Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

Ester 8


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BIBLIABIBLES DES PEUPLES
1 Aquel mismo día, el rey Asuero entregó a la reina Ester la hacienda de Amán, el enemigo de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, pues Ester le hizo saber lo que él había sido para ella.1 Ce jour même, le roi Assuérus donna à la reine Esther la maison d’Aman, l’ennemi des Juifs, et Mardochée vint se présenter devant le roi, car Esther avait révélé au roi ce qu’il était pour elle.
2 El rey se sacó el anillo que había mandado quitar a Amán y se lo entregó a Mardoqueo, a quien Ester encargó de la hacienda de Amán.2 Le roi enleva son anneau qu’il avait repris à Aman et le donna à Mardochée. Pour sa part, Esther confia à Mardochée la direction de la maison d’Aman.
3 Ester volvió a suplicar al rey, cayendo a sus pies, llorando y ganando su benevolencia, que anulara la maldad de Amán, el de Agag, y los proyectos que había concebido contra los judíos.3 De nouveau, Esther parla au roi, elle tomba à ses pieds, pleura et le supplia de faire échouer la méchante entreprise d’Aman, descendant d’Agag, et les projets qu’il avait formés contre les Juifs.
4 Extendió el rey el cetro de oro y tocó a Ester, que se puso en pie en presencia del rey.4 Le roi tendit à Esther son sceptre d’or; Esther se releva et resta debout devant le roi.
5 Dijo ella: «Si al rey le parece bien, y si he hallado gracia a sus ojos, si la petición le parece justa al rey y yo misma soy grata a sus ojos, que se escriba para revocar los decretos escritos por Amán, hijo de Hamdatá, de Agag, y maquinados para hacer perecer a los judíos de todas las provincias del rey.5 Elle lui dit: "Si le roi le juge bon, et si j’ai trouvé grâce à ses yeux, si cela paraît juste au roi et s’il a de l’amitié pour moi, qu’il écrive pour annuler les lettres écrites par Aman, fils de Hamdata, descendant d’Agag. Car il a écrit de mettre à mort tous les Juifs qui se trouvent dans les provinces du royaume.
6 Porque ¿cómo podré yo ver la desgracia que amenaza a mi pueblo y la ruina de mi gente?»6 Comment pourrais-je voir le malheur prêt à tomber sur mon peuple? Comment pourrais-je voir la destruction de ma race?”
7 El rey Asuero respondió a la reina Ester y al judío Mardoqueo: «Ya he dado a la reina Ester la hacienda de Amán, a quien he mandado colgar de la horca por haber alzado su mano contra los judíos.7 Le roi Assuérus répondit à la reine Esther et au Juif Mardochée: "J’ai donné à Esther la maison d’Aman et lui on l’a pendu pour s’en être pris aux Juifs.
8 Vosotros, por vuestra parte, escribid acerca de los judíos, en nombre del rey, lo que os parezca oportuno, y selladlo con el anillo del rey. Pues todo lo que se escribe en nombre del rey y se sella con su sello, es irrevocable».8 Écrivez donc vous-mêmes au sujet des Juifs, au nom du roi, comme vous le jugerez bon, et signez avec l’anneau royal, car une lettre écrite au nom du roi et signée avec l’anneau royal, ne peut être annulée.”
9 Fueron convocados al momento los secretarios del rey, en el mes tercero, que es el mes de Siván, el día veintitrés, y escribieron, según las órdenes de Mardoqueo, a los judíos, a los sátrapas, a los inspectores y a los jefes de todas las provincias, desde la India hasta Etiopía, a las 127 provincias, a cada provincia según su escritura y a cada pueblo según su lengua, y a los judíos según su lengua y escritura.9 On rassembla donc les secrétaires du roi le vingt-troisième jour du troisième mois (c’est le mois de Sivan) et l’on écrivit sous la dictée de Mardochée, aux Juifs, aux gouverneurs, aux fonctionnaires, aux responsables des provinces, depuis l’Inde jusqu’à l’Éthiopie. On écrivit aux 127 provinces, à chaque province selon son écriture, à chaque peuple selon sa langue, et aux Juifs selon leur écriture et leur langue.
