Scrutatio

Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Tobías 12


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Acabados los días de la boda, llamó Tobit a su hijo Tobías y le dijo: «Hijo, ya es tiempo de pagar el salario al hombre que te acompañó. Y le añadirás un sobresueldo».1 Cuando terminó de celebrarse la boda Tobit llamó a su hijo Tobías y le dijo: «Hijo mío, ya es hora de pagarle lo convenido a tu compañero, agregando incluso algo más».
2 Respondió Tobías: «Padre, ¿qué salario puedo darle? Aun entregándole la mitad de la hacienda que traje conmigo, no salgo perdiendo.2 Tobías le respondió: «Padre, ¿cuánto tengo que darle? Aunque le entregara la mitad de los bienes que él trajo conmigo, no saldría perdiendo.
3 Me ha guiado incólume, ha cuidado de mi mujer, me ha traído el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué salario voy a darle?»3 El me ha conducido sano y salvo, ha curado a mi esposa, ha traído conmigo el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué puedo darle por todo esto?».
4 Díjole Tobit: «Hijo, bien merece que tome la mitad de cuanto trajo».4 Tobit le dijo: «Hijo, es justo que se lleve la mitad de lo que trajo».
5 Le llamó, pues, Tobías y le dijo: «Toma como salario la mitad de todo cuanto trajiste y vete en paz».5 Tobías llamó a su compañero y le dijo: «Toma en pago la mitad de lo que has traído, y vete en paz».
6 Entonces Rafael llevó aparte a los dos y les dijo: «Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los bienes que os ha concedido, para bendecir y cantar su Nombre. Manifestad a todos los hombres las acciones de Dios, dignas de honra, y no seáis remisos en confesarle.6 Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo: «Bendigan a Dios, y celébrenlo delante de todos los vivientes por los bienes que él les ha concedido, para que todos bendigan y alaben su Nombre. Hagan conocer debidamente a todos los hombres las obras de Dios y nunca dejen de celebrarlo.
7 Bueno es mantener oculto el secreto del rey y también es bueno proclamar y publicar las obras gloriosas de Dios. Practicad el bien y no tropezaréis con el mal.7 Es bueno mantener oculto el secreto del rey, pero las obras de Dios hay que revelarlas y publicarlas como es debido. Practiquen el bien, y así el mal nunca los dañará.
8 «Buena es la oración con ayuno; y mejor es la limosna con justicia que la riqueza con iniquidad. Mejor es hacer limosna que atesorar oro.8 Vale más la oración con el ayuno y la limosna con la justicia, que la riqueza con la iniquidad. Vale más hacer limosna que amontonar oro.
9 La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado. Los limosneros tendrán larga vida.9 La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de una larga vida.
10 Los pecadores e inicuos son enemigos de su propia vida.10 Los que pecan y practican la injusticia son enemigos de su propia vida.
11 «Os voy a decir toda la verdad, sin ocultaros nada. Ya os he manifestado que es bueno mantener oculto el secreto del rey y que también es bueno publicar las obras gloriosas de Dios.11 Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios.
12 Cuando tú y Sarra hacíais oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones. Y lo mismo hacía cuando enterrabas a los muertos.12 Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
13 Cuando te levantabas de la mesa sin tardanza, dejando la comida, para esconder un cadáver, era yo enviado para someterte a prueba.13 Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba.
14 También ahora me ha enviado Dios para curarte a ti y a tú nuera Sarra.14 Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara.
15 Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor».15 Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia».
16 Se turbaron ambos y cayeron sobre sus rostros, llenos de terror.16 Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor.
17 El les dijo: «No temáis. La paz sea con vosotros. Bendecid a Dios por siempre.17 Pero él les dijo: «No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente.
18 Si he estado con vosotros no ha sido por pura benevolencia mía hacia vosotros, sino por voluntad de Dios. A él debéis bendecir todos los días, a él debéis cantar.18 Cuando yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.
19 Os ha parecido que yo comía, pero sólo era apariencia.19 Aunque ustedes me veían comer, eso no era más que una apariencia.
20 Y ahora bendecid al Señor sobre la tierra y confesad a Dios. Mirad, yo subo al que me ha enviado. Poned por escrito todo cuanto os ha sucedido». Y se elevó.20 Por eso, bendigan al Señor sobre la tierra y celebran a Dios. Ahora subo a Aquel que me envió. Pongan por escrito todo lo que les ha sucedido». Y en seguida se elevó.
21 Ellos se levantaron pero ya no le vieron más. Alabaron a Dios y entonaron himnos, dándole gracias por aquella gran maravilla de habérseles aparecido un ángel de Dios.21 Ellos bendecían a Dios, entonando himnos, y lo celebraban por haber obrado esas maravillas, ya que se les había aparecido un ángel de Dios.