Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

1 Samuel 10


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Tomó Samuel el cuerno de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl, y después le besó diciendo: «¿No es Yahveh quien te ha ungido como jefe de su pueblo Israel? Tú regirás al pueblo de Yahveh y le librarás de la mano de los enemigos que le rodean. Y ésta será para ti la señal de que Yahveh te ha ungido como caudillo de su heredad.1 Samuel tomó el frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl: Luego lo besó y dijo: «¡El Señor te ha ungido como jefe de su herencia!
2 En cuanto te separes hoy de mí, encontrarás dos hombres junto a la tumba de Raquel, sobre la frontera de Benjamín... y ellos te dirán: “Las asnas que has ido a buscar ya han aparecido. Ahora tu padre ha olvidado el asunto de las asnas y está preocupado por vosotros, diciendo: ¿Qué debo hacer por mi hijo?”2 Hoy mismo, cuando te hayas alejado de mí, encontrarás a dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en territorio de Benjamín, en Selsáj. Ellos te dirán: «Han hallado las asnas que habías ido a buscar. Ahora tu padre ya no piensa más en ese asunto, y está inquieto por ustedes, diciendo: ¿Qué puedo hacer por mi hijo?».
3 Pasando más allá, y en llegando a la Encina del Tabor, encontrarás tres hombres que suben hacia Dios, a Betel, uno llevará tres cabritos, otro llevará tres tortas de pan, y el tercero llevará un odre de vino.3 Más adelante, cuando llegues a la Encina de Tabor, te encontrarás con tres hombres que suben a dar culto a Dios en Betel, llevando uno tres cabritos, otro tres hogazas de pan y otro un odre de vino.
4 Te saludarán y te darán dos panes, que tú tomarás de su mano.4 Ellos te saludarán y te darán dos panes, y tú los aceptarás.
5 Llegarás después a Guibeá de Dios (donde se encuentra el gobernador de los filisteos) y a la entrada de la ciudad tropezarás con un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos del añafil, el adufe, la flauta y la cítara, en trance profético.5 Después llegarás a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea. Apenas entres en la ciudad, tropezarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tamborines, flautas y cítaras, en estado de trance profético.
6 Te invadirá entonces el espíritu de Yahveh, entrarás en trance con ellos y quedarás cambiado en otro hombre.6 Entonces te invadirá el espíritu del Señor; entrarás en trance con ellos y serán cambiado en otro hombre.
7 Cuando se te hayan cumplido estas señales, haz lo que te viniere a mano, porque Dios está contigo.7 Cuando te hayan sucedido todas estas señales, haz todo lo que sea conveniente, porque Dios está contigo.
8 Bajarás delante de mí a Guilgal, y yo me reuniré allí contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Esperarás siete días a que yo vaya a tu encuentro y te diré lo que debes hacer».8 Tú bajarás a Guilgal antes que yo, y yo bajaré a unirme contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Espera siete días hasta que yo llegue y te comunique lo que debes hacer».
9 Apenas volvió las espaldas para dejar a Samuel, le cambió Dios el corazón y todas las señales se realizaron aquel mismo día.9 Apenas Saúl se dio vuelta para alejarse de Samuel, Dios le cambió el corazón, y aquel mismo día se cumplieron las señales.
10 Desde allí fueron a Guibeá, y he aquí que venía frente a él un grupo de profetas; le invadió el espíritu de Dios y se puso en trance en medio de ellos.10 Desde allí, se dirigieron a Guibeá, y se encontraron con un grupo de profetas. Entonces lo invadió el espíritu de Dios y entró en trance en medio de ellos.
11 Los que le conocían de toda la vida le vieron profetizando con los profetas, y todos los del pueblo se decían entre sí: «¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿Conque también Saúl anda entre los profetas?»11 Todos los que lo conocían de antes, al verlo en trance en medio de los profetas, se decían unos a otros: «¿Qué le ha sucedido al hijo de Quis? ¿También Saúl está entre los profetas?».
12 Replicó uno de allá: «Y ¿quién es su padre?» Y así pasó a proverbio: «¿Conque también Saúl entre los profetas?».12 Uno de los presentes intervino, diciendo: «¿Quién es el padre de estos?». Así se hizo proverbial la frase: «¿También Saúl está entre los profetas?».
