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Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

1 Samuel 28


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Por aquellos días reunieron los filisteos sus tropas para ir a la guerra contra Israel; Akís dijo a David: «Bien sabes que debes venir a la guerra conmigo, tú y tus hombres».1 En aquellos días, los filisteos concentraron sus fuerzas para entrar en batalla y combatir contra Israel. Aquís dijo a David: «Tienes que saber que irás conmigo al frente, tú y tus hombres».
2 Respondió David a Akís: «Ahora vas a saber bien lo que va a hacer tu servidor». Dijo Akís a David: «Con seguridad te haré mi guardia personal para siempre».2 «De acuerdo, le respondió David; ahora sabrás lo que hará tu servidor». «Muy bien, dijo Aquís a David; yo te haré para siempre jefe de mi guardia personal».
3 Samuel había muerto, todo Israel le había llorado y fué sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había echado del país a los nigromantes y adivinos.3 Samuel había muerto. Todo Israel había estado de duelo por él y lo habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los nigromantes y adivinos.
4 Habiéndose reunido los filisteos vinieron a acampar en Sunem. Reunió Saúl a todo Israel y acampó en Gelboé.4 Los filisteos se reunieron y fueron a acampar a Suném. Saúl concentró a todo Israel y acamparon en Gelboé.
5 Vio Saúl el campamento de los filisteos y tuvo miedo, temblando sobremanera su corazón.5 Pero al divisar el campamento filisteo, tuvo miedo y se estremeció su corazón.
6 Consultó Saúl a Yahveh, pero Yahveh no le respondió ni por sueños ni por los urim, ni por los profetas.6 Luego interrogó al Señor, pero él no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas.
7 Dijo Saúl a sus servidores: «Buscadme una nigromante para que vaya a consultarla». Dijéronle sus servidores: «Aquí mismo, en Endor, hay una nigromante».7 Entonces Saúl dijo a sus servidores: «Búsquenme una nigromante, para que yo vaya a verla y la consulte». Sus servidores le dijeron: «Precisamente hay una nigromante en Endor».
8 Se disfrazó Saúl poniéndose otras ropas y fue con dos de sus hombres; llegó donde la mujer de noche y dijo: «Adivíname por un muerto y evócame el que yo te diga».8 Saúl se disfrazó, poniéndose otra ropa, y partió en compañía de dos hombres. Llegaron de noche, y Saúl dijo a la mujer: «Predíceme el futuro evocando a un muerto, y haz que se aparezca el que yo te diga».
9 La mujer le respondió: «Bien sabes lo que hizo Saúl, que suprimió de esta tierra a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes un lazo a mi vida para hacerme morir?»9 Pero la mujer le respondió: «Tú sabes bien lo que hizo Saúl, cómo extirpó del país a nigromantes y adivinos. ¿Por qué me tiendes una trampa para hacerme morir?».
10 Saúl juró por Yahveh diciendo: «¡Vive Yahveh! Ningún castigo te vendrá por este hecho».10 Entonces Saúl le juró por el Señor: «¡Por la vida del Señor, nadie te inculpará a causa de esto!».
11 La mujer dijo: «¿A quién debo invocar para ti?» Respondió: «Evócame a Samuel».11 La mujer le dijo: «¿Quién quieres que se te aparezca?». Que se me aparezca Samuel», respondió él.
12 Vio entonces la mujer a Samuel y lanzó un gran grito. Dijo la mujer a Saúl: «¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl¡»12 La mujer vio a Samuel y lanzó un fuerte grito. Luego dijo a Saúl: «¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!».
13 El rey le dijo: «No temas, pero ¿qué has visto?» La mujer respondió a Saúl: «Veo un espectro que sube de la tierra».13 Pero el rey le dijo: «No temas. Dime qué has visto». La mujer respondió a Saúl: «Vi un dios que subía de lo profundo de la tierra».
