Scrutatio

Giovedi, 2 maggio 2024 - Sant´ Atanasio ( Letture di oggi)

Levítico 27


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo;1 El Señor dijo a Moisés:
2 Habla a los israelitas y diles: Si alguien quiere cumplir ante Yahveh un voto relativo al valor de tasación de una persona,2 Habla en estos términos a los israelitas: Si alguien ofrece como voto al Señor la suma equivalente a una persona,
3 si se trata de un varón de veinte a sesenta años, el valor se estimará en cincuenta siclos de plata, en siclos del santuario.3 se aplicará la siguiente tasación: Si es un varón de veinte a sesenta años, la suma será de cincuenta siclos de plata, en siclos del Santuario;
4 Mas si se trata de una mujer, el valor será de treinta siclos.4 y si es una mujer, la suma será de treinta siclos.
5 De los cinco a los veinte años el valor será: para varón, veinte siclos; para mujer, diez siclos.5 Si la edad es de cinco a veinte años, la suma será de veinte siclos por un varón y de diez por una mujer.
6 De un mes hasta la edad de cinco años, el valor será: para niño, cinco siclos de plata; para niña, tres siclos de plata.6 Si la edad es de un mes a cinco años, la suma será de cinco siclos de plata por un varón y de tres por una mujer.
7 De sesenta años en adelante el valor será: para varón, quince siclos; para mujer, diez siclos.7 Si la edad es de sesenta años en adelante, la suma será de quince siclos por un varón y de diez por una mujer.
8 Si uno es tan pobre que no puede pagar esta valoración, presentará la persona al sacerdote, el cual estimará su valor; el sacerdote la valuará en proporción a los recursos del oferente.8 Pero si el oferente es demasiado pobre para pagar la suma establecida, se presentará al sacerdote, el cual fijará un equivalente proporcionado a los recursos del que hace el voto.
9 Si se trata de un animal que se puede ofrecer a Yahveh como ofrenda, todo lo que se entregue así a Yahveh será cosa sagrada.9 Si alguien entrega un animal de los que pueden ser presentados al Señor como ofrenda, el animal ofrecido será una cosa sagrada.
10 No se cambiará ni se sustituirá bueno por malo, ni malo por bueno; y si se sustituye un animal por otro, tanto el permutado como su sustituto serán cosa sagrada.10 No está permitido cambiarlo o sustituirlo por otro, ya sea bueno por malo o malo por bueno. Si alguien sustituye un animal por otro, tanto el animal ofrecido como su sustituto serán una cosa sagrada.
11 Mas si se trata de un animal impuro, de los que no se pueden ofrecer como ofrenda a Yahveh, se presentará el animal al sacerdote,11 Si se trata de un animal impuro, que no puede ser presentado como ofrenda al Señor, será presentado ante el sacerdote,
12 el cual lo tasará según sea bueno o malo; y se estará a su tasación.12 el cual lo tasará. Sea alta o baja, se aceptará la tasación fijada por el sacerdote;
13 Si uno quiere rescatarlo, añadirá un quinto más a su valuación.13 y si alguien quiere rescatar el animal, tendrá que añadir un quinto más a la suma establecida.
14 Si alguno consagra su casa, como cosa sagrada, a Yahveh, el sacerdote la tasará, según sea buena o mala. Conforme a la tasación del sacerdote, así se fijará.14 Si un hombre consagra su casa al Señor, el sacerdote deberá tasarla. Sea alta o baja, se aceptará la tasación fijada por el sacerdote.
15 Si el que consagró la casa desea rescatarla, añadirá la quinta parte al precio de su tasación, y será suya.15 Y si el que consagró su casa desea rescatarla, deberá añadir un quinto a la suma en que ha sido tasada, y así volverá a ser suya.
16 Si uno consagra parte del campo de su propiedad a Yahveh, será estimado según su sembradura, a razón de cincuenta siclos de plata por cada carga de cebada de sembradura.16 Si un hombre consagra al Señor algún terreno de su propiedad, este será tasado según la cantidad de semilla que se pueda sembrar en él: cincuenta siclos de plata por cada cuatrocientos kilos de semilla de cebada.
17 Si él consagró su campo durante el año del jubileo se atenderá a esta tasación.17 Si lo consagra en el año mismo del jubileo, se mantendrá esta tasación.
18 Pero si consagra su campo después del jubileo, el sacerdote calculará su precio a razón de los años que quedan hasta el año del jubileo; y lo descontará de la tasación.18 Pero si consagra su campo después del jubileo, el sacerdote deberá computar el precio en razón de los años que falten para el jubileo, y así se hará el descuento correspondiente.
