Scrutatio

Martedi, 30 aprile 2024 - San Pio V ( Letture di oggi)

Jueces 13


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Los israelitas volvieron a hacer lo que desagradaba a Yahveh y Yahveh los entregó a merced de los filisteos durante cuarenta años.1 los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, y el Señor los entregó en manos de los filisteos durante cuarenta años.
2 Había un hombre en Sorá, de la tribu de Dan, llamado Manóaj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos.2 Había un hombre de Sorá, del clan de los danitas, que se llamaba Manóaj. Su mujer era estéril y no tenía hijos.
3 El ángel de Yahveh se apareció a esta mujer y le dijo: «Bien sabes que eres estéril y que no has tenido hijos,3 El Angel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: «Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo.
4 pero concebirás y darás a luz un hijo. En adelante guárdate de beber vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro.4 Ahora, deja de beber vino o cualquier bebida fermentada, y no comas nada impuro.
5 Porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre. El comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos».5 Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. El comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos».
6 La mujer fue a decírselo a su marido: «Un hombre de Dios ha venido donde mí; su aspecto era como el del Angel de Dios, muy terrible. No le he preguntado de dónde venía ni él me ha manifestado su nombre.6 La mujer fue a decir a su marido: «Un hombre de Dios ha venido a verme. Su aspecto era tan imponente, que parecía un ángel de Dios. Yo no le pregunté de dónde era, ni él me dio a conocer su nombre.
7 Pero me ha dicho: “Vas a concebir y a dar a luz un hijo. En adelante no bebas vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte».7 Peor me dijo: «Concebirás y darás a luz un hijo. En adelante, no bebas vino, ni comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madres hasta el día de su muerte».
8 Manóaj invocó a Yahveh y dijo: «Te ruego, Señor, que el hombre de Dios que has enviado venga otra vez donde nosotros y nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño cuando nazca».8 Entonces Manóaj oró a Dios, diciendo: «Te ruego, Señor, que vuelva el hombre que tú nos has enviado y nos indique qué debemos hacer con el niño, cuando haya nacido».
9 Dios escuchó a Manóaj y el Angel de Dios vino otra vez donde la mujer cuando estaba sentada en el campo. Manóaj, su marido, no estaba con ella.9 Dios escuchó la voz de Manóaj, y el Angel de Dios se presentó otra vez a la mujer, mientras se encontraba en el campo y su marido no estaba con ella.
10 La mujer corrió enseguida a informar a su marido y le dijo: «Mira, se me ha aparecido el hombre que vino donde mí el otro día».10 La mujer corrió en seguida a avisarle a su marido: «Se me apareció el hombre que vino a verme el otro día».
11 Manóaj se levantó y, siguiendo a su mujer, llegó donde el hombre y le dijo: «¿Eres tú el que has hablado con esta mujer?» El respondió: «Yo soy».11 Manóaj se levantó y fue detrás de su mujer. Y al llegar adonde estaba el hombre, le dijo: «¿Eres tú el que le ha hablado a esta mujer?». «Sí, soy yo», respondió él.
12 Le dijo Manóaj: «Cuando tu palabra se cumpla ¿cuál deberá ser la norma del niño y su conducta?»12 Entonces Manóaj le preguntó: «Cuando suceda lo que tú has dicho, ¿qué forma de vida tendrá que llevar el niño y cuál será su conducta?».
13 El Angel de Yahveh repondió a Manóaj: «Deberá abstenerse él de todo lo que indiqué a esta mujer.13 El Angel del Señor dijo a Manóaj: «El tendrá que abstenerse de todo lo que le dije a esta mujer:
14 No probará nada de lo que procede de la viña, no beberá vino ni bebida fermentada, no comerá nada impuro y observará todo lo que yo le he mandado».14 no probará el fruto de la vid, ni beberá vino ni bebida fermentada; no comerá nada impuro, y observará todo lo que le he mandado a esta mujer».
15 Manóaj dijo entonces al Angel de Yahveh: «Permítenos retenerte y prepararte un cabrito».15 Manóaj dijo al Angel del Señor: «Quédate aquí y te prepararemos un cabrito».
16 Pero el Angel de Yahveh dijo a Manóaj: «Aunque me obligues a quedarme no probaré tu comida. Pero si quieres preparar un holocausto, ofréceselo a Yahveh». Porque Manóaj no sabía que era el Angel de Yahveh.16 Pero el Angel del Señor le respondió: «Aunque me obligues a quedarme, no probaré tu comida. Si quieres hacer un holocausto, ofrécelo al Señor. Manóaj no se había dado cuente de que aquel hombre era el Angel del Señor.
17 Manóaj dijo entonces al Angel de Yahveh: «¿Cuál es tu nombre para que, cuando se cumpla tu palabra, te podamos honrar?»17 Entonces Manóaj le preguntó: «¿Cuál es tu nombre, para que podamos honrarte cuando suceda lo que tú has dicho?».
18 El Angel de Yahveh le respondió: «¿Por qué me preguntas el nombre, si es maravilloso?».18 Peor el Angel del Señor dijo: «¿Por qué me preguntas mi nombre? El es misterioso».
19 Manóaj tomó el cabrito y la oblación y lo ofreció en holocausto, sobre la roca, a Yahveh, que obra maravillas. Manóaj y su mujer estaban mirando.19 Manóaj tomó el cabrito y la oblación, y los ofreció sobre la roca en holocausto al Señor, que es misterioso en sus acciones. Manóaj y su mujer estaban mirando.
20 Cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Angel de Yahveh subía en la llama. Manóaj y su mujer lo estaban viendo y cayeron rostro en tierra.20 Y cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Angel del Señor subía en la llama del altar, a la vista de Manóaj y de su mujer, que cayeron con el rostro en tierra.
21 Al desaparecer el Angel de Yahveh de la vista de Manóaj y su mujer, Manóaj se dio cuenta de que era el Angel de Yahveh.21 El Angel del Señor ya no se volvió a aparecer a Manóaj ni a su mujer. Entonces Manóaj reconoció que aquel hombre era el Angel del Señor,
22 Y dijo Manóaj a su mujer: «Seguro que vamos a morir, porque hemos visto a Dios».22 y dijo a su mujer: «¡Vamos a morir, porque hemos visto a Dios!»
23 Su mujer le respondió: «Si Yahveh hubiera querido matarnos no habría aceptado de nuestra mano el holocausto ni la oblación, no nos habría mostrado todas estas cosas ni precisamente ahora nos habría hecho oír esto».23 Pero su mujer le respondió: «Si el Señor quisiera hacernos morir no habría aceptado de nuestras manos el holocausto y la oblación; tampoco nos habría mostrado todo esto, no nos habría comunicado una cosa así».
24 La mujer dio a luz un hijo y le llamó Sansón. El niño creció y Yahveh le bendijo.24 La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo.
25 Y el espíritu de Yahveh comenzó a excitarle en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol.25 Y el espíritu del Señor comenzó a actuar sobre él en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol.