Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

1 Samuel 23


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Avisaron a David: «Mira, los filisteos están atacando a Queilá y han saqueado las eras».1 A David le llegó esta noticia: «Los filisteos están combatiendo contra Queilá y saqueando las eras».
2 Consultó David a Yahveh: «¿Debo ir a batir a esos filiesteos?» Yahveh respondió a David: «Vete, batirás a los filisteos y salvarás a Queilá».2 Entonces David preguntó al Señor: «¿Debo ir a atacar a esos filisteos?». El Señor dijo a David: «Sí, ve; derrotarás a los filisteos y salvarás a Queilá».
3 Dijeron a David sus hombres: «Mira, ya en Judá estamos con temor ¿y todavía vamos a marchar a Queilá contra las huestes de los filisteos?»3 Pero los hombres de David le dijeron: «Si nosotros tenemos miedo aquí, en Judá, ¡cuánto más sí vamos a Queilá contra los escuadrones filisteos!».
4 David consultó de nuevo a Yahveh. Yahveh respondió: «Levántate, baja a Queilá porque he entregado a los filisteos en tus manos».4 David interrogó de nuevo al Señor, y el Señor le respondió, diciendo: «Baja ya mismo a Queilá, porque yo entrego a los filisteos en tus manos».
5 Fue David con sus hombres a Queilá, atacó a los filisteos, se llevó sus rebaños, les causó una gran mortandad y libró David a los habitantes de Queilá.5 David fue a Queilá con sus hombres; atacó a los filisteos, se llevó sus rebaños y les infligió una gran derrota. Así salvó David a los habitantes de Queilá.
6 Cuando Abiatar, hijo de Ajimélek, huyó a donde David, descendió también a Queilá, llevando en su mano el efod.6 Abiatar, hijo de Ajimélec, que había ido a refugiarse junto a David, bajó a Queilá con el efod en la mano.
7 Se avisó a Saúl que David había entrado en Queilá y dijo: «Dios lo ha entregado en mis manos, pues él mismo se ha encerrado yendo a una ciudad con puertas y cerrojos».7 Y cuando informaron a Saúl que David había entrado en Queilá, pensó: «Dios lo ha entregado en mis manos. Porque él mismo se ha cortado la retirada, metiéndose en una ciudad con puertas y cerrojos».
8 Llamó Saúl a todo el pueblo a las armas para bajar a Queilá y cercar a David y sus hombres.8 Luego convocó a todo el pueblo a las armas, para bajar a Queilá y sitiar a David y a sus hombres.
9 Supo David que Saúl tramitaba su ruina, y dijo al sacerdote Abiatar: «Acerca el efod».9 Al saber que Saúl tramaba su ruina, David ordenó al sacerdote Abiatar: «Presenta el efod».
10 Dijo David: «Yahveh, Dios de Israel, tu siervo ha oído que Saúl intenta venir a Queilá para destruir la ciudad por mi causa.10 Luego dijo: «Señor, Dios de Israel, tu servidor ha oído que Saúl intenta venir a Queilá, para destruir la ciudad por causa mía.
11 ¿Descenderá de verdad Saúl como tu siervo ha oído? Yahveh, Dios de Israel, hazlo saber por favor a tu siervo». Yahveh respondió: «Bajará».11 ¿Es verdad que Saúl bajará, como tu servidor ha oído decir? Señor, Dios de Israel, dígnate comunicárselo a tu servidor». El Señor respondió: «Sí, él bajará».
12 Preguntó David: «¿Me entregarán los vecinos de Queilá, a mí y a mis hombres, en manos de Saúl?» Respondió Yahveh: «Te entregarán».12 David continuó diciendo: «Y los señores de Queilá, ¿me entregarán a mí y a mis hombres en manos de Saúl?». «Sí, respondió el Señor; ellos te entregarán».
13 Se levantó David con sus hombres, que eran unos trescientos; salieron de Queilá, y anduvieron errando. Avisaron a Saúl que David se había escapado de Queilá y suspendió la expedición.13 David partió con sus hombres, que eran unos seiscientos; salieron de Queilá y anduvieron a la ventura. Y cuando informaron a Saúl que David había escapado de Queilá, él desistió de su expedición.
14 David se asentó en el desierto, en refugios, y se quedó en la montaña del desierto de Zif; Saúl le buscaba sin cesar, pero Dios no le entregó en sus manos.14 David anduvo por el desierto, en los sitios bien protegidos, y se estableció en la zona montañosa, en el desierto de Zif. Durante todo ese tiempo, Saúl trató de encontrarlo, pero Dios no lo puso en sus manos.
