Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Job 20


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Sofar de Naamá respondió, diciendo:1 Sofar de Naamat tomó la palabra y dijo:
2 Mis pensamientos me obligan a replicar, porque no puedo dominar mi excitación.2 Por esto mis pensamientos a replicar me incitan: por la impaciencia que me urge.
3 Tengo que oír reproches injuriosos, pero mi inteligencia me inspira una respuesta.3 Una lección que me ultraja he escuchado, mas el soplo de mi inteligencia me incita a responder.
4 ¿No sabes acaso que desde siempre, desde que el hombre fue puesto sobre la tierra,4 ¿No sabes tú que desde siempre, desde que el hombre en la tierra fue puesto,
5 el júbilo de los malvados acaba pronto y la alegría del impío dura sólo un instante?5 es breve la alegría del malvado, y de un instante el gozo del impío?
6 Aunque su altura se eleve hasta el cielo y llegue a tocar las nubes con la cabeza,6 Aunque su talla se alzara hasta los cielos y las nubes tocara su cabeza,
7 él perece para siempre, como sus excrementos, y sus conocidos preguntan: «¿Dónde está?».7 como un fantasma desaparece para siempre, los que le veían dicen: «¿Dónde está?»
8 Huye como un sueño, y nadie lo encuentra, desechado como una visión nocturna,8 Se vuela como un sueño inaprensible, se le ahuyenta igual que a una visión nocturna.
9 El ojo que lo miraba no lo ve más, el lugar que ocupaba lo pierde de vista.9 El ojo que le observaba ya no le ve más, ni le divisa el lugar donde estaba.
10 Sus hijos indemnizan a los que él empobreció y sus propias manos restituyen las riquezas10 A los pobres tendrán que indemnizar sus hijos, sus niños habrán de devolver sus bienes.
11 El vigor juvenil que llenaba sus huesos yace con él en el polvo.11 Sus huesos rebosaban de vigor juvenil: mas ya con él postrado está en el polvo.
12 El mal era dulce a su boca y él lo disimulaba bajo su lengua;12 Si el mal era dulce a su boca, si bajo su lengua lo albergaba,
13 lo saboreaba y no lo soltaba, lo retenía en medio de su paladar;13 si allí lo guardaba tenazmente y en medio del paladar lo retenía,
14 pero su comida se corrompe en las entrañas, es un veneno de víboras dentro de él.14 su alimento en sus entrañas se corrompe, en su interior se le hace hiel de áspid.
15 Tiene que vomitar las riquezas que tragó, Dios se las arranca de su vientre.15 Vomita las riquezas que engulló, Dios se las arranca de su vientre.
16 ¡El mamaba veneno de serpientes y lo mata la lengua de la víbora!16 Veneno de áspides chupaba: lengua de víbora le mata.
17 Ya no ve más los arroyos de aceite ni los torrentes de miel y leche cuajada.17 Ya no verá los arroyos de aceite, los torrentes de miel y de cuajada.
18 Devuelve las ganancias sin tragarlas, y no disfruta de lo que lucró con sus negocios,18 Devuelve su ganancia sin tragarla, no saborea el fruto de su negocio.
19 porque oprimió y dejó sin amparo a los pobres, y usurpó casas que no había edificado.19 Porque estrujó las chozas de los pobres, robó casas en vez de construirlas;
20 Su voracidad no conocía descanso y nada escapaba a sus deseos;20 porque su vientre se mostró insaciable, sus tesoros no le salvarán;
21 nadie se libraba de su avidez, por eso no dura su prosperidad.21 porque a su voracidad nada escapaba, por eso no dura su prosperidad.
22 En el colmo de la abundancia, lo asalta la angustia, le sobrevienen toda clase de desgracias.22 En plena abundancia la estrechez le sorprende, la desgracia, en tromba, cae sobre él.
23 Mientras él llena su vientre, Dios descarga el ardor de su ira y hace llover el fuego de su enojo sobre él.23 En el momento de llenar su vientre, suelta Dios contra él el ardor de su cólera y lanza sobre su carne una lluvia de saetas.
24 Si escapa del arma de hierro, lo traspasa el arco de bronce:24 Si del arma de hierro logra huir, el arco de bronce le traspasa.
25 la flecha le sale por la espalda, y la punta fulgurante por el hígado. Lo invaden los terrores,25 Sale una flecha por su espalda, una hoja fulgurante de su hígado. Los terrores se abalanzan sobre él,
26 todas las tinieblas están reservadas para él, lo consume un fuego que nadie atiza y que devora lo que aún queda de su carpa.26 total tiniebla aguarda a sus tesoros. Un fuego que nadie atiza le devora, y consume lo que en su tienda aún queda,
27 Los cielos revelan su iniquidad y la tierra se levanta contra él.27 Los cielos ponen su culpa al descubierto, y la tierra se alza contra él.
28 Un diluvio se lleva su casa, una correntada, en el día de la ira.28 La hacienda de su casa se derrama, como torrentes, en el día de la cólera.
29 Esta es la porción que Dios asigna al malvado, la herencia que le tiene destinada.29 Tal es la suerte que al malvado Dios reserva, la herencia de Dios para el maldito.