Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

2 Macabeos 14


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Después de tres años de intervalo, los hombres de Judas supieron que Demetrio, hijo de Seleuco, había atracado en el puerto de Trípoli con un fuerte ejército y una flota,1 Al cabo de tres años, Judas y sus hombres recibieron la noticia de que Demetrio, el hijo de Seleuco, había atracado en el puerto de Trípoli con un poderoso ejército y una flota,
2 y que se había apoderado de la región, después de haber dado muerte a Antíoco y a su tutor Lisias.2 adueñándose del país y haciendo ejecutar a Antíoco y a su tutor Lisias.
3 Un tal Alcimo, que antes había sido sumo sacerdote, pero que se había contaminado voluntariamente en tiempo de la rebelión, pensando que de ninguna forma había para él salvación ni acceso posible al altar sagrado,3 Un cierto Alcimo, que antes había sido Sumo Sacerdote, pero que se había contaminado voluntariamente en el tiempo de la ruptura con el paganismo, comprendiendo que él ya no podía rehabilitarse ni acceder al altar sagrado,
4 fue al encuentro del rey Demetrio, hacia el año 151, y le ofreció una corona de oro, una palma, y además, los rituales ramos de olivo del Templo. Y por aquel día no hizo más.4 fue a ver al rey Demetrio hacia el año ciento cincuenta y uno, y le obsequió una corona de oro y una palma, además de los acostumbrados ramos de olivo del templo. Y aquel día, se contentó con eso.
5 Pero encontró una ocasión propicia para su demencia, al ser llamado por Demetrio a consejo y al ser preguntado sobre las disposiciones y designios de los judíos.5 Pero él encontró una ocasión propicia para sus perversos designios, cuando Demetrio lo convocó ante el Consejo, y lo consultó acerca de las actitudes y planes de los judíos. Alcimo respondió:
6 Respondió: «Los judíos llamados asideos, encabezados por Judas Macabeo, fomentan guerras y rebeliones, para no dejar que el reino viva en paz.6 «Los judíos llamados asideos, capitaneados por Judas Macabeo, fomentan la guerra y las sediciones, y no dejan que el reino viva en paz.
7 Por eso aunque despojado de mi dignidad ancestral, me refiero al sumo sacerdocio, he venido aquí7 Debido a eso, aunque he sido despojado de la dignidad heredada de mis antepasados –me refiero al sumo sacerdocio– he venido aquí,
8 en primer lugar con verdadera preocupación por los intereses del rey, y en segundo lugar, con la mirada puesta en mis propios compatriotas, pues por la locura de los hombres que he mencionado, toda nuestra raza padece no pocos males.8 en primer lugar, sinceramente preocupado por los intereses del rey y, en segundo lugar, por consideración hacia mis compatriotas. A causa de la conducta irreflexiva de los hombres ya mencionados, toda nuestra nación padece no pocos infortunios.
9 Informado con detalle de todo esto, ¡oh rey!, mira por nuestro país y por nuestra nación por todas partes asediada, con esa accesible benevolencia que tienes para todos;9 Por eso, ya que tú eres el rey, una vez que te informes detalladamente de todo esto, vela por nuestro país y nuestra nación amenazados por todas partes, de acuerdo con los sentimientos humanitarios que demuestras hacia todos.
10 pues mientras Judas subsista, le es imposible al Estado alcanzar la paz».10 Ciertamente, mientras Judas viva, es imposible que el Estado goce de paz».
11 En cuanto él dijo esto, los demás amigos que sentían aversión hacia lo de Judas, se apresuraron a encender más el ánimo de Demetrio.11 Apenas Alcimo pronunció estas palabras, los demás Amigos del rey que eran hostiles a Judas, se apresuraron a incitar aún más a Demetrio.
12 Designó inmediatamente a Nicanor, que había llegado a ser elefantarca, le nombró estratega de Judea y le envió12 Este designó inmediatamente a Nicanor, que dirigía la tropa de los elefantes, lo nombró gobernador de Judea, y lo envió
13 con órdenes de hacer morir a Judas, dispersar a todos sus hombres y restablecer a Alcimo como sumo sacerdote del más grande de los templos.13 con la orden de matar a Judas y dispersar a sus partidarios, restableciendo a Alcimo como Sumo Sacerdote del Templo más excelso.
14 Los gentiles de Judea, fugitivos de Judas, se unieron en masa a Nicanor, imaginándose que las desgracias y reveses de los judíos serían sus propios éxitos.14 Los paganos que habían huido de Judea por temor a Judas, se unieron en masa a Nicanor, pensando que los infortunios y las derrotas de los judíos serían sus propias victorias.
15 Al tener noticia de la expedición de Nicanor y del asalto de los gentiles, esparcieron sobre sí polvo e imploraron a Aquél que por siempre había establecido a su pueblo y que siempre protegía a su propia heredad con sus manifestaciones.15 Cuando los judíos se enteraron de la expedición de Nicanor y de la invasión de los paganos, se cubrieron de polvo y suplicaron a Aquel que había establecido a su pueblo para siempre y nunca dejaba de proteger a su propia herencia en forma bien visible.
