Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

1 Macabeos 4


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1Gorgias, tomando 5.000 hombres y mil jinetes escogidos, partió con ellos de noche2para caer sobre el campamento de los judíos y vencerles por sopresa. La gente de la Ciudadela los guiaba.3Pero lo supo Judas y salió él a su vez con sus guerreros con intención de batir al ejército real que quebada en Emaús4mientras estaban todavía dispersas las tropas fuera del campamento.5Gorgias llegó de noche al campamento de Judas y al no encontrar a nadie, los estuvo buscando por las montañas, pues decía: «Estos van huyendo de nosotros».6Al rayar el día, apareció Judas en la llanura con 3.000 hombres. Sólo que no tenían las armas defensivas y las espadas que hubiesen querido,7mientras veían el campamento de los gentiles fuerte, bien atrincherado, rodeado de la caballería y todos diestros en la guerra.8Judas entonces dijo a los que con él iban: «No temáis a esa muchedumbre ni su pujanza os acobarde.9Recordad cómo se salvaron nuestros padres en el mar Rojo, cuando Faraón les perseguía con su ejército.10Clamemos ahora al Cielo, a ver si nos tiene piedad, recuerda la alianza de nuestros padres y quebranta hoy este ejército ante nosotros.11Entonces reconocerán todas las naciones que hay quien rescata y salva a Israel».12Los extranjeros alzaron los ojos y, viendo a los judíos que venían contra ellos,13salieron del campamento a presentar batalla. Los soldados de Judas hicieron sonar la trompeta14y entraron en combate. Salieron derrotados los gentiles y huyeron hacia la llanura.15Los rezagados cayeron todos a filo de espada. Los persiguieron hasta Gázara y hasta las llanuras de Idumea, Azoto y Yamnia. Cayeron de ellos al pie de 3.000 hombres.16Judas, al volver con su ejército de la persecución,17dijo a su gente: «Contened vuestros deseos de botín, que otra batalla nos amenaza;18Gorgias y su ejército se encuentran cerca de nosotros en la montaña. Haced frente ahora a nuestros enemigos y combatid con ellos; después podréis con tranquilidad haceros con el botín».19Apenas había acabado Judas de hablar, cuando se dejó ver un destacamento que asomaba por la montaña.20Advirtieron éstos que los suyos habían huido y que el campamento había sido incendiado, como se lo daba a entender el humo que divisaban.21Viéndolo se llenaron de pavor y al ver por otro lado en la llanura el ejército de Judas dispuesto para el combate,22huyeron todos al país de los filisteos.23Judas se volvió entonces al campamento para saquearlo. Recogieron mucho oro y plata, telas teñidas en púrpura marina, y muchas otras riquezas.24De regreso cantaban y bendecían al Cielo: “Porque es bueno, porque es eterno su amor.”25Hubo aquel día gran liberación en Israel.26Los extranjeros que habían podido escapar se fueron donde Lisias y le comunicaron todo lo que había pasado.27Al oírles quedó consternado y abatido porque a Israel no le había sucedido lo que él quería ni las cosas habían salido como el rey se lo tenía ordenado.28Al año siguiente, reunió Lisias 60.000 hombres escogidos y 5.000 jinetes para combatir contra ellos.29Llegaron a Idumea y acamparon en Bet Sur. Judas fue a su encuentro con 10.000 hombres30y cuando vio aquel poderoso ejército, oró diciendo: «Bendito seas, Salvador de Israel, que quebraste el ímpetu del poderoso guerrero por mano de tu siervo David y entregaste el ejército de los filisteos en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero.31Pon de la misma manera este ejército en manos de tu pueblo Israel y queden corridos de sus fuerzas y de su caballería.32Infúndeles miedo, rompe la confianza que en su fuerza ponen y queden abatidos con su derrota.33Hazles sucumbir bajo la espada de los que te aman, y entonen himnos en tu alabanza todos los que conocen tu nombre».34Vinieron a las manos y cayeron en el combate unos 5.000 hombres del ejército de Lisias.35Al ver Lisias la derrota sufrida por su ejército y la intrepidez de los soldados de Judas, y cómo estaban resueltos a vivir o morir valerosamente, partió para Antioquía, donde reclutó mercenarios con ánimo de presentarse de nuevo en Judea con fuerzas más numerosas.36Judas y sus hermanos dijeron: «Nuestros enemigos están vencidos; subamos, pues, a purificar el Lugar Santo y a celebrar su dedicación».37Se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.38Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado, las puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en un monte cualquiera, y las salas destruidas,39rasgaron sus vestidos, dieron muestras de gran dolor y pusieron ceniza sobre sus cabezas.40Cayeron luego rostro en tierra y a una señal dada por las trompetas, alzaron sus clamores al Cielo.41Judas dio orden a sus hombres de combatir a los de la Ciudadela hasta terminar la purificación del Lugar Santo.42Luego eligió sacerdotes irreprochables, celosos de la Ley,43que purificaron el Lugar Santo y llevaron las piedras de la contaminación a un lugar inmundo.44Deliberaron sobre lo que había de hacerse con el altar de los holocaustos que estaba profanado.45Con buen parecer acordaron demolerlo para evitarse un oprobio, dado que los gentiles lo habían contaminado. Lo demolieron, pues,46y depositaron sus piedras en el monte de la Casa, en un lugar conveniente, hasta que surgiera un profeta que diera respuesta sobre ellas.47Tomaron luego piedras sin labrar, como prescribía la Ley, y contruyeron un nuevo altar como el anterior.48Repararon el Lugar Santo y el interior de la Casa y santificaron los atrios.49Hicieron nuevos objetos sagrados y colocaron dentro del templo el candelabro, el altar del incienso y la mesa.50Quemaron incienso sobre el altar y encendieron las lámparas del candelabro, que lucieron en el Templo.51Pusieron panes sobre la mesa, colgaron las cortinas y dieron fin a la obra que habían emprendido.52El día veinticinco del noveno mes, llamado Kisléu, del año 148, se levantaron al romper el día53y ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido un sacrificio conforme a la Ley.54Precisamente fue inaugurado el altar, con cánticos, cítaras, liras y címbalos, en el mismo tiempo y el mismo día en que los gentiles la habían profanado.55El pueblo entero se postró rostro en tierra, y adoró y bendijo al Cielo que los había conducido al triunfo.56Durante ocho días celebraron la dedicación del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y el sacrificio de comunión y acción de gracias.57Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las salas y les pusieron puertas.58Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los gentiles quedó borrado.59Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, decidió que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Kisléu, se celebrara con alborozo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar.60Por aquel tiempo, levantaron en torno al monte Sión altas murallas y fuertes torres, no fuera que otra vez se presentaran como antes los gentiles y lo pisotearan.61Puso Judas allí una guarnición que lo defendiera y para que el pueblo tuviese una fortaleza frente a Idumea, fortificó Bet Sur.