Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

1 Samuel 23


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1Avisaron a David: «Mira, los filisteos están atacando a Queilá y han saqueado las eras».2Consultó David a Yahveh: «¿Debo ir a batir a esos filiesteos?» Yahveh respondió a David: «Vete, batirás a los filisteos y salvarás a Queilá».3Dijeron a David sus hombres: «Mira, ya en Judá estamos con temor ¿y todavía vamos a marchar a Queilá contra las huestes de los filisteos?»4David consultó de nuevo a Yahveh. Yahveh respondió: «Levántate, baja a Queilá porque he entregado a los filisteos en tus manos».5Fue David con sus hombres a Queilá, atacó a los filisteos, se llevó sus rebaños, les causó una gran mortandad y libró David a los habitantes de Queilá.6Cuando Abiatar, hijo de Ajimélek, huyó a donde David, descendió también a Queilá, llevando en su mano el efod.7Se avisó a Saúl que David había entrado en Queilá y dijo: «Dios lo ha entregado en mis manos, pues él mismo se ha encerrado yendo a una ciudad con puertas y cerrojos».8Llamó Saúl a todo el pueblo a las armas para bajar a Queilá y cercar a David y sus hombres.9Supo David que Saúl tramitaba su ruina, y dijo al sacerdote Abiatar: «Acerca el efod».10Dijo David: «Yahveh, Dios de Israel, tu siervo ha oído que Saúl intenta venir a Queilá para destruir la ciudad por mi causa.11¿Descenderá de verdad Saúl como tu siervo ha oído? Yahveh, Dios de Israel, hazlo saber por favor a tu siervo». Yahveh respondió: «Bajará».12Preguntó David: «¿Me entregarán los vecinos de Queilá, a mí y a mis hombres, en manos de Saúl?» Respondió Yahveh: «Te entregarán».13Se levantó David con sus hombres, que eran unos trescientos; salieron de Queilá, y anduvieron errando. Avisaron a Saúl que David se había escapado de Queilá y suspendió la expedición.14David se asentó en el desierto, en refugios, y se quedó en la montaña del desierto de Zif; Saúl le buscaba sin cesar, pero Dios no le entregó en sus manos.15Se enteró David de que Saúl había salido a campaña para buscar su muerte. Estaba entonces David en el desierto de Zif, en Jorsa.16Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue donde David, en Jorsa, le dio ánimos en Dios,17y le dijo: «No temas, porque la mano de Saúl, mi padre, no te alcanzará; tú reinarás sobre Israel y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo tiene sabido».18Hicieron ambos una alianza ante Yahveh; David se quedó en Jorsa, y Jonatán se volvió a su casa.19Subieron algunos zifitas a Guibeá, donde Saúl, para decirle: «¿No se esconde David entre nosotros, en los refugios de Jorsa, en la colina de Jakilá, que está al sur de la estepa?20Tú deseas con toda tu alma, oh rey, descender. Desciende y es cosa nuestra entregarlo en manos del rey».21Respondió Saúl: «Que Yahveh os bendiga por haberos compadecido de mí.22Id, pues; aseguraos bien, enteraos, mirad el lugar donde se pone su pie y quién le ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto.23Mirad y reconoced todos los escondrijos en que pueda esconderse, y volved a mí cuando estéis seguros y subiré con vosotros, y si está en la comarca le rebuscaré entre todas las familias de Judá».24Se levantaron y se fueron a Zif, precediendo a Saúl. Estaban David y sus hombres en el desierto de Maón, en la llanura, al sur del desierto.25Fue Saúl con sus hombres en su busca; avisaron a David y bajó al tajo que está en el desierto de Maón. Lo oyó Saúl y persiguió a David en el desierto de Maón.26Iba Saúl y sus hombres por un lado de la montaña, y David y sus hombres por el lado de la otra. Huía David a toda prisa ante Saúl, mientras Saúl y sus hombres intentaban pasar a la parte de David y sus hombres para apresarlos,27cuando he aquí que llegó un mensajero a Saúl y le dijo: «Date prisa y ven, porque los filisteos han invadido la tierra».28Abandonó Saúl la persecución de David y marchó al encuentro de los filisteos. Por eso se llamó aquel lugar «Peña de la Separación».