Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

2 Macabeos 4


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 En mencionado Simón, delator de los tesoros y de la patria, calumniaba a Onías como si éste hubiera maltratado a Heliodoro y fuera el causante de sus desgracias;1 El susodicho Simón, delator del Tesoro del Templo y traidor de la patria, calumniaba a Onías, como si fuera este el que había maltratado a Heliodoro y el causante de sus desgracias.
2 y se atrevía a decir que el bienhechor de la ciudad, el defensor de sus compatriotas y celoso observante de las leyes, era un conspirador contra el Estado.2 Al bienhechor de la ciudad, al defensor de sus compatriotas, al ferviente cumplidor de las leyes, se atrevía a calificarlo de conspirador contra el Estado.
3 A tal punto llegó la hostilidad, que hasta se cometieron asesinatos por parte de uno de los esbirros de Simón.3 La hostilidad llegó a tal punto que uno de los partidarios de Simón cometió varios asesinatos.
4 Considerando Onías que aquella rivalidad era intolerable y que Apolonio, hijo de Menesteo, estratega de Celesira y Fenicia, instigaba a Simón al mal,4 Entonces Onías, considerando que aquella rivalidad era peligrosa y que Apolonio, hijo de Menesteo, gobernador de Celesiria y de Fenicia, fomentaba la maldad de Simón,
5 se hizo llevar donde el rey, no porque pretendiera acusar a sus conciudadanos, sino que miraba por los intereses generales y particulares de toda su gente.5 se hizo presentar delante del rey, no para acusar a sus conciudadanos, sino por el bien general de todo su pueblo y de cada uno en particular.
6 Pues bien veía que sin la intervención real era ya imposible pacificar la situación y detener a Simón en sus locuras.6 El veía, efectivamente, que sin una intervención real, era imposible lograr la pacificación y contener los desatinos de Simón.
7 Cuando Seleuco dejó esta vida y Antíoco, por sobrenombre Epífanes, comenzó a reinar, Jasón, el hermano de Onías, usurpó el sumo pontificado,7 Después que murió Seleuco y le sucedió en el trono Antíoco, llamado Epífanes, Jasón, hermano de Onías, usurpó fraudulentamente el sumo sacerdocio,
8 después de haber prometido al rey, en una conversación, 360 talentos de plata y ochenta talentos de otras rentas.8 prometiendo al rey en una entrevista trescientos sesenta talentos de plata, y ochenta de otras rentas.
9 Se comprometía además a firmar el pago de otro 150, si se le concedía la facultad de instalar por su propia cuenta un gimnasio y una efebía, así como la de inscribir a los Antioquenos en Jerusalén.9 Se comprometió, además, por escrito a pagar otros ciento cincuenta talentos, si se le concedía la facultad de instalar por su propia cuenta un gimnasio y un ateneo juvenil y de inscribir en un registro a los antioquenos residentes en Jerusalén.
10 Con el consentimiento del rey y con los poderes en su mano, pronto cambió las costumbres de sus compatriotas conforme al estilo griego.10 Con el asentimiento del rey y teniendo los poderes en su mano, comenzó rápidamente a introducir entre sus compatriotas el estilo de vida de los griegos.
11 Suprimiendo los privilegios que los reyes habían concedido a los judíos por medio de Juan, padre de Eupólemo, el que fue enviado en embajada a los romanos para un tratado de amistad y alianza, y abrogando las instituciones legales, introdujo costumbres nuevas, contrarias a la Ley.11 Suprimió los humanitarios privilegios que los reyes habían concedido a los judíos, por intermedio de Juan, padre de Eupólemo, el mismo Eupólemo que fue enviado como embajador para hacer una alianza de amistad con los romanos; derogó las instituciones legales e introdujo nuevas costumbres contrarias a la Ley;
12 Así pues, fundó a su gusto un gimnasio bajo la misma acrópolis e indujo a lo mejor de la juventud a educarse bajo el petaso.12 así se dio el gusto de fundar un gimnasio al pie mismo de la Acrópolis e indujo a lo mejor de la juventud a los ejercicios atléticos.
