Scrutatio

Sabato, 4 maggio 2024 - San Ciriaco ( Letture di oggi)

Eclesiastés/Qohelet 8


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 ¿Quién como el sabio? ¿Quién otro sabe explicar una cosa? La sabiduría del hombre hace brillar su rostro, y sus facciones severas transfigura.
1 ¿Quién es como el sabio y quién sabe interpretar los hechos? La sabiduría de un hombre ilumina su rostro, y así se transforma la aspereza de su semblante.
2 Aténte al dictado del rey, y por causa del juramento divino
2 Observa la orden del rey y esto, a causa del juramento hecho a Dios.
3 no te apresures a irte de su presencia; no te mezcles en conspiración, pues todo cuanto le plazca puede hacerlo,
3 No te apresures a retirarte de su presencia ni te obstines en nada malo, porque él hace lo que quiere:
4 ya que la palabra regia es soberana, y ¿quién va a decirle: Qué haces?
4 la palabra del rey es soberana y nadie puede decirle: «¿Qué haces?».
5 Quien se atiene al mandamiento, no sabe de conspiraciones. Y el corazón del sabio sabe el cuándo y el cómo.
5 El que observa el mandamiento no experimenta ningún mal, y el corazón del sabio sabe que hay un tiempo y un juicio.
6 Porque todo asunto tiene su cuándo y su cómo. Pues es grande el peligro que acecha al hombre,
6 Para cada cosa, en efecto, hay un tiempo y un juicio; pero un gran mal pesa sobre el hombre,
7 ya que éste ignora lo que está por venir, pues lo que está por venir, ¿quién va a anunciárselo?
7 y es que él ignora lo que va a suceder, porque ¿quién le indicará cómo será eso?
8 No es el hombre señor del viento para domeñar al viento. Tampoco hay señorío sobre el día de la muerte, ni hay evasión en la agonía, ni libra la maldad a sus autores.
8 Ningún hombre es dueño del aliento vital, para poder retenerlo, y nadie tiene dominio sobre el día de la muerte; no hay tregua en este combate y la maldad no librará al que la comete.
9 Todo esto tengo visto al aplicar mi corazón a cuanto pasa bajo el sol, cuando el hombre domina en el hombre para causarle el mal.
9 Esto es lo que vi cuando presté atención a todo lo que se hace bajo el sol, mientras un hombre domina a otro para hacerle el mal.
10 Por ejemplo, he visto a gente mala llevada a la tumba. Partieron del Lugar Santo, y se dio al olvido en la ciudad que hubiesen obrado de aquel modo. ¡Otro absurdo!:
10 Así, yo vi a hombres malvados que eran sepultados honrosamente: ellos partieron del Lugar santo, y en la ciudad se olvidaba cómo habían obrado. También esto es vanidad.
11 que no se ejecute en seguida la sentencia de la conducta del malo, con lo que el corazón de los humanos se llena de ganas de hacer el mal;
11 Como la sentencia contra las malas acciones no se ejecuta inmediatamente, el corazón de los seres humanos se llena de deseos de hacer el mal.
12 que el pecador haga el mal veces ciento, y se le den largas. Pues yo tenía entendido que les va bien a los temerosos de Dios, a aquellos que ante su rostro temen,
12 El pecador que hace cien veces el mal puede, a pesar de todo, vivir largo tiempo. Sin embargo, yo sé muy bien que la felicidad es para los que temen a Dios, porque ellos sienten temor en su presencia.
13 y que no le va bien al malvado, ni alargará sus días como sombra el que no teme ante el rostro de Dios.
13 Pero no habrá felicidad para el malvado: él, como una sombra no vivirá largamente, porque no tiene temor de Dios.
14 Pues bien, un absurdo se da en la tierra: Hay justos a quienes les sucede cual corresponde a las obras de los malos, y malos a quienes sucede cual corresponde a las obras de los buenos. Digo que este es otro absurdo.
14 Hay una cosa vana que acontece sobre la tierra; a algunos justos le sucede lo que corresponde a la manera de obrar de los malvados, y a algunos malvados les sucede lo que corresponde a la manera de obrar de los justos. Yo digo que también esto es vanidad.
15 Y yo por mí alabo la alegría, ya que otra coasa buena no existe para el hombre bajo el sol, si no es comer, beber y divertirse; y eso es lo que le acompaña en sus fatigas en los días de vida que Dios le hubiera dado bajo el sol.
15 Por eso, elogié la alegría, ya que lo único bueno para el hombre bajo el sol es comer, beber, y sentirse contento: esto es lo que le sirve de compañía en sus esfuerzos mientras duran los días de su vida, que Dios le concede bajo el sol.
16 Cuanto más apliqué mi corazón a estudiar la sabiduría y a contemplar el ajetreo que se da sobre la tierra - pues ni de día ni de noche concilian los ojos el sueño -
16 Cuando me dediqué a conocer la sabiduría y a ver la tarea que se realiza bajo el sol, sin que los ojos se entreguen al sueño ni de día ni de noche,
17 fui viendo que el ser humano no puede descubrir todas las obras de Dios, las obras que se realizan bajo el sol. Por más que se afane el hombre en buscar, nada descubre, y el mismo sabio, aunque diga saberlo, no es capaz de descubrirlo.
17 entonces yo vi toda la obra de Dios. El hombre no puede descubrir la obra que se hace bajo el sol. Por más que se esfuerce en buscar, no encuentra; y aunque el sabio diga que conoce, en realidad, nada puede descubrir.