Scrutatio

Martedi, 30 aprile 2024 - San Pio V ( Letture di oggi)

1 Corintios 4


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.1 Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
2 Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores es que sean fieles.2 Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel.
3 Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo!3 En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo.
4 Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor.4 Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy justificado: mi juez es el Señor.
5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. El iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibirá cada cual del Señor la alabanza que le corresponda.5 Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.
6 En esto, hermanos, me he puesto como ejemplo a mí y a Apolo, en orden a vosotros; para que aprendáis de nosotros aquello de «No propasarse de lo que está escrito» y para que nadie se engría en favor de uno contra otro.6 En todo esto, hermanos, les puse mi ejemplo y el de Apolo, a fin de que aprendan de nosotros el refrán: «No vayamos más allá de lo que está escrito», y así nadie tome partido orgullosamente en favor de uno contra otro.
7 Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido?7 En efecto, ¿con qué derecho te distingues de los demás? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
8 ¡Ya estáis hartos! ¡Ya sois ricos! ¡Os habéis hecho reyes sin nosotros! ¡Y ojalá reinaseis, para que también nosotros reináramos con vosotros!8 ¡Será que ustedes ya están satisfechos! ¡Será que se han enriquecido o que se han convertido en reyes, sin necesidad de nosotros! ¡Ojalá que así fuera, para que nosotros pudiéramos reinar con ustedes!
9 Porque pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres.9 Pienso que a nosotros, los Apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como condenados a muerte, ya que hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y los hombres.
10 Nosotros, necios por seguir a Cristo; vosotros, sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas vosotros, fuertes. Vosotros llenos de gloria; mas nosotros, despreciados.10 Nosotros somos tenidos por necios, a causa de Cristo, y en cambio, ustedes son sensatos en Cristo. Nosotros somos débiles, y ustedes, fuertes. Ustedes gozan de prestigio, y nosotros somos despreciados.
11 Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes.11 Hasta ahora sufrimos hambre, sed y frío. Somos maltratados y vivimos errantes.
12 Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos.12 Nos agotamos, trabajando con nuestras manos.
13 Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la basura del mundo y el desecho de todos.13 Nos insultan y deseamos el bien. Padecemos persecución y la soportamos. Nos calumnian y consolamos a los demás. Hemos llegado a ser como la basura del mundo, objeto de desprecio para todos hasta el día de hoy.
14 No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos.14 No les escribo estas cosas para avergonzarlos, sino para reprenderlos como a hijos muy queridos.
15 Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús.15 Porque, aunque tengan diez mil preceptores en Cristo, no tienen muchos padres: soy yo el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación de la Buena Noticia.
16 Os ruego, pues, que seáis mis imitadores.16 Les ruego, por lo tanto, que sigan mi ejemplo.
17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, hijo mío querido y fiel en el Señor; él os recordará mis normas de conducta en Cristo, conforme enseño por doquier en todas las Iglesias.17 Por esta misma razón les envié a Timoteo, mi hijo muy querido y fiel en el Señor; él les recordará mis normas de conducta, que son las de Cristo, y que yo enseño siempre en todas las Iglesias.
18 Como si yo no hubiera de ir donde vosotros, se han hinchado algunos.18 Algunos de ustedes, pensando que yo no regresaría, se han llenado de orgullo.
19 Mas iré pronto donde vosotros, si es la voluntad del Señor; entonces conoceré no la palabrería de esos orgullosos, sino su poder,19 Pero pronto iré a verlos –si así lo quiere el Señor– y entonces los juzgaré, no por sus palabras, sino por el poder que tienen.
20 que no está en la palabrería el Reino de Dios, sino en el poder.20 ¡Porque el Reino de Dios no es cuestión de palabras sino de poder!
21 ¿Qué preferís, que vaya a vosotros con palo o con amor y espíritu de mansedumbre?21 ¿Qué prefieren? ¿Qué vaya a verlos con la vara en la mano, o con amor y espíritu de mansedumbre?