Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

1 Samuel 24


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Subió de allí David y se asentó en los refugios de Engadí.1 David subió de allí y se estableció en los sitios bien protegidos de Engadí.
2 Cuando regresó Saúl de perseguir a los filisteos, le avisaron: «David está en el desierto de Engadí».2 Cuando Saúl volvió a perseguir a los filisteos, le dieron esta noticia: «David está en el desierto de Engadí».
3 Tomó entonces Saúl 3.000 hombres selectos de todo Israel y partió en busca de David y de sus hombres al este del roquedal de Yeelim.3 Entonces reunió a tres mil hombres seleccionados entre todo Israel y partió en busca de David y sus hombres, hacia las Peñas de las Cabras salvajes.
4 Llegó a unos rediles de ganado junto al camino; había allí una cueva y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. David y sus hombres estaban instalados en el fondo de la cueva.4 Al llegar a los corrales de ovejas que están junto al camino, donde había una cueva, Saúl entró a hacer sus necesidades. En el fondo de la cueva, estaban sentados David y sus hombres.
5 Los hombres de David le dijeron: «Mira, este es el día que Yahveh te anunció: Yo pongo a tu enemigo en tus manos, haz de él lo que te plazca». Levantóse David y silenciosamente cortó la punta del manto de Saúl.5 Ellos le dijeron: «Este es el día en que el Señor te dice: "Yo pongo a tu enemigo en tus manos; tú lo tratarás como mejor te parezca"». Entonces David se levantó y cortó sigilosamente el borde del manto de Saúl.
6 Después su corazón le latía fuertemente por haber cortado la punta del manto de Saúl,6 Pero después le remordió la conciencia, por haber cortado el borde del manto de Saúl,
7 y dijo a sus hombres: «Yahveh me libre de hacer tal cosa a mi señor y de alzar mi mano contra él, porque es el ungido de Yahveh».7 y dijo a sus hombres: «¡Dios me libre de hacer semejante cosa a mi señor, el ungido del Señor! ¡No extenderé mi mano contra él, porque es el ungido del Señor!».
8 David habló con energía a sus hombres para que no se lanzasen contra Saúl. Saúl marchó de la cueva y continuó su camino,8 Con estas palabras, David retuvo a sus hombres y no dejó que se abalanzaran sobre Saúl. Así Saúl abandonó la cueva y siguió su camino.
9 tras lo cual se levantó David, salió de la cueva y gritó detrás de Saúl: «¡Oh rey, mi señor!» Volvió Saúl la vista, e inclinándose David, rostro en tierra, se postró ante él,9 Después de esto, David se levantó, salió de la cueva y gritó detrás de Saúl: «¡Mi señor, el rey!». Saúl miró hacia atrDavid, iclinándose con el rostro en tierra, se postró
10 y dijo David a Saúl: «¿Por qué escuchas a las gentes que te dicen: David busca tu ruina?10 y le dijo: «¿Por qué haces caso a los rumores de la gente, cuando dicen que David busca tu ruina?
11 Hoy mismo han visto tus ojos que Yahveh te ha puesto en mis manos en la cueva, pero no he querido matarte, te he perdonado, pues me he dicho: No alzaré mi mano contra mi señor, porque es el ungido de Yahveh.11 Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te puso en mis manos dentro de la cueva. Aquí se habló de matarte, pero yo tuve compasión de ti y dije: "No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido del Señor".
12 Mira, padre mío, mira la punta de tu manto en mi mano; si he cortado la punta de tu manto y no te he matado, reconoce y mira que no hay en mi camino maldad ni crimen, ni he pecado contra ti, mientras que tú me pones insidias para quitarme la vida.12 ¡Mira, padre mío, sí, mira en mi mano el borde de tu manto! Si yo corté el borde de tu manto y no te maté, tienes que comprender que no hay en mí ni perfidia ni rebeldía, y que no he pecado contra ti. ¡Eres tú el que me acechas para quitarme la vida!
13 Que juzgue Yahveh entre los dos y que Yahveh me vengue de ti, pero mi mano no te tocará,13 Que el Señor juzgue entre tú y yo, y que él me vengue de ti. Pero mi mano no se alzará contra ti.
14 pues como dice el antiguo proverbio: De los malos sale malicia, pero mi mano no te tocará.14 "La maldad engendra maldad", dice el viejo refrán. Pero yo no alzaré mi mano contra ti.
15 ¿Contra quién sale el rey de Israel, a quién estás persiguiendo? A un perro muerto, a una pulga.15 ¿Detrás de quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién estás persiguiendo? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga!
16 Que Yahveh juzgue y sentencie entre los dos, que él vea y defienda mi causa y me haga justicia librándome de tu mano».16 ¡Que el Señor sea el árbitro y juzgue entre tú y yo; que él examine y defienda mi causa, y me haga justicia, librándome de tu mano!».
17 Cuando David hubo acabado de decir estas palabras a Saúl, dijo Saúl: «¿Es ésta tu voz, hijo mío David?» Y alzando Saúl su voz, rompió a llorar,17 Cuando David terminó de dirigir estas palabras a Saúl, este exclamó: «¿No es esa tu voz, hijo mío, David?», y prorrumpió en sollozos.
18 y dijo a David: «Más justo eres tú que yo, pues tú me haces beneficios y yo te devuelvo males;18 Luego dijo a David: «La justicia está de tu parte, no de la mía. Porque tú me has tratado bien y yo te he tratado mal.
19 hoy has mostrado tu bondad, pues Yahveh me ha puesto en tus manos y no me has matado.19 Hoy sí que has demostrado tu bondad para conmigo, porque el Señor me puso en tus manos y tú no me mataste.
20 ¿Qué hombre encuentra a su enemigo y le permite seguir su camino en paz? Que Yahveh te premie por el bien que hoy me has hecho.20 Cuando alguien encuentra a su enemigo, ¿lo deja seguir su camino tranquilamente? ¡Que el Señor te recompense por el bien que me has hecho hoy!
21 Ahora tengo por cierto que reinarás y que el reino de Israel se afirmará en tus manos.21 Ahora sé muy bien que tú serás rey y que la realeza sobre Israel se mantendrá firme en tus manos.
22 Ahora, pues, júrame por Yahveh que no exterminarás mi descendencia después de mí y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre».22 Júrame, entonces, que el Señor, que no extirparás mi descendencia después de mí, ni borrarás el nombre de mi familia».
23 David se lo juró a Saúl. Saúl se fue a su casa y David y sus hombres subieron al refugio.23 Así se lo juró David a Saúl, y este se fue a su casa, mientras David y sus hombres subían a su refugio.