Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

Romanos 14


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Acoged bien al que es débil en la fe, sin discutir opiniones.1 Sean comprensivos con el que es débil en la fe, sin entrar en discusiones.
2 Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que verduras.2 Mientras algunos creen que les está permitido comer de todo, los débiles sólo comen verduras.
3 El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, tampoco juzgue al que come, pues Dios le ha acogido.3 Aquel que come de todo no debe despreciar al que se abstiene, y este a su vez, no debe criticar al que come de todo, porque Dios ha recibido también a este.
4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie o caiga sólo interesa a su amo; pero quedará en pie, pues poderoso es el Señor para sostenerlo.4 ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si él se mantiene firme o cae, es cosa que incumbe a su dueño, pero se mantendrá firme porque el Señor es poderoso para sostenerlo.
5 Este da preferencia a un día sobre todo; aquél los considera todos iguales. ¡Aténgase cada cual a su conciencia!5 Unos tienen preferencia por algunos días, mientras que para otros, todos los días son iguales. Que cada uno se atenga a su propio juicio.
6 El que se preocupa por los días, lo hace por el Señor; el que come, lo hace por el Señor, pues da gracias a Dios: y el que no come, lo hace por el Señor, y da gracias a Dios.6 El que distingue un día de otro lo hace en honor del Señor; y el que come, también lo hace en honor del Señor, puesto que da gracias a Dios; del mismo modo, el que se abstiene lo hace en honor del Señor, y también da gracias a Dios.
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo.7 Ninguno de nosotros vive para sí, ni tampoco muere para sí.
8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos.8 Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor.
9 Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos.9 Porque Cristo murió y volvió a la vida para ser Señor de los vivos y de los muertos.
10 Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú ¿por qué desprecias a tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios,10 Entonces, ¿Con qué derecho juzgas a tu hermano? ¿Por qué lo desprecias? Todos, en efecto, tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios,
11 pues dice la Escritura: ¡Por mi vida!, dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios.11 porque está escrito: "Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda lengua dará gloria a Dios", dice el Señor.
12 Así pues, cada uno de vosotros dará cuenta de sí mismo a Dios.12 Por lo tanto, cada uno de nosotros tendrá que rendir cuenta de sí mismo a Dios.
13 Dejemos, por tanto, de juzgarnos los unos a los otros: juzgad más bien que no se debe poner tropiezo o escándalo al hermano. -13 Dejemos entonces de juzgarnos mutuamente; traten más bien de no poner delante de su hermano nada que lo haga tropezar o caer.
14 Bien sé, y estoy persuadido de ello en el Señor Jesús, que nada hay de suyo impuro; a no ser para el que juzga que algo es impuro, para ése si lo hay -.14 Estoy plenamente convencido en el Señor Jesús de que nada es impuro por sí mismo; pero si alguien estima que una cosa es impura, para él sí es impura.
15 Ahora bien, si por un alimento tu hermano se entristece, tú no procedes ya según la caridad. ¡Que por tu comida no destruyas a aquel por quien murió Cristo!15 Si por un alimento, afliges a tu hermano, ya no obras de acuerdo con el amor. ¡No permitas que por una cuestión de alimentos se pierda aquel por quien murió Cristo!
16 Por tanto, no expongáis a la maledicencia vuestro privilegio.16 No expongan a la maledicencia el buen uso de la libertad.
17 Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.17 Después de todo el Reino de Dios no es cuestión de comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el Espíritu Santo.
18 Toda vez que quien así sirve a Cristo, se hace grato a Dios y aprobado por los hombres.18 El que sirve a Cristo de esta manera es agradable a Dios y goza de la aprobación de los hombres.
19 Procuremos, por tanto, lo que fomente la paz y la mutua edificación.19 Busquemos, por lo tanto, lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
20 No vayas a destruir la obra de Dios por un alimento. Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo.20 No arruines la obra de Dios por un alimento. En realidad, todo es puro, pero se hace malo para el que come provocando escándalo.
21 Lo bueno es no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad.21 Lo mejor es no comer carne ni beber vino ni hacer nada que pueda escandalizar a su hermano.
22 La fe que tú tienes, guárdala para ti delante de Dios. ¡Dichoso aquel que no se juzga culpable a sí mismo al decidirse!22 Guarda para ti, delante de Dios, lo que te dicta tu propia convicción. ¡Feliz el que no tiene nada que reprocharse por aquello que elige!
23 Pero el que come dudando, se condena, porque no obra conforme a la fe; pues todo lo que no procede de la buena fe es pecado.23 Pero el que come a pesar de sus dudas, es culpable porque obra de mala fe. Y todo lo que no se hace de buena fe es pecado.