16 Por orden de su jefe, salieron inmediatamente de allí y trabaron lucha con ellos junto al pueblo de Dessáu.16 Bajo la orden de su jefe, partieron inmediatamente de allí y se trabaron en lucha con ellos junto al poblado de Desau.
17 Simón, hermano de Judas, había entablado combate con Nicanor, pero, a causa de la repentina llegada de los enemigos, sufrió un ligero revés.17 Simón, el hermano de Judas, había entrado en combate con Nicanor, pero sufrió un ligero revés a causa del ataque sorpresivo de los enemigos.
18 Pero con todo, Nicanor, al tener noticia de la bravura de los hombres de Judas y del valor con que combatían por su patria, temía resolver la situación por la sangre.18 Nicanor, enterado de la audacia de los hombres de Judas y del valor con que defendían a su patria, temió definir la situación de una manera sangrienta.
19 Por este motivo envió a Posidonio, Teodoto y Matatías para concertar la paz.19 Por eso envió a Posidonio, Teodoto y Matatías para concertar la paz.
20 Después de maduro examen de las condiciones, el jefe se las comunicó a las tropas y, ante el parecer unánime, aceptaron el tratado.20 Después de un detenido examen de la propuesta, el jefe la comunicó a las tropas, y por decisión unánime aceptaron el tratado.
21 Fijaron la fecha en que se reunirían los jefes en privado. Se adelantó un vehículo de cada lado y prepararon asientos.21 Se fijó un día en que los jefes se reunirían a solas en un lugar determinado; se puso una tarima de cada lado y se prepararon asientos.
22 Judas dispuso en lugares estratégicos hombres armados, preparados para el caso de que se produjera alguna repentina traición de parte enemiga. Tuvieron la entrevista en buen acuerdo.22 Judas distribuyó algunos hombres armados en puntos estratégicos, por si se producía inesperadamente algún ataque a traición por parte de los enemigos. Sin embargo, la entrevista se realizó normalmente.
23 Nicanor pasó algún tiempo en Jerusalén sin hacer nada inoportuno y despidió a las turbas que, en masa, se le habían reunido.23 Nicanor vivía en Jerusalén sin molestar a nadie: incluso, licenció a las tropas que se le habían incorporado en masa.
24 Siempre tenía a Judas consigo; sentía una cordial inclinación hacia este hombre.24 Se veía constantemente, con Judas y sentía por él un sincero aprecio;
25 Le aconsejó que se casara y tuviera descendencia. Judas se casó, vivió con tranquilidad, y disfrutó de la vida.25 le aconsejó que se casara y que tuviera hijos. Judas se casó y vivió tranquilamente, disfrutando de la vida.
26 Alcimo, al ver la recíproca comprensión, se hizo con una copia del acuerdo concluido y se fue donde Demetrio. Le decía que Nicanor tenía sentimientos contrarios a los intereses del Estado, pues había designado como sucesor suyo a Judas, el conspirador contra el reino.26 Cuando Alcimo vio la comprensión que reinaba entre ellos, consiguió una copia del pacto celebrado y se presentó ante Demetrio, diciéndole que Nicanor abrigaba sentimientos contrarios a los intereses del Estado, ya que había nombrado lugarteniente suyo a Judas, el rival de su reino.
27 Fuera de sí el rey, excitado por las calumnias de aquel maligno, escribió a Nicanor comunicándole que estaba disgustado con el acuerdo y ordenándole que inmediatamente mandara encadenado a Macabeo a Antioquía.27 El rey se puso fuera de sí y, excitado por las calumnias de ese miserable, escribió a Nicanor, manifestándole su disgusto por el acuerdo y ordenándole que le mandara inmediatamente preso a Antioquía al Macabeo.
28 Cuando Nicanor recibió la comunicación, quedó consternado, pues le desagradaba mucho tener que anular lo convenido, sin que hubiera cometido aquel hombre injusticia alguna.28 Cuando Nicanor recibió la noticia, quedó desconcertado, porque le indignaba romper el acuerdo sin que aquel hombre hubiera cometido ninguna injusticia.
29 Pero, como no era posible oponerse al rey, aguardaba la oportunidad de ejecutar la orden con alguna estratagema.29 Pero como no era posible oponerse al rey, buscaba la ocasión favorable para cumplir la orden valiéndose de alguna estratagema.
30 Cuando Macabeo, por su parte, notó que Nicanor se portaba más secamente con él y que le trataba con más frialdad en sus habituales relaciones, pensó que tal sequedad no procedía de las mejores disposiciones. Reunió a muchos de los suyos y procuró ocultarse de Nicanor.30 El Macabeo, por su parte, viendo que Nicanor lo trataba más secamente y que le demostraba una gran frialdad en sus relaciones habituales, pensó que esa actitud no presagiaba nada bueno. Entonces reunió a un buen número de sus compañeros y se ocultó de Nicanor.
