Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

Cantar de los Cantares 7


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 ¡Vuelve, vuelve, Sulamita,
vuelve, vuelve, que te miremos!
¿Por qué miráis a la Sulamita,
como en una danza de dos coros?
1 [Coro] ¡Vuelve, vuelve Sulamita, vuelve, vuelve, para que te veamos!
[El Amado] ¿Por qué miran a la Sulamita, bailando entre dos coros?
2 ¡Qué lindos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas son como collares,
obra de manos de artista.
2 ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como collares, obra de las manos de un orfebre.
3 Tu ombligo es un ánfora redonda,
donde no falta el vino.
Tu vientre, un montón de trigo,
de lirios rodeado.
3 Tu ombligo es un cántaro, donde no falta el vino aromático. Tu vientre, un haz de trigo, bordeado de lirios.
4 Tus dos pechos, cual dos crías
mellizas de gacela.
4 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes, mellizos de una gacela.
5 Tu cuello, como torre de marfil.
Tus ojos, las piscinas de Jesbón,
junto a la puerta de Bat Rabbim.
Tu nariz, como la torre del Líbano,
centinela que mira hacia Damasco.
5 Tu cuello es como una torre de marfil. Tus ojos, como las piscinas de Jesbón, junto a la puerta Mayor. Tu nariz es como la Torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco.
6 Tu cabeza sobre ti, como el Carmelo,
y tu melena, como la púrpura;
¡un rey en esas trenzas está preso!
6 Tu cabeza se yergue como el Carmelo, tu cabellera es como la púrpura: ¡un rey está prendado de esas trenzas!
7 ¡Qué bella eres, qué encantadora,
oh amor, oh delicias!
7 ¡Qué hermosa eres, qué encantadora, mi amor y mi delicia!
8 Tu talle se parece a la palmera,
tus pechos, a los racimos.
8 Tu talle se parece a la palmera, tus pechos a sus racimos.
9 Me dije: Subiré a la palmera,
recogeré sus frutos.
¡Sean tus pechos como racimos de uvas,
el perfume de tu aliento como el de las manzanas,
9 Yo dije: Subiré a la palmera, y recogeré sus frutos. ¡Que tus pechos sean como racimos de uva, tu aliento como aroma de manzanas,
10 tu paladar como vino generoso!
El va derecho hacia mi amado,
como fluye en los labios de los que dormitan.
10 y tu paladar como un vino delicioso, que corre suavemente hacia el amado, fluyendo entre los labios y los dientes!
11 Yo soy para mi amado,
y hacia mí tiende su deseo.
11 [La Amada] Yo soy para mi amado, y él se siente atraído hacia mí.
12 ¡Oh, ven, amado mío,
salgamos al campo!
Pasaremos la noche en las aldeas.
12 ¡Ven, amado mío, salgamos al campo! Pasaremos la noche en los poblados;
13 De mañana iremos a las viñas;
veremos si la vid está en cierne,
si las yemas se abren,
y si florecen los granados.
Allí te entregaré
el don de mis amores.
13 de madrugada iremos a las viñas, veremos si brotan las estepas, si se abren las flores, si florecen las granadas... Allí te entregaré mi amor.
14 Las mandrágoras exhalan su fragancia.
A nuestras puertas hay toda suerte de frutos exquisitos.
Los nuevos, igual que los añejos,
los he guardado, amado mío, para ti.
14 Las mandrágoras exhalan su perfume, los mejores frutos están a nuestro alcance: los nuevos y los añejos, amado mío, los he guardado para ti.