13 Y cuando salió del trance se fue a casa.13 Cuando salió de su trance profético, Saúl regresó a su casa.
14 El tío de Saúl le dijo a él y a su criado: «¿A dónde habéis ido?» Contestó: «A buscar las asnas. Y como no vimos nada, acudimos a Samuel».14 Su tío les preguntó a él y a su servidor» «¿A dónde fueron?». «A buscar las asnas, respondió; pero como no aparecían por ninguna parte, acudimos a Samuel».
15 Dijo el tío de Saúl: Vamos, cuéntame qué os ha dicho Samuel».15 El tío de Saúl dijo: «Cuéntame lo que les dijo Samuel».
16 Saúl dijo a su tío: «Sencillamente, nos avisó que las asnas habían aparecido». Pero no le dijo ni palabra de lo que le había dicho Samuel acerca del reino.16 Saúl respondió a su tío: «Nos dijo solamente que las asnas habían sido halladas». Pero no le contó nada de lo que había dicho Samuel sobre el asunto del reino.
17 Samuel convocó al pueblo en Mispá junto a Yahveh.17 Samuel convocó a todo el pueblo delante del Señor en Mispá,
18 Y dijo a los israelitas: Así ha dicho Yahveh, el Dios de Israel: Yo hice subir a Israel de Egipto y os libré de los egipcios y de todos los reinos que os tenían oprimidos.18 y dijo a los israelitas: «Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo hice subir a Israel de Egipto, y los libré a ustedes de la mano de los egipcios y de la mano de todos los reinos que los oprimían.
19 Pero vosotros ahora habéis rechazado a vuestro Dios, a aquel mismo que os salvó de todos vuestros males y aprietos, y le habéis dicho: “No: tú ponnos un rey.” Ahora, pues, compareced delante de Yahveh distribuidos por tribus y familias».19 Pero ustedes han rechazado hoy a su Dios, a él, que los libra de todos sus males y angustias, y le han dicho: «¡No! ¡Tú nos darás un rey!». Por eso preséntense ahora delante del Señor por tribus y por clanes».
20 Samuel hizo acercarse a todas las tribus de Israel y fue designada la tribu de Benjamín.20 Samuel hizo que se acercaran todas las tribus de Israel, y la suerte cayó sobre la tribu de Benjamín.
21 Hizo que se acercara la tribu de Benjamín por familias y fue designada la familia de Matrí, y luego mandó acercarse a la familia de Matrí por inviduos y quedó finalmente Saúl, hijo de Quis, y le buscaron, pero no le encontraron.21 Luego hizo que se acercara la tribu de Benjamín por clanes, y la suerte cayó sobre el clan de Matrí. Después hizo que se acercara el clan de Matrí, hombre por hombre, y la suerte cayó sobre Saúl, hijo de Quis. Pero lo buscaron y no lo encontraron.
22 Entonces volvieron a interrogar a Yahveh: «¿Ha venido ése?» Dijo Yahveh: «Aquí le tenéis escondido entre la impedimenta».22 Entonces volvieron a consultar al Señor: «¿Ha venido aquí este hombre?». El Señor respondió: «Está allí, escondido entre los equipajes».
23 Corrieron y lo sacaron de allí y, puesto en medio del pueblo, les llevaba a todos la cabeza.23 Fueron corriendo a sacarlo de allí; y cuando se presentó en medio del pueblo, sobresalía por encima de todos, de los hombros para arriba.
24 Dijo Samuel a todo el pueblo: «¿Veis al que ha elegido Yahveh? No hay como él en todo el pueblo». Y todo el pueblo gritó: «¡Viva el rey!».24 Samuel dijo a todo el pueblo: «¿Vieron al que ha elegido el Señor? No hay nadie como él en todo el pueblo». Y todo el pueblo lanzó una ovación, gritando: «¡Viva el rey!».
25 Samuel dictó al pueblo el fuero real y lo puso por escrito, depositándolo delante de Yahveh, y despidió Samuel a cada cual a su casa.25 Samuel expuso al pueblo el derecho de la realeza, y lo escribió en un libro que depositó delante del Señor. Luego Samuel despidió a todo el pueblo, y se fue cada uno a su casa.
26 También Saúl se fue a su casa, a Guibeá; le acompañaron algunos valientes a quienes Dios tocó el corazón.26 También Saúl se fue a su casa, a Guibeá, y lo acompañaron los valientes a quienes Dios había tocado el corazón.
27 Pero algunos malvados dijeron: «Qué nos va a salvar ése!» Y le despreciaron y no le llevaron regalos. Cosa de un mes más tarde,27 Pero algunos hombres ruines dijeron: «¡Qué va a salvarnos este!». Así lo despreciaron y no le ofrecieron ningún presente.