Scrutatio

Lunedi, 13 maggio 2024 - Beata Vergine Maria di Fatima ( Letture di oggi)

Salmos 44


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Poema.

1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Poema.

2