19 Si el que consagró el campo desea rescatarlo, añadirá la quinta parte al precio de la tasación, y será suyo.19 Si el que consagró su campo lo quiere rescatar, tendrá que añadir un quinto a la suma en que ha sido tasado, y así volverá a ser suyo.
20 Pero si nos rescata el campo, y éste se vende o otro, el campo no podrá ser rescatado en adelante.20 Pero si no rescata su campo y este es vendido a otro, ya no será rescatable:
21 Ese campo, cuando quede libre en el jubileo, será consagrada a Yahveh como campo de anatema y será propiedad del sacerdote.21 cuando quede libre en el año jubilar, será consagrado al Señor como si fuera un terreno interdicto, y pasará a ser propiedad del sacerdote.
22 Si alguno consagra a Yahveh un campo que compró y que no forma parte de su propiedad,22 Si alguien consagra al Señor un campo que compró, pero que no es terreno de su propiedad,
23 el sacerdote calculará el importe de su valor hasta el año del jubileo; y él pagará ese mismo día la suma de la tasación como cosa sagrada de Yahveh.23 deberá computar el importe de su valor hasta el año del jubileo, y la persona pagará ese mismo día la suma en que ha sido tasado, como una ofrenda consagrada al Señor.
24 El año del jubileo volverá el campo al vendedor, al que pertenece como propiedad de la tierra.24 En el año jubilar el campo volverá al que lo vendió, o sea, al verdadero propietario de la tierra.
25 Toda tasación se hará en siclos del santuario; veinte óbolos equivalen a un siclo.25 Todas las tasaciones se harán en siclos del Santuario; cada siclo equivale a veinte gueras.
26 Nadie, sin embargo, podrá consagrar los primogénitos de su ganado que ya, por ser tales, pertenecen a Yahveh. Sean del ganado mayor o del menor, pertenecen a Yahveh.26 Sin embargo, nadie podrá consagrar un primogénito de su ganado, ya que, por ser primogénito, pertenece al Señor: sea que se trate de un ternero o de un cordero, pertenecen al Señor.
27 Si se trata de un animal impuro, y lo quiere rescatar según la tasación, añadirá la quinta parte al precio; pero si no es rescatado, será vendido, conforme a la tasación.27 Pero si se trata de animales impuros, podrán ser rescatados por la suma en que hayan sido tasados, añadiendo una quinta parte de su valor. Si no es rescatado, el animal será vendido por la suma establecida.
28 Nada de lo que a uno pertenece - hombre, animal o campo de su propiedad - que haya sido consagrado a Yahveh con anatema podrá venderse ni rescatarse. Todo anatema es cosa sacratísima para Yahveh.28 Ninguno de los bienes que pertenecen a una persona –ya sea un hombre, un animal o un campo de su propiedad– podrá ser vendido o rescatado si ha sido consagrado al Señor por el exterminio total: todas esas cosas están exclusivamente consagradas al Señor.
29 Ningún ser humano consagrado como anatema podrá ser rescatado; deberá morir.29 Tampoco podrá ser liberada ninguna persona que deba ser exterminada, sino que se le hará morir.
30 El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles, es de Yahveh; es cosa sagrada de Yahveh.30 La décima parte de lo que produce la tierra –tanto los campos sembrados como los árboles frutales– pertenece al Señor: es una cosa consagrada al Señor.
31 Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, añadirá la quinta parte de su valor.31 Si un hombre quiere rescatar alguna parte de sus diezmos, deberá añadir un quinto de su valor.
32 Todo diezmo de ganado mayor o menor, es decir, cada décima cabeza que pasa bajo el cayado, será cosa sagrada de Yahveh.32 La décima parte del ganado mayor o menor –o sea, uno cada diez de todos los animales que pasan bajo el cayado del pastor– será consagrada al Señor.
33 No se escogerá entre animal bueno o malo, ni se le puede sustituir; y si se hace cambio, tanto el animal permutado como su sustituto serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.33 Nadie deberá seleccionar entre lo bueno y lo malo, o sustituir uno por otro. Si hace el sustituto serán una cosa sagrada, y no se los podrá rescatar.
34 Estos son los mandamientos que Yahveh encomendó a Moisés para los hijos de Israel en el monte Sinaí.34 Estos son los mandamientos que el Señor dio a Moisés para los israelitas sobre la montaña del Sinaí.