15 Se enteró David de que Saúl había salido a campaña para buscar su muerte. Estaba entonces David en el desierto de Zif, en Jorsa.15 David advirtió que Saúl se había puesto en campaña para atentar contra su vida. Por ese entonces, él se encontraba en el desierto de Zif, en Jorsa.
16 Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue donde David, en Jorsa, le dio ánimos en Dios,16 Jonatán, hijo de Saúl, se puso en camino y fue a verlo allí. Lo reconfortó en nombre de Dios,
17 y le dijo: «No temas, porque la mano de Saúl, mi padre, no te alcanzará; tú reinarás sobre Israel y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo tiene sabido».17 y le dijo: «No temas, porque la mano de mi padre Saúl no te alcanzará. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo sabe muy bien».
18 Hicieron ambos una alianza ante Yahveh; David se quedó en Jorsa, y Jonatán se volvió a su casa.18 Los dos hicieron un pacto delante del Señor, y David se quedó en Jorsa, mientras que Jonatán se fue a su casa.
19 Subieron algunos zifitas a Guibeá, donde Saúl, para decirle: «¿No se esconde David entre nosotros, en los refugios de Jorsa, en la colina de Jakilá, que está al sur de la estepa?19 Unos hombres de Zif subieron a Guibeá, donde estaba Saúl, y le dijeron: «David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jorsa, sobre la colina de Jaquilá, al sur de la estepa.
20 Tú deseas con toda tu alma, oh rey, descender. Desciende y es cosa nuestra entregarlo en manos del rey».20 Por eso, rey, baja si es que así lo deseas, y nosotros nos encargaremos de ponerlo en tus manos»
21 Respondió Saúl: «Que Yahveh os bendiga por haberos compadecido de mí.21 Saúl les respondió: «¡Que el Señor los bendiga, por haberse comparecido de mí!
22 Id, pues; aseguraos bien, enteraos, mirad el lugar donde se pone su pie y quién le ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto.22 Pero vayan, se lo ruego, y asegúrense bien. Fíjense por dónde anda y quién lo ha visto por allí, porque me han dicho que es muy astuto.
23 Mirad y reconoced todos los escondrijos en que pueda esconderse, y volved a mí cuando estéis seguros y subiré con vosotros, y si está en la comarca le rebuscaré entre todas las familias de Judá».23 Observen y reconozcan todos los escondites donde podría ocultarse. Cuando estén bien seguros, vuelvan a verme, y yo iré con ustedes. Y si está en el país, registraré todos los clanes de Judá hasta encontrarlo».
24 Se levantaron y se fueron a Zif, precediendo a Saúl. Estaban David y sus hombres en el desierto de Maón, en la llanura, al sur del desierto.24 Ellos se dirigieron hacia Zif, precediendo a Saúl. Mientras tanto, David y sus hombres estaban en el desierto de Maón, en la depresión al sur de la estepa.
25 Fue Saúl con sus hombres en su busca; avisaron a David y bajó al tajo que está en el desierto de Maón. Lo oyó Saúl y persiguió a David en el desierto de Maón.25 Saúl y sus hombres salieron a buscarlo; pero alguien avisó a David, y él bajó a la Roca que está en el desierto de Maón. Saúl se enteró y se lanzó en persecución de David por el desierto de Maón.
26 Iba Saúl y sus hombres por un lado de la montaña, y David y sus hombres por el lado de la otra. Huía David a toda prisa ante Saúl, mientras Saúl y sus hombres intentaban pasar a la parte de David y sus hombres para apresarlos,26 Saúl iba por un lado de la montaña, y David con sus hombres por el lado opuesto. David apresuró su marcha para escapar de Saúl. Y cuando Saúl y sus hombres estaban a punto de cercar a David y a los suyos para capturarlos,
27 cuando he aquí que llegó un mensajero a Saúl y le dijo: «Date prisa y ven, porque los filisteos han invadido la tierra».27 un mensajero fue a decir a Saúl: «Ven en seguida, porque los filisteos están incursionando por el país».
28 Abandonó Saúl la persecución de David y marchó al encuentro de los filisteos. Por eso se llamó aquel lugar «Peña de la Separación».28 Saúl dejó entonces de perseguir a David y partió al encuentro de los filisteos. Por eso aquel lugar fue llamado «Roca de las Separaciones».