás a naciones numerosas, y tú no pedirás prestado, dominarás a naciones numerosas, y a ti no te dominarán.6 Sí, el Señor, tu Dios, te bendecirá como te lo ha prometido: tú prestarás a muchas naciones, sin tener necesidad de pedirles prestado, y dominarás a muchas naciones sin que ellas te dominen.
7 Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre,7 Si hay algún pobre entre tus hermanos, en alguna de las ciudades del país que el Señor, tu Dios, te da, no endurezcas tu corazón ni le cierres tu mano.
8 sino que le abrirás tu mano y le prestarás lo que necesite para remediar su indigencia.8 Abrele tu mano y préstale lo que necesite para remediar su indigencia.
9 Cuida de no abrigar en tu corazón estos perversos pensamientos: «Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión», para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada; él apelaría a Yahveh contra ti y te cargarías con un pecado.9 No abrigues en tu corazón estos perversos pensamientos: «Ya está cerca el séptimo año, el año de la remisión», mirando por eso con malos ojos a tu hermano pobre, para no darle nada. Porque él apelaría al Señor y tú te harías culpable de un pecado.
10 Cuando le des algo, se lo has de dar de buena gana, que por esta acción te bendecirá Yahveh, tu Dios en todas tus obras y en todas tus empresas.10 Cuando le des algo, lo harás de buena gana. Así el Señor te bendecirá en todas tus obras y en todas las empresas que realices.
11 Pues no faltarán pobres en esta tierra; por eso te doy yo este mandamiento: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquel de los tuyos que es indigente y pobre en tu tierra.11 Es verdad que nunca faltarán pobres en tu país. Por eso yo te ordeno: abre generosamente tu mano el pobre, al hermano indigente que vive en tu tierra.
12 Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá durante seis años y al séptimo le dejarás libre.12 Si tu hermano hebreo –sea hombre o mujer– se vende a ti. te servirá durante seis años y al séptimo año, lo dejarás en libertad.
13 Al dejarle libre, no le mandarás con las manos vacías;13 Cuando le concedas la libertad, no lo envíes con las manos vacías.
14 le harás algún presente de tu ganado menor, de tu era y de tu lagar; le darás según como te haya bendecido Yahveh tu Dios.14 Llénalo de presentes tomados de tu ganado menor, de tu era y de tu lagar, haciéndolo partícipe de los bienes con que el Señor, tu Dios, te bendiga.
15 Recordarás que tu fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yahveh tu Dios te rescató: por eso te mando esto hoy.15 Recuerda que tú fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató. Por eso ahora te doy esta orden.
16 Pero si él te dice: «No quiero marcharme de tu lado», porque te ama, a ti y a tu casa, porque le va bien contigo,16 Pero si él te dice. «No quiero alejarme de ti» –porque te ama. y ama también a tu familia y se siente feliz a tu lado–
17 tomarás un punzón, le horadarás la oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre. Lo mismo harás con tu sierva.17 entonces tomarás una lezna y le perforarás la oreja contra la puerta de tu casa: así será tu esclavo para siempre. Lo mismo deberás hacer con tu esclava.
18 No se te haga demasiado duro el dejarle en libertad, porque el haberte servido seis años vale por un doble salario de jornalero. Y Yahveh tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.18 Que no te resulte penoso dejarlo en libertad, porque el servicio que te presto durante seis años vale el doble del salario de un jornalero. Entonces el Señor te bendecirá en todas sus empresas.
19 Todo primogénito que nazca en tu ganado mayor o menor, si es macho, lo consagraras a Yahveh tu Dios. No someterás al trabajo al primogénito de tu vaca ni esquilarás al primogénito de tu oveja.19 Consagra al Señor, tu Dios, todos los primogénitos machos de tu ganado mayor y menor. Tú no trabajarás con el primogénito de tus vacas ni esquilarás al primogénito de tus ovejas.
20 Lo comerás, tú y tu casa, cada año, en presencia de Yahveh tu Dios, en el lugar elegido por Yahveh.20 Los comerás cada año junto con tu familia, en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que el Señor elija.
21 Si tiene alguna tara, si es cojo o ciego o con algún otro defecto grave, no lo sacrificarás a Yahveh tu Dios.21 Pero si es defectuoso –si es rengo, ciego o tiene cualquier otro defecto grave– no lo sacrificarás al Señor, tu Dios.
22 Lo comerás en tus ciudades, lo mismo el puro que el impuro, como si fuese gacela o ciervo;22 Lo comerás como se come una gacela o un ciervo. Podrán comerlo igualmente el puro y el impuro.
23 sólo la sangre no la comerás; la derramarás en tierra como agua.23 Sólo te abstendrás de comer la sangre: la derramarás en la tierra como si fuera agua.