SCRUTATIO

Domingo, 29 Junio 2025 - Santi Pietro e Paolo ( Letture di oggi)

Éxodo 32


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió el pueblo en torno a Aarón y le dijeron: «Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.»1 Cuando el pueblo vio que Moisés demoraba en bajar de la montaña, se congregó alrededor de Aarón y le dijo: «Fabrícanos un Dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto»
2 Aarón les respondió: «Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y vuestras hijas, y traédmelos.»2 Aarón les respondió: «Quiten a sus mujeres, a sus hijos y a sus hijas, las argollas de oro que llevan prendidas a sus orejas, y tráiganlas aquí».
3 Y todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que llevaba en las orejas, y los entregó a Aarón.3 Entonces todos se quitaron sus aros y se los entregaron a Aarón.
4 Los tomó él de sus manos, hizo un molde y fundió un becerro. Entonces ellos exclamaron: «Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.»4 El recibió el oro, lo trabajó con el cincel e hizo un ternero de metal fundido. Ellos dijeron entonces: «Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto».
5 Viendo esto Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció: «Mañana habrá fiesta en honor de Yahveh.»5 Al ver esto, Aarón erigió un altar delante de la estatua y anunció en alta voz: «Mañana habrá fiesta en honor del Señor».
6 Al día siguiente se levantaron de madrugada y ofrecieron holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. Luego se sentó el pueblo a comer y beber, y después se levantaron para solazarse.6 Y a la mañana siguiente, bien temprano, ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y después se levantó para divertirse.
7 Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado.7 El Señor dijo a Moisés: «Baja en seguida, porque tu pueblo, ese que hiciste salir de Egipto, se ha pervertido.
8 Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.”»8 Ellos se han apartado rápidamente del camino que yo les había señalado, y se han fabricado un ternero de metal fundido. Después se postraron delante de él, le ofrecieron sacrificios y exclamaron: «Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto».
9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.9 Luego le siguió diciendo: «Ya veo que este es un pueblo obstinado.
10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.»10 Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación».
11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: “¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?11 Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: «¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa?
12 ¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo.12 ¿Por qué tendrán que decir los Egipcios: «El los sacó con la perversa intención de hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra?». Deja de lado tu indignación y arrepiéntete del mas que quieres infligir a tu pueblo.
13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre.»13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: «Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia».
14 Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.14 Y el Señor se arrepintió del mal con que había amenazado a su pueblo.
15 Volvióse Moisés y bajó del monte, con las dos tablas del Testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por una y otra cara estaban escritas.15 Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de otro.
16 Las tablas eran obra de Dios, y la escritura, grabada sobre las mismas, era escritura de Dios.16 Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre ellas era escritura de Dios.
17 Cuando Josué oyó la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: «Gritos de guerra en el campamento.»17 Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: «Hay ritos de guerra en el campamento».
18 Respondió Moisés: «No son gritos de victoria, ni alarido de derrota. Cantos a coro es lo que oigo.»18 Pero Moisés respondió: «No son cantos de victoria, ni alaridos de derrota; lo que oigo son cantos de coros alternados».
19 Cuando Moisés llegó cerca del campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira, arrojó de su mano las tablas y las hizo añicos al pie del monte.19 Cuando Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus manos, las hizo añicos al pie de la montaña.
20 Luego tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció en el agua, y se lo dio a beber a los israelitas.20 Después tomó el ternero que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta pulverizarlo. Luego esparció el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a los israelitas.
21 Y dijo Moisés a Aarón: «¿Qué te hizo este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado?»21 Moisés dijo a Aarón: «¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer un pecado tan grave?».
22 Aarón respondió: «No se encienda la ira de mi señor. Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal.22 Pero Aarón respondió: «Te ruego, Señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al mal.
23 Me dijeron: “Haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no sabemos qué le ha sucedido a Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.”23 Ellos me dijeron: «Fabricamos un dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto».
24 Yo les contesté: “El que tenga oro despréndase.” Ellos se lo quitaron y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió este becerro.»24 Entonces les ordené: «El que tenga oro que se desprenda de él. Ellos me lo trajeron, yo lo eché al fuego, y salió este ternero».
25 Vio Moisés al pueblo desenfrenado - pues Aarón les había permitido entregarse a la idolatría en medio de sus adversarios -25 Cuando Moisés vio el desenfreno del pueblo –porque Aarón le había tolerado toda clase de excesos, exponiéndolo así a la burla de sus enemigos–
26 y se puso Moisés a la puerta del campamento, y exclamó: «¡A mí los de Yahveh!» y se le unieron todos los hijos de Leví.26 se paró a la entrada del campamento y exclamó: «¡Los que están de parte del Señor, vengan aquí!». Todos los hijos de Leví se agruparon a su alrededor,
27 El les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Cíñase cada uno su espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta, y matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente.»27 y él les dijo: «Así habla el Señor, el Dios de Israel: Que cada uno se arme de su espada; recorran el campamento pasando de una puerta a otra, y maten sin tener en cuenta si es hermano, amigo o pariente».
28 Cumplieron los hijos de Leví la orden de Moisés; y cayeron aquel día unos 3000 hombres del pueblo.28 Los levitas cumplieron la orden de Moisés, y aquel día cayeron unas tres mil personas del pueblo.
29 Y dijo Moisés: «Hoy habéis recibido la investidura como sacerdotes de Yahveh, cada uno a costa de vuestros hijos y vuestros hermanos, para que él os dé hoy la bendición.»29 Entonces Moisés dijo: «Reciban hoy la investidura sacerdotal de parte del Señor, uno a costa de su hijo, otro a costa de su hermano, y que él les de hoy una bendición».
30 Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: «Habéis cometido un gran pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahveh; acaso pueda obtener la expiación de vuestro pecado.»30 Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado».
31 Volvió Moisés donde Yahveh y dijo: «¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro.31 Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: «Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro.
32 Con todo, si te dignas perdonar su pecado..., y si no, bórrame del libro que has escrito.»32 ¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito».
33 Yahveh respondió a Moisés: Al que peque contra mí, le borraré yo de mi libro.33 El Señor le respondió: «Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí.
34 Ahora ve y conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí que mi ángel irá delante de ti, mas en el día de mi visita los castigaré yo por su pecado.»34 Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para castigarlos por su pecado».
35 Y Yahveh castigó al pueblo a causa del becerro fabricado por Aarón.35 Y el Señor castigó al pueblo por haber hecho el ternero, el que había fabricado Aarón.