Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

2 Macabeos 11


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Muy poco tiempo después, Lisias, tutor y pariente del rey, que estaba al frente de los negocios, muy contrariado por lo sucedido,1 Muy poco tiempo después, Lisias, tutor y familiar del rey, que estaba al frente de los asuntos de Estado,
2 reunió unos 80.000 hombres con toda la caballería, y se puso en marcha contra los judíos, con la intención de hacer de la ciudad una población de griegos,2 reunió unos ochenta mil hombres y toda la caballería, y marchó contra los judíos. Tenía la intención de convertir la ciudad en un lugar de residencia para los griegos,
3 convertir el Templo en fuente de recursos, como los demás recintos sagrados de los gentiles, y poner cada año en venta la dignidad del sumo sacerdocio.3 de hacer del Santuario una fuente de recursos, como los otros santuarios de los paganos, y de poner en venta cada año el cargo de Sumo Sacerdote.
4 No tenía en cuenta en absoluto el poder de Dios, engreído como estaba con sus miríadas de infantes, sus millares de jinetes y sus ochenta elefantes.4 El no tenía en cuenta para nada el poder de Dios, porque estaba engreído con sus regimientos de infantería, sus millares de jinetes y sus ochenta elefantes.
5 Entró en Judea, se acercó a Bet Sur, plaza fuerte que dista de Jerusalén unas cinco esjenas, y la cercó estrechamente.5 Una vez que penetró en Judea, se acercó a Betsur, una plaza fuerte que distaba unos veintiocho kilómetros de Jerusalén, y la sitió.
6 En cuanto los hombres de Macabeo supieron que Lisias estaba sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lágrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a Israel.6 Cuando los partidarios del Macabeo supieron que Lisias había sitiado la fortaleza, comenzaron a suplicar al Señor con gemidos y lágrimas, unidos a la multitud, pidiéndole que enviara un ángel protector para salvar a Israel.
7 Macabeo en persona tomó el primero las armas y exhortó a los demás a que juntamente con él afrontaran el peligro y auxiliaran a sus hermanos. Ellos se lanzaron juntos con entusiasmo.7 El propio Macabeo, que fue el primero en empuñar las armas, exhortó a los demás a afrontar el peligro junto a él, a fin de salvar a sus hermanos. Todos se lanzaron al combate con gran entusiasmo
8 Cuando estaban cerca de Jerusalén, apareció poniéndose al frente de ellos, un jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro.8 y, cuando todavía estaban cerca de Jerusalén, apareció al frente de ellos un jinete con vestiduras blancas y esgrimiendo armas de oro.
9 Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y y sintieron enardecerse sus ánimos, dispuestos a atravesar no sólo a hombres, sino aun a las fieras más salvajes murallas de hierro.9 Todos bendijeron unánimemente al Dios misericordioso, y se enardecieron de tal manera, que estaban dispuestos a acometer, no sólo contra los hombres, sino también contra las bestias más feroces y aun contra murallas de hierro.
10 Avanzaban equipados, con el aliado enviado del Cielo, porque el Señor se había compadecido de ellos.10 Así avanzaron en orden de batalla, protegidos por su aliado celestial, porque el Señor se había compadecido de ellos.
11 Se lanzaron como leones sobre los enemigos, abatieron 11.000 infantes y 1.600 jinetes, y obligaron a huir a todos los demás.11 Y lanzándose como leones contra los enemigos, derribaron a once mil soldados y a mil seiscientos jinetes, y a todos los demás los obligaron a huir.
12 La mayoría de éstos escaparon heridos y desarmados; el mismo Lisias se salvó huyendo vergonzosamente.12 La mayoría de estos escaparon heridos y sin armas, y el mismo Lisias se salvó huyendo vergonzosamente.
13 Pero Lisias no era hombre sin juicio. Reflexionando sobre la derrota que acababa de sufrir, y comprendiendo que los hebreos eran invencibles porque el Dios poderoso luchaba con ellos,13 Como Lisias no era ningún insensato, reflexionó sobre la derrota que acababa de sufrir, y reconoció que los hebreos eran invencibles porque el Dios poderoso combatía con ellos.
14 les propuso por una embajada la reconciliación bajo toda clase de condiciones justas; y que además obligaría al rey a hacerse amigo de ellos.14 Entonces les envió una embajada para proponerles una reconciliación en condiciones razonables, prometiéndoles que induciría al rey a hacerse amigo de ellos.
15 Macabeo asintió a todo lo que Lisias proponía, preocupado por el interés público; pues el rey concedió cuanto Macabeo había pedido por escrito a Lisias acerca de los judíos.15 El Macabeo, no teniendo otra preocupación que el bien público, accedió a todas las propuestas de Lisias; y el rey concedió todo lo que el Macabeo había pedido por escrito a Lisias en favor de los judíos.
16 La carta escrita por Lisias a los judíos decía lo siguiente: «Lisias saluda a la población de los judíos.16 La carta escrita por Lisias a los judíos decía lo siguiente: «Lisias saluda a la comunidad de los judíos.
17 Juan y Absalón, vuestros enviados, al entregarme el documento copiado a continuación, me han rogado una respuesta sobre lo que en el mismo se significaba.17 Juan y Absalón, los legados de ustedes, al entregarme por escrito sus peticiones, me han pedido una respuesta favorable respecto de lo allí consignado.