13 Era tal el auge del helenismo y el progreso de la moda extranjera a causa de la extrema perversidad de aquel Jasón, que tenía más de impío que de sumo sacerdote,13 Era tal el auge del helenismo y el avance de la moda extranjera, debido a la enorme perversidad de Jasón –el cual tenía más de impío que de Sumo Sacerdote –
14 que ya los sacerdotes no sentían celo por el servicio del altar, sino que despreciaban el Templo; descuidando los sacrificios, en cuanto se daba la señal con el gong se apresuraban a tomar parte en los ejercicios de la palestra contrarios a la ley;14 que ya los sacerdotes no tenían ningún celo por el servicio del altar, sino que despreciaban el Templo. Apenas se daba la señal de lanzar el disco, dejaban de lado los sacrificios y se apresuraban a participar en los ejercicios de la palestra, que eran contrarios a la Ley.
15 sin apreciar en nada la honra patria, tenían por mejores las glorias helénicas.15 Sin mostrar ningún aprecio por los valores nacionales, juzgaban las glorias de los griegos como las mejores.
16 Por esto mismo, una difícil situación les puso en aprieto, y tuvieron como enemigos y verdugos a los mismos cuya conducta emulaban y a quienes querían parecerse en todo.16 Pero esto mismo los puso en grave aprieto, porque después tuvieron como enemigos y opresores a aquellos mismos cuya conducta emulaban y a los cuales querían imitar en todo.
17 Pues no resulta fácil violar las leyes divinas; así lo mostrará el tiempo venidero.17 Porque no se violan en vano las leyes divinas: así lo va a demostrar la etapa siguiente.
18 Cuando se celebraron en Tiro los juegos cuadrienales, en presencia del rey,18 Cuando se celebraron en Tiro los juegos quinquenales con la asistencia del rey,
19 el impuro Jasón envió embajadores, como Antioquenos de Jerusalén, que llevaban consigo trescientas dracmas de plata para el sacrificio de Hércules. Pero los portadores prefirieron, dado que no convenía, no emplearlas en el sacrificio, sino en otros gastos.19 el infame Jasón envió como representantes de Jerusalén a algunos antioquenos, en calidad de observadores, con un presente de trescientas dracmas de oro para el sacrificio de Hércules. Pero ellos consideraron que era un inconveniente emplearlas para el sacrificio y que debían aplicarlas a otra clase de gastos.
20 Y así, el dinero que estaba destinado por voluntad del que lo enviaba, al sacrificio de Hércules, se empleó por deseo de los portadores, en la construcción de las trirremes.20 De esta manera, el dinero asignado por el donante al sacrificio de Hércules fue destinado, por voluntad de los portadores, a la construcción de trirremes.
21 Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto para la boda del rey Filométor. Cuando supo Antíoco que aquél se había convertido en su adversario político se preocupó de su propia seguridad; por eso, pasando por Joppe, se presentó en Jerusalén.21 Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto con motivo de la entronización del rey Filométor. Cuando Antíoco supo que aquel se había convertido en su adversario político, se preocupó por su propia seguridad. Por eso, al pasar por Jope, se desvió hacia Jerusalén.
22 Fue magníficamente recibido por Jasón y por la ciudad, e hizo su entrada entre antorchas y aclamaciones. Después de esto llevó sus tropas hasta Fenicia.22 Allí fue solemnemente recibido por Jasón y por la ciudad, e hizo su entrada en medio de antorchas y aclamaciones. Después de esto, fue a acampar con sus tropas a Fenicia.
23 Tres años después, Jasón envió a Menelao, hermano del ya mencionado Simón, para llevar el dinero al rey y gestionar la negociación de asuntos urgentes.23 Tres años más tarde, Jasón envió a Menelao, hermano del ya mencionado Simón, para llevar el dinero al rey y también para gestionar algunos asuntos importantes.
24 Menelao se hizo presentar al rey, a quien impresionó con su aire majestuoso, y logró ser investido del sumo sacerdocio, ofreciendo trescientos talentos de plata más que Jasón.24 Pero Menelao, una vez presentado ante el rey, lo impresionó con su aire majestuoso y logró hacerse investir del sumo sacerdocio, ofreciéndole trescientos talentos de plata más que Jasón.
25 Provisto del mandato real, se volvió sin poseer nada digno del sumo sacerdocio, sino más bien el furor de un cruel tirano y la furia de una bestia salvaje.25 Así regresó provisto del mandato real, pero sin llevar consigo nada digno del sumo sacerdocio, sino más bien la furia de un cruel tirano y la violencia de una fiera salvaje.