31 Este otro, al darse cuenta de que aquel hombre le había vencido con nobleza, se presentó en el más grande y santo Templo en el momento en que los sacerdotes ofrecían los sacrificios rituales y les exigió que le entregaran a aquel hombre.31 Cuando este advirtió que Judas se había burlado de él tan hábilmente, se presentó en el augusto y santo Templo, mientras los sacerdotes ofrecían los sacrificios rituales y les exigió que le entregaran a aquel hombre.
32 Aseguraron ellos con juramento que no sabían dónde estaba el hombre que buscaba.32 Como ellos juraron que no sabían dónde se encontraba el hombre que buscaba,
33 Entonces él extendiendo la diestra hacia el santuario, hizo este juramento: «Si no me entregáis encadenado a Judas, arrasaré este recinto sagrado de Dios, destruiré el altar, y aquí mismo levantaré un espléndido Templo a Dióniso».33 él, extendiendo la mano derecha hacia el Santuario, pronunció este juramento: «Si no me entregan prisionero a Judas, arrasaré este recinto consagrado a Dios, derribaré el altar y levantaré aquí mismo un espléndido templo a Dionisos».
34 Y, dicho esto, se fue. Los sacerdotes con las manos tendidas al cielo, invocaban a Aquél que sin cesar había combatido en favor de nuestra nación, diciendo:34 Dicho esto, se fue. Los sacerdotes, con las manos extendidas hacia el cielo, invocaron a Aquel que había combatido incesantemente en favor de nuestra nación, diciendo:
35 «Tú, Señor, que nada necesitas, te has complacido en que el santuario de tu morada se halle entre nosotros.35 «Tú, Señor de todas las cosas, que no necesitas de nada, has querido que el Santuario donde tú habitas estuviera en medio de nosotros.
36 También ahora, Señor santo de toda santidad, preserva siempre limpia de profanación esta Casa recién purificada».36 Por eso ahora, Señor santo, lleno de toda santidad, preserva para siempre de toda profanación esta Casa recién purificada».
37 Razías, uno de los ancianos de Jerusalén, fue denunciado a Nicanor. Era hombre amante de sus conciudadanos, muy bien considerado, llamado por su buen corazón «Padre de los judíos»,37 Un tal Razís, uno de los ancianos de Jerusalén, buen patriota, sumamente estimado y llamado por su bondad «Padre de los judíos», fue denunciado a Nicanor.
38 pues, en los tiempos que precedieron a la sublevación, había sido acusado de Judaísmo, y por el Judaísmo había expuesto cuerpo y vida con gran constancia.38 El, en los primeros tiempos de la ruptura con el paganismo, había abrazado la causa del Judaísmo, entregándose a ella en cuerpo y alma, con una gran entereza.
39 Queriendo Nicanor hacer patente la hostilidad que le embargaba hacia los judíos, envió más de quinientos soldados para arrestarlo,39 Nicanor, queriendo poner en evidencia la hostilidad que profesaba contra los judíos, envió más de quinientos soldados para detenerlo,
40 pues le parecía que arrestándole causaba un gran perjuicio a los judíos.40 porque le parecía que, tomándolo prisionero, ocasionaba un gran perjuicio a los judíos.
41 Cuando las tropas estaban a punto de apoderarse de la torre, forzando la puerta del patio y con orden de prender fuego e incendiar las puertas, Razías, acosado por todas partes, se echó sobre la espada.41 Cuando las tropas estaban a punto de ocupar la torre, forzando la puerta de entrada y dando órdenes de traer fuego e incendiar las puertas. Razís, acorralado por todas partes, se arrojó sobre su espada.
42 Prefirió noblemente la muerte antes que caer en manos criminales y soportar afrentas indignas de su nobleza.42 El prefirió morir noblemente, antes que caer en manos de aquellos desalmados y soportar ultrajes indignos de su nobleza.
43 Pero, como por la precipitación del combate no había acertado al herirse y las tropas irrumpían puertas adentro, subió valerosamente a lo alto del muro y se precipitó con bravura sobre las tropas;43 Pero, por lo precipitado del ataque, no acertó el golpe, y como las tropas ya se abrían paso a través de las puertas, subió valerosamente a lo alto del muro y se arrojó con intrepidez sobre la multitud.
44 pero al retroceder éstas rápidamente, dejando un hueco, vino él a caer en medio del espacio libre.44 Esta retrocedió a una cierta distancia y él cayó en medio del espacio vacío.
45 Con aliento todavía y enardecido su ánimo, se levantó derramando sangre a torrentes; a pesar de las graves heridas, atravesó corriendo por entre las tropas, y se puso sobre una roca escarpada.45 Estando aún con vida, lleno de ardor, se incorporó sangrando copiosamente, y a pesar de sus graves heridas, pasó corriendo por entre las tropas y se paró sobre una roca escarpada.
46 Ya completamente exangüe, se arrancó las entrañas y tomándolas con ambas manos, las arrojó contra las tropas. Y después de invocar al Dueño de la vida y del espíritu que otra vez se dignara devolvérselas, llegó de este modo al tránsito.46 Cuando ya estaba completamente exangüe, se arrancó las entrañas y, tomándolas con ambas manos, las arrojó contra aquella gente. Así, invocando al Señor de la vida y del espíritu para que un día se las devolviera, murió aquel hombre.