14 Saúl le preguntó: «¿Qué aspecto tiene?» Ella respondió: «Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto». Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró.14 «¿Qué forma tiene?», preguntó él. Ella respondió: «Es un anciano que sube, y está envuelto en un manto». Saúl comprendió entonces que era Samuel, y se postró con el rostro en tierra.
15 Samuel dijo a Saúl: «¿Por qué me perturbas evocándome?» Respondió Saúl: «Estoy en grande augustia; los filisteos mueven guerra contra mí, Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni en sueños. Te he llamado para que me indiques lo que debo hacer».15 Samuel dijo a Saúl: «¿Por qué me has perturbado, haciéndome subir?». «Es que estoy en un grave aprieto, respondió Saúl; los filisteos me hacen la guerra, y Dios se ha apartado de mí; ya no me responde, ni por medio de los profetas ni en sueños. Por eso te llamé para que me indiques lo que debo hacer».
16 Dijo Samuel: «¿Para qué me consultas si Yahveh se ha separado de ti y se ha pasado a otro?16 Samuel replicó: «Si el Señor se ha apartado de ti y se te ha vuelto hostil, ¿por qué me interrogas a mí?
17 Yahveh te ha cumplido lo que dijo por mi boca: ha arrancado Yahveh el reino de tu mano y se lo ha dado a otro, a David,17 El Señor ha obrado contigo conforme a lo que predijo por mi intermedio: él ha arrancado de tu mano la realeza, para dársela a otro, a David.
18 porque no oíste la indignación de su ira contra Amalec. Por eso te trata hoy Yahveh de esta manera.18 Porque tú no escuchaste la voz del Señor y no diste libre curso a su ira contra Amalec, por eso, el Señor te ha tratado de esta manera en el día de hoy.
19 También a Israel entregará Yahveh en manos de los filisteos. Mañana tú y tus hijos estaréis conmigo. Yahveh ha entregado también el ejército de Israel en manos de los filisteos».19 Y junto contigo, el Señor entregará también a Israel en manos de los filisteos. Mañana, tú y tus hijos estarán conmigo, y también al ejército de Israel el Señor lo entregará en manos de los filisteos».
20 Al instante Saúl cayó en tierra cuan largo era. Estaba aterrado por las palabras de Samuel: se hallaba, además, sin fuerzas, porque no había comido nada en todo el día y toda la noche.20 Al instante, Saúl se desplomó en tierra cuan largo era, aterrorizado por lo que había dicho Samuel. Además, estaba sin fuerzas porque no había comido nada en todo el día y toda la noche.
21 Acercóse la mujer donde Saúl, y viendo que estaba tan conturbado, le dijo: «Tu sierva ha escuchado tu voz y he puesto mi vida en peligro por obedecer las órdenes que me diste.21 La mujer se acercó a Saúl y, al verlo tan abatido por el terror, le dijo: «Ya ves que tu servidora te ha hecho caso. Yo arriesgué mi vida y obedecí la orden que me diste.
22 Escucha, pues, tú también la voz de tu sierva y permíteme que te sirva un bocado de pan para que comas y tengas fuerzas para ponerte en camino».22 Ahora tú tienes que hacerme caso: deja que te sirva un pedazo de pan y come. Así tendrás fuerza cuando vayas por el camino».
23 Saúl se negó diciendo: «No quiero comer». Pero sus servidores, a una con la mujer, le insistieron hasta que accedió. Se levantó del suelo y se sentó en el diván.23 Pero él rehusó, diciendo: «¡No comeré!». Sus servidores, y también la mujer, le insistieron, y al fin Saúl les hizo caso; se levantó del suelo y se sentó en el catre.
24 Tenía la mujer en casa un ternero cebado y se apresuró a degollarlo. Tomó harina, la amasó y coció unos ázimos.24 La mujer tenía en casa un ternero cebado. En seguida lo mató, tomó un poco de harina, la amasó e hizo cocer unos panes sin levadura.
25 Lo sirvió a Saúl y sus servidores, comieron y levantandose se marcharon aquella misma noche.25 Después sirvió todo eso a Saúl y a sus servidores. Ellos comieron y se pusieron en camino aquella misma noche.