26 Jasón, por su parte, suplantador de su propio hermano y él mismo suplantado por otro, se vio forzado a huir al país de Ammán.26 De esta manera Jasón, que había suplantado a su vez por otro, y se vio forzado a huir a la región de Amán.
27 Menelao detentaba ciertamente el poder, pero nada pagaba del dinero prometido al rey,27 Pero Menelao, una vez adueñado del poder, no se preocupaba de pagar las sumas prometidas al rey,
28 aunque Sóstrates, el alcaide de la Acrópolis, se lo reclamaba, pues a él correspondía la percepción de los tributos. Por este motivo, ambos fueron convocados por el rey.28 a pesar de las reclamaciones de Sóstrates, el prefecto de la Acrópolis, ya que a él le correspondía percibir los impuestos. Por esto motivo, ambos fueron convocados por el rey.
29 Menelao dejó como sustituto del sumo sacerdocio a su hermano Lisímaco; Sóstrates a Crates, jefe de los chipriotas. a Crates, jefe de los chipriotas.29 Menelao dejó como sustituto en el sumo sacerdocio a su hermano Lisímaco, y Sóstrates dejó a Crates, jefe de los chipriotas.
30 Mientras tanto, sucedió que los habitantes de Tarso y de Malos se sublevaron por haber sido cedidas sus ciudades como regalo a Antioquida, la concubina del rey.30 Mientras tanto, se sublevaron los habitantes de Tarso y de Malos, porque sus ciudades habían sido regaladas a Antióquida, la concubina del rey.
31 Fue, pues, el rey a toda prisa, para poner orden en la situación, dejando como sustituto a Andrónico, uno de los dignatarios.31 El rey partió apresuradamente para poner las cosas en orden, dejando en su lugar a Andrónico, uno de los grandes dignatarios.
32 Menelao pensó aprovecharse de aquella buena oportunidad; arrebató algunos objetos de oro del Templo, y se los regaló a Andrónico; también logró vender otros en Tiro y en las ciudades de alrededor.32 Menelao, pensando que se le había presentado una ocasión favorable, se apropió de unos objetos de oro del Templo y se los regaló a Andrónico, y también vendió otros en Tiro y en las ciudades vecinas.
33 Cuando Onías llegó a saberlo con certeza, se lo reprochó, no sin haberse retirado antes a un lugar de refugio, a Dafne, cerca de Antioquía.33 Cuando Onías tuvo la evidencia de lo sucedido, se lo reprochó, después de haberse retirado da Dafne, ciudad que estaba cerca de Antioquía y gozaba de inmunidad.
34 Por eso, Menelao, a solas con Andrónico, le incitaba a matar a Onías. Andrónico se llegó donde Onías, y, confiando en la astucia, estrechándole la mano y dándole la diestra con juramento, perusadió a Onías, aunque a éste no le faltaban sospechas, a salir de su refugio, e inmediatamente le dio muerte, sin respeto alguno a la justicia.34 Por eso Menelao, en conversaciones secretas con Andrónico, lo instigaba a matar a Onías. Entonces Andrónico se presentó ante Onías, y se ganó astutamente su confianza, estrechándole la mano derecha con un juramento. Así lo persuadió a que saliera de su refugio –aun sin disipar toda sospecha –y lo mató inmediatamente, conculcando toda justicia.
35 Por este motivo no sólo los judíos sino también muchos de las demás naciones se indignaron y se irritaron por el injusto asesinato de aquel hombre.35 Frente a esto, no sólo los judíos, sino también mucha gente de las otras naciones se indignaron y se afligieron por el injusto asesinato de aquel hombre.
36 Cuando el rey volvió de las regiones de Cilicia, los judíos de la ciudad junto con los griegos, que también odiaban el mal, fueron a su encuentro a quejarse de la injustificada muerte de Onías.36 Apenas el rey regresó de las regiones de Cilicia, los judíos de la ciudad y los griegos que reprochaban tan mala acción, acudieron a él para quejarse por la injusta muerte de Onías.
37 Antíoco, hondamente estristecido y movido a compasión, lloró recordando la prudencia y la gran moderación del difunto.37 Antíoco se entristeció profundamente y, movido a compasión, lloró recordando la prudencia y la gran moderación del difunto.
