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Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Éxodo 5


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Después se presentaron Moisés y Aarón a Faraón y le dijeron: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Deja salir a mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto.»1 Inmediatamente, Moisés y Aarón fueron a decir al Faraón: «Así habla el Señor, el Dios de Israel: Deja partir a mi pueblo, para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor».
2 Respondió Faraón: «¿Quién es Yahveh para que yo escuche su voz y deje salir a Israel? No conozco a Yahveh y no dejaré salir a Israel.»2 Pero el Faraón respondió: «¿Y quien es el Señor para que yo le obedezca dejando partir a Israel? Yo no conozco al Señor y no dejaré partir a Israel».
3 Ellos dijeron: «El Dios de los hebreos se nos ha aparecido; permite, pues, que vayamos camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, no sea que nos castigue con peste o espada.»3 Ellos dijeron: «El Dios de los hebreos vino a nuestro encuentro, y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios. De lo contrario él nos castigará con la peste o la espada».
4 El rey de Egipto les replicó: «¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón, apartáis al pueblo de sus trabajos? Idos a vuestra tarea.»4 El rey de Egipto les respondió: «¿Por qué ustedes, Moisés y Aarón, se empeñan en apartar al pueblo de sus tareas? Vuelvan al trabajo que les ha sido impuesto».
5 Y añadió Faraón: «Ahora que el pueblo de esa región es numeroso ¿queréis interrumpir sus trabajos?»5 El pensaba así: «Ellos son ahora más numerosos que los nativos del país, ¿y todavía debo tolerarles que interrumpan sus trabajos?».
6 Aquel mismo día dio Faraón esta orden a los capataces del pueblo y a los escribas:6 Ese mismo día, el Faraón dio a los capataces y a los inspectores del pueblo las siguientes instrucciones:
7 «Ya no daréis como antes paja al pueblo para hacer ladrillos; que vayan ellos mismos a buscársela.7 «No sigan entregando a esa gente la paja para hacer los ladrillos, como lo hicieron hasta ahora. Que vayan a juntarla ellos mismos.
8 Pero que hagan la misma cantidad de ladrillos que hacían antes, sin rebajarla; pues son unos perezosos. Y por eso claman diciendo: Vamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios.8 Pero exíjanles la misma cantidad de ladrillos que fabricaban antes, sin descontarles ni uno solo, porque son unos holgazanes. Por eso gritan: «¡Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!»
9 Que se aumente el trabajo de estos hombres para que estén ocupados en él y no den oídos a palabras mentirosas.9 Háganlos trabajar más duramente y que estén siempre ocupados; así no prestarán atención a esas patrañas».
10 Salieron los capataces del pueblo diciendo: «Esto dice Faraón: No os daré ya más paja;10 En seguida salieron los capataces del pueblo, junto con los inspectores, y dijeron a la multitud: «Así habla el Faraón: «De ahora en adelante no les daré más paja.
11 id vosotros mismos a buscárosla donde la podáis hallar. Pero vuestra tarea no se disminuirá en nada.»11 Vayan ustedes mismos y tráiganla de donde puedan. Pero el rendimiento no deberá disminuir en lo más mínimo».
12 Esparcióse, pues, el pueblo por el país de Egipto en busca de rastrojo para emplearlo como paja.12 Entonces el pueblo se dispersó por todo el territorio de Egipto para recoger los rastrojos, y abastecerse así de paja.
13 Los capataces por su lado los apremiaban, diciendo: «Terminad la tarea que os ha sido fijada para cada día, como cuando había paja.»13 Los capataces, por su parte, los apremiaban diciendo: «Terminen el trabajo que se les fijó para cada día, como lo hacían cuando les daban la paja».
14 A los escribas de los israelitas, que los capataces de Faraón habían puesto al frente de aquéllos, se les castigó, diciéndoles: «¿Por qué no habéis hecho, ni ayer ni hoy, la misma cantidad de ladrillos que antes?»14 Y los capataces del Faraón golpearon a los inspectores israelitas que ellos habían designado, diciendo: «¿Por qué ayer y hoy no completaron la cantidad establecida de ladrillos, como lo venían haciendo hasta ahora?».
15 Los escribas de los israelitas fueron a quejarse a Faraón, diciendo: «¿Por qué tratas así a tus siervos?15 Los inspectores de los israelitas fueron a quejarse al Faraón, diciendo: «¿Por qué tratas así a tus servidores?
16 No se da paja a tus siervos y sin embargo nos dicen: “Haced ladrillos.” Y he aquí que tus siervos son castigados...»16 No nos dan paja, no cesan de decirnos que hagamos ladrillos, y encima nos golpean. Y tú tienes la culpa».
17 El respondió: «Haraganes sois, grandes haraganes; por eso decís: “Vamos a ofrecer sacrificios a Yahveh.”17 Pero el Faraón respondió: «Ustedes son unos holgazanes, sí, unos perfectos holgazanes. Por eso andan diciendo: «Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios».
18 Pues, id a trabajar; no se os dará paja, y habéis de entregar la cantidad de ladrillos señalada.»18 Ahora vayan a trabajar. Y no sólo no les darán más paja, sino que deberán entregar la misma cantidad de ladrillos.»
19 Los escribas de los israelitas se vieron en grande aprieto, pues les ordenaron: «No disminuiréis vuestra producción diaria de ladrillos.»19 Cuando les anunciaron que no debían disminuir la producción de ladrillos establecida para cada día, los inspectores israelitas se vieron en un grave aprieto.
20 Encontráronse, pues, con Moisés y Aarón, que les estaban esperando a la salida de su entrevista con Faraón,20 Y al encontrarse con Moisés y Aarón que los estaban esperando a la salida,
21 y les dijeron: Que Yahveh os examine y que él os juzgue por habernos hecho odiosos a Faraón y a sus siervos y haber puesto la espada en sus manos para matarnos.»21 les dijeron: «Que el Señor fije su mirada en ustedes y juzgue. Porque nos han hecho odiosos al Faraón y a sus servidores, y han puesto en sus manos una espada para que nos maten».
22 Volvióse entonces Moisés a Yahveh y dijo: «Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿por qué me has enviado?22 Moisés se volvió al Señor, diciendo: «Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para esto me has enviado?
23 Pues desde que fui a Faraón para hablarle en tu nombre está maltratando a este pueblo, y tú no haces nada por librarle.»23 Desde que me presenté ante el Faraón para hablarle en tu nombre, él no ha cesado de maltratar a este pueblo, y tú no haces nada para librar a tu pueblo.