10 Escribieron en nombre del rey Asuero y lo sellaron con el anillo del rey. Se enviaron las cartas por medio de correos, jinetes en caballos de las caballerizas reales.10 On écrivit au nom du roi Assuérus, on signa avec l’anneau royal et on confia les lettres à des cavaliers qui montaient des chevaux des écuries royales.
11 En las cartas concedía el rey que los judíos de todas las ciudades pudieran reunirse para defender sus vidas, para exterminar, matar y aniquilar a las gentes de todo pueblo o provincia que los atacaran con las armas, junto con sus hijos y sus mujeres, y para saquear sus bienes,11 Par ces lettres le roi autorisait les Juifs, dans chaque ville, à se rassembler et à défendre leurs vies. Ils pourraient massacrer, tuer et exterminer avec femmes et enfants, tous ceux qui les attaqueraient par les armes, dans quelque province que ce soit; et ils pillerait leurs biens.
12 y esto en un mismo día, en todas las provincias del rey Asuero, el trece del mes doce, que es el mes de Adar. (*Ester 8:12-a) He aquí el texto de la carta: (*Ester 8:12-b) «El gran rey Asuero, a los sátrapas de las 127 provincias comprendidas entre la India y Etiopía, y a todos nuestros fieles súbditos, salud: (*Ester 8:12-c) Hay muchos que, cuanto más abundantes favores reciben de sus bienhechores, tanto más se dejan arrastrar por el orgullo. Y no contentos con tramar la perdición de nuestros súbditos, e incapaces ya de poner límites a su insolencia, llegan a conspirar contra sus propios bienhechores; (*Ester 8:12-d) y no sólo hacen desaparecer la gratitud de entre los hombres, sino que, envanecidos con la jactancia de los que obran el mal, se imaginan que podrán escapar a la justicia de Dios, que odia toda maldad y a la que nada se oculta. (*Ester 8:12-e) Sucede con frecuencia, a muchos de los que detentan la autoridad, que, por haberse dejado influenciar por sus amigos, y haber dejado en sus manos la administración de los negocios, se han hecho cómplices de sangre inocente, y se han visto arrastrados a desgracias irremediables, (*Ester 8:12-f) pues con perversos razonamientos, nacidos de su maldad, consiguieron engañar la natural nobleza de sentimientos de las autoridades. (*Ester 8:12-g) Y no es necesario, para comprobar todo esto, acudir a las antiguas historias que acabamos de mencionar, sino que basta con observar lo que en nuestra misma presencia lleva a cabo la pestilente ralea de los que indignamente detentan el poder. (*Ester 8:12-h) En consecuencia, nos proponemos procurar, en lo sucesivo, paz y tranquilidad para todos los hombres de nuestro reino, (*Ester 8:12-i) haciendo los cambios oportunos y juzgando las cosas que se nos expongan con espíritu abierto y benevolente. (*Ester 8:12-k) Porque, en efecto, Amán, hijo de Hamdatá, macedonio y, a la verdad, extraño a la raza de los persas y muy alejado de nuestra benevolencia, fue recibido por nosotros como huésped (*Ester 8:12-l) y tratado con aquella humanidad que nosotros usamos con todos los pueblos, a tal punto que era públicamente llamado «nuestro padre» y había obtenido el segundo puesto en el reino; todos se postraban ante él; (*Ester 8:12-m) pero dominado por su orgullo, intentó arrebatarnos el poder y la vida. (*Ester 8:12-n) Comenzó pidiéndonos, con toda suerte de falaces argumentos, la muerte de Mardoqueo, nuestro salvador y bienhechor continuo, la de Ester, irreprochable compañera de nuestro reino, y la de todo su pueblo, (*Ester 8:12-o) para aislarnos por este medio y poder entregar a los macedonios el dominio de los persas. (*Ester 8:12-p) Pero nosotros hemos comprobado que los judíos, condenados al exterminio por aquel hombre tres veces criminal, no son malhechores, sino que se gobiernan por leyes enteramente justas; (*Ester 8:12-q) y que son hijos del Altísimo, del gran Dios vivo, que, para bien nuestro y de nuestros padres, mantiene el reino en el más floreciente estado. (*Ester 8:12-r) Haréis, pues, bien no teniendo en cuenta las cartas que os ha enviado Amán, hijo de Hamdatá, atendido que el autor de ellas ha sido colgado, con toda su familia, a las puertas de Susa: castigo merecido que, sin tardar, le ha enviado Dios, Señor universal. (*Ester 8:12-s) Poned una copia de esta carta en todo lugar público y dejad que los judíos se rijan libremente por sus leyes; prestadles ayuda para que puedan rechazar a cuantos les ataquen el día designado para su destrucción, es decir, el día trece del mes doce, el mes de Adar, (*Ester 8:12-t) porque el Dios, Señor universal, ha mudado en gozo el día destinado a la destrucción y al exterminio de la raza elegida. (*Ester 8:12-u) Cuanto a vosotros, judíos, celebraréis con toda suerte de regocijos este día insigne, como una de vuestras solemnidades, para que ahora y en el futuro sea salvación para vosotros y para los persas de buena voluntad; y a los que se conjuran contra vosotros les sirva de recuerdo de su ruina. (*Ester 8:12-v) Cualquier ciudad, o, en general, cualquier provincia que no se conformare a esto, será implacablemente aniquilada a lanza y fuego, y no sólo será inhabitable para los hombres, sino también odiosa por siempre para las bestias y las aves».12 Ce serait le même jour pour toutes les provinces du royaume d’Assuérus, le treizième jour du douzième mois (c’est le mois d’Adar). [1 Voici le texte de cette lettre: 2 "Le grand roi Assuérus salue les gouverneurs des 127 provinces qui s’étendent de l’Inde à l’Éthiopie, les fonctionnaires des provinces et tous ses fidèles sujets! 3 Beaucoup de gens se gonflent d’orgueil pour avoir été trop souvent comblés d’honneurs par l’extrême bonté de leurs bienfaiteurs; non contents de nuire à nos sujets, ils en viennent, avec une insolence effrénée, à comploter contre leurs propres bienfaiteurs. 4 Avec eux la reconnaissance disparaît du cœur humain; aveuglés par la folie propre à ceux qui n’ont aucun sens du bien, ils pensent échapper à la justice du Dieu qui observe toute chose, laquelle combat le mal. 5 C’est ainsi que trop souvent, ceux qui avaient été placés au pouvoir ont dû porter le poids du sang innocent et se sont vus mêlés à des affaires lamentables, pour avoir confié à des amis malhonnêtes l’administration des affaires. 6 Et ces amis avaient abusé par des discours perfides la générosité confiante des souverains. 7 “Il n’est pas nécessaire de retourner à l’histoire ancienne, il suffit de regarder ce qui se passe sous nos yeux, pour voir les crimes commis par la méchanceté de gens indignes du pouvoir. 8 Désormais, nous serons très attentifs à procurer à tous les habitants de notre royaume la tranquillité et la paix. 9 Nous ferons les changements nécessaires et nous jugerons avec indulgence et bienveillance tout ce qui remontera jusqu’à nous. 10 “Voici qu’Aman, fils de Hamdata, un Macédonien, un homme très étranger au sang des Perses, et plus étranger encore à notre bonté, avait reçu l’hospitalité au milieu de nous. 11 Il avait trouvé chez nous l’accueil que nous avons pour chaque peuple, au point que nous l’avions appelé notre père. Il était devenu le second personnage du royaume et tous se prosternaient devant lui. 12 Mais il a été incapable de freiner son orgueil et il a tout fait pour nous enlever le pouvoir et la vie. 13 Par toutes sortes de mensonges et de tromperies, il nous a réclamé la mort de Mardochée, celui qui nous avait sauvé la vie et qui n’avait cessé de nous faire du bien, - la mort aussi d’Esther, la compagne irréprochable de notre royauté, et la mort de leur peuple tout entier. 14 Il comptait par ces mesures nous priver de tout appui, et remettre aux Macédoniens l’empire des Perses. 15 “Alors que ce triple scélérat voulait exterminer les Juifs, pour notre part nous avons la preuve que ce ne sont pas des malfaiteurs, mais qu’ils vivent selon des lois très justes. 16 Ils sont les fils du Dieu vivant, très haut et très grand, lequel fait prospérer le royaume pour nous comme pour nos ancêtres. 17 “Vous ferez donc bien de ne pas tenir compte des lettres envoyées par Aman, fils de Hamdata, car leur auteur a été pendu avec toute sa famille aux portes de Suse. Le Dieu tout-puissant lui a infligé sans tarder le châtiment qu’il méritait. 18 Vous publierez ouvertement en tous lieux la copie de cette lettre, après quoi vous laisserez les Juifs pratiquer leurs coutumes. Au treizième jour du douzième mois, le mois d’Adar, vous les aiderez à mater ceux qui s’en sont pris à eux au temps de l’oppression. 19 Dieu, en effet, Maître de tout, a fait de ce jour prévu pour l’extermination de la race élue, un jour de fête pour eux. 20 C’est pourquoi vous aussi, parmi vos fêtes officielles, célébrez ce jour exceptionnel par des réjouissances de toutes sortes, demandant que vienne le salut, dès maintenant et dans l’avenir, pour nous et pour tous ceux qui aiment les Perses. Mais pour ceux qui nous cherchent du mal, ce jour sera le rappel de leur perte. 21 “La ville ou la province qui ne suivra pas ces instructions, sera brutalement dévastée par la lance et par le feu. Elle restera inhabitable pour les humains, mieux encore, les bêtes sauvages et les oiseaux la fuiront.”]
13 Una copia de este escrito debía ser publicada como ley en todas las provincias y promulgada en todos los pueblos; y los judíos debían estar preparados aquel día para vengarse de sus enemigos.13 Une copie de cette lettre devait être donnée dans chaque province et portée à la connaissance de tous les peuples; au jour dit, les Juifs se tiendraient prêts pour se venger de leurs ennemis.
14 Los correos salieron con celeridad y a toda prisa, empleando los caballos de las caballerizas reales, según la orden del rey; la ley también fue promulgada en la ciudadela de Susa.14 Les messagers à cheval de l’état partirent aussitôt pour exécuter sans retard l’ordre du roi. La loi fut publiée également dans la forteresse de Suse.
15 Cuanto a Mardoqueo, salió de la presencia del rey espléndidamente vestido de púrpura violeta y lino blanco, con una gran diadema de oro y manto de lino fino y púrpura; la ciudad de Susa se llenó de gozo y alegría.15 Mardochée sortit de chez le roi avec un vêtement royal violet et blanc, une grande couronne d’or et un manteau de lin et de pourpre, et dans la ville de Suse ce fut la fête et la joie.
16 Para los judíos todo fue esplendor, alegría, triunfo y gloria.16 Pour les Juifs, ce n’était que joie débordante, bonheur, fête et gloire.
17 En todas las provincias y ciudades, en los lugares en que se publicaba la orden y edicto del rey, hubo entre los judíos alegría triunfal, banquetes y días de fiesta. Y muchos habitantes del país se hicieron judíos, pues el temor a los judíos se había apoderado de ellos.17 À mesure que parvenaient, dans chaque province et dans chaque ville, l’ordre du roi et son décret, ce n’étaient pour les Juifs que joie, fête, banquets et festivités de toute sorte. Bien des gens parmi le peuple du pays se firent juifs, car ils avaient la crainte des Juifs.