38 Encendido en ira, despojó inmediatamente a Andrónico, de la púrpura y desgarró sus vestidos. Le hizo conducir por toda la ciudad hasta el mismo lugar donde tan impíamente había tratado a Onías; allí hizo desaparecer de este mundo al criminal, a quien el Señor daba el merecido castigo.38 Luego, lleno de indignación, despojó a Andrónico de la púrpura, desgarró sus vestiduras y lo hizo conducir por toda la ciudad hasta el sitio donde había tratado tan impíamente a Onías. Allí hizo ajusticiar al homicida, y así el Señor le infligió el castigo que había merecido.
39 Lisímaco había cometido muchos robos sacrílegos en la ciudad con el consentimiento de Menelao, y la noticia se había divulgado fuera; por eso la multitud se amotinó contra Lisímaco. Pero eran ya muchos los objetos de oro que estaban dispersos.39 Lisímaco había cometido muchos robos sacrílegos en la ciudad con el consentimiento de Menelao, y la noticia se había divulgado entre la gente. Por eso el pueblo se amotinó contra Lisímaco, cuando ya muchos objetos de oro habían desaparecido.
40 Como las turbas estaban excitadas y en el colmo de su cólera, Lisímaco armó a cerca de 3.000 hombres e inició la represión violenta, poniendo por jefe a un tal Aurano, avanzado en edad y no menos en locura.40 Como la multitud estaba muy excitada y había llegado al colmo de su furor, Lisímaco armó cerca de tres mil hombres e inició una violenta represión, poniendo al frente a un tal Arauno, hombre avanzado en edad no menos que en falta de juicio.
41 Cuando se dieron cuenta del ataque de Lisímaco, unos se armaron de piedras, otros de estacas y otros, tomando a puñadas ceniza que allí había, lo arrojaban todo junto contra las tropas de Lisímaco.41 Cuando advirtieron que Lisímaco los atacaba, unos se armaron de piedras, otros de palos, y otros, tomando puñados de la ceniza que había allí, los arrojaban violentamente contra las tropas.
42 De este modo hirieron a muchos de ellos, y mataron a algunos; a todos los demás los pusieron en fuga, y al mismo ladrón sacrílego le mataron junto al Tesoro.42 De este modo hirieron a muchos de ellos y mataron a otros; a todos los demás los obligaron a huir y dieron muerte al sacrílego junto al Tesoro del Templo.
43 Sobre todos estos hechos se instruyó proceso contra Menelao.43 Con motivo de estos sucesos, se entabló un proceso contra Menelao.
44 Cuando el rey llegó a Tiro, tres hombres enviados por el Senado expusieron ante él el alegato.44 Cuando el rey llegó a Tiro, tres hombres enviados por el Consejo de los ancianos presentaron una acusación contra él.
45 Menelao, perdido ya, prometió una importante suma a Tolomeo, hijo de Dorimeno, para que persuadiera al rey.45 Al verse perdido, Menelao prometió una importante suma a Tolomeo, hijo de Dorimeno, para que tratara de persuadir al rey.
46 Entonces Tolomeo, llevando al rey aparte a una galería como para tomar el aire, le hizo cambiar de parecer,46 Tolomeo llevó al rey a una galería, como quien va a tomar un poco de aire, y allí lo hizo cambiar de parecer.
47 de modo que absolvió de las acusaciones a Menelao, el causante de todos los males, y, en cambio, condenó a muerte a aquellos infelices que hubieran sido absueltos, aun cuando hubieran declarado ante un tribunal de escitas.47 Así absolvió de las acusaciones a Menelao, que era el causante de todos esos males. En cambio, condenó a muerte a aquellos desdichados que hubieran sido absueltos como inocentes, incluso por un tribunal de bárbaros.
48 Así que, sin dilación, sufrieron aquella injusta pena los que habían defendido la causa de la ciudad, del pueblo y de los vasos sagrados.48 De esta manera fueron inmediatamente sometidos a un castigo injusto los que habían defendido la ciudad, el pueblo y los objetos sagrados.
49 Por este motivo, algunos tirios, indignados contra aquella iniquidad, prepararon con magnificencia su sepultura.49 Por eso algunos tirios, indignados por aquella maldad, se encargaron de darles una espléndida sepultura.
50 Menelao, por su parte, por la avaricia de aquellos gobernantes, permaneció en el poder, creciendo en maldad, constituido en el principal adversario de sus conciudadanos.50 Mientras tanto, Menelao se mantenía en el poder, gracias a la avaricia de aquellos gobernantes. Su maldad crecía cada vez más, convirtiéndolo en el principal adversario de sus compatriotas.