18 He dado cuenta al rey de todo lo que debía exponérsele; lo que era de mi competencia lo he concedido.18 Ya he comunicado al rey todo lo que era necesario notificarle, y él ha otorgado todo lo que le pareció admisible.
19 Por consiguiente, si mantenéis vuestra buena disposición hacia el Estado, también yo procuraré en adelante colaborar en vuestro favor.19 Por lo tanto, si mantienen su buena disposición respecto del Estado, yo procuraré favorecerlos en adelante.
20 En cuanto a los detalles, tengo dada orden a vuestros enviados y a los míos de que los discutan con vosotros.20 En cuanto a las cuestiones de detalle, he dado instrucciones a sus enviados y a los míos, para que las discutan con ustedes.
21 Seguid bien. Año 148, el veinticuatro de Dióscoro».21 ¡Qué les vaya bien! Año ciento cuarenta y ocho, el veinticuatro del mes de Dióscoro».
22 La carta del rey decía lo siguiente: «El rey Antíoco saluda a su hermano Lisias.22 La carta del rey estaba concebida en estos términos: «El rey Antíoco saluda a su hermano Lisias.
23 Habiendo pasado nuestro padre donde los dioses, deseamos que los súbditos del reino vivan sin inquietudes para entregarse a sus propias ocupaciones.23 Habiendo pasado nuestro padre a la compañía de los dioses, deseamos que los súbditos de nuestro reino puedan dedicarse sin temor al cuidado de sus propios intereses.
24 Teniendo oído que los judíos no están de acuerdo en adoptar las costumbres griegas, como era voluntad de mi padre, sino que prefieren seguir sus propias costumbres, y ruegan que se les permita acomodarse a sus leyes,24 Y como hemos sabido que los judíos no quieren adoptar las costumbres helénicas prometidas por nuestro padre, sino que prefieren seguir sus propias costumbres y piden que se les permita vivir conforme a sus leyes,
25 deseosos, por tanto, de que esta nación esté tranquila, decidimios que se les restituya el Templo y que puedan vivir según las costumbres de sus antepasados.25 deseosos de que también esta nación esté tranquila, decretamos que su Santuario sea restituido a su primitivo estado y que ellos se gobiernen de acuerdo con las costumbres de sus antepasados.
26 Bien harás, por tanto, en enviarles emisarios que les den la mano, para que al saber nuestra determinación, se sientan confiados y se dediquen con agrado a sus propias ocupaciones».26 Por lo tanto, harás un buen servicio enviándoles una embajada de paz, a fin de que, conociendo nuestra decisión, puedan vivir confiados y se dediquen de buen ánimo a sus propias ocupaciones».
27 La carta del rey a la nación era como sigue: «El rey Antíoco saluda al Senado de los judíos y a los demás judíos.27 Esta es la carta del rey al pueblo: «El rey Antíoco saluda al Consejo de los ancianos y a todos los judíos.
28 Sería nuestro deseo que os encontrarais bien; también nosotros gozamos de salud.28 Es nuestro deseo que se encuentren bien. También nosotros gozamos de perfecta salud.
29 Menelao nos ha manifestado vuestro deseo de volver a vuestros hogares.29 Menelao nos ha hecho saber el deseo que ustedes tienen de volver a sus propios hogares.
30 A los que vuelvan antes del treinta del mes de Xántico se les ofrece la mano y libertad30 A todos los que se pongan en camino antes del treinta del mes de Xántico, se les asegura la impunidad.
31 para que los judíos se sirvan de sus propios alimentos y leyes como antes, y ninguno de ellos sea molestado en modo alguno a causa de faltas cometidas por ignorancia.31 Los judíos podrán gobernarse según sus leyes, como lo hacían antes, especialmente en lo que se refiere a los alimentos, y ninguno de ellos será molestado para nada a causa de las faltas cometidas por ignorancia.
32 He enviado a Menelao para que os anime.32 Les envió además a Menelao para que les infunda confianza.
33 Seguid bien. Año 148, día quince de Xántico».33 ¡Qué les vaya bien! Año ciento cuarenta y ocho, el quince del mes de Xántico.
34 También los romanos les enviaron una carta con el siguiente contenido: «Quinto Memmio, Tito Manilio, Manio Sergio, legados de los romanos, saludan al pueblo de los judíos.34 También los romanos enviaron a los judíos la siguiente carta: «Quinto Memio y Tito Manio, legados de los romanos, saludan al pueblo de los judíos.
35 Nosotros damos nuestro consentimiento a lo que Lisias, pariente del rey, os ha concedido.35 Damos nuestro consentimiento a todo lo que les ha concedido Lisias, familiar del rey.
36 Pero en relación con lo que él decidió presentar al rey, mandadnos algún emisario en cuanto lo hayáis examinado, para que lo expongamos en la forma que os conviene, ya que nos dirigimos a Antioquía,36 Pero en lo que respecta a lo que él consideró que debía someter al juicio del rey, envíennos urgentemente a alguien con instrucciones detalladas sobre el particular, para que las expongamos como les conviene a ustedes, ya que vamos a ir a Antioquía.
37 Daos prisa, por tanto; enviadnos a algunos, para que también nosotros conozcamos cuál es vuestra opinión.37 Mándennos a algunos lo antes posible, a fin de que también nosotros conozcamos el punto de vista de ustedes.
38 Seguid en buena salud. Año 148, día quince de Dióscoro».38 ¡Salud! Año ciento cuarenta y ocho, el quince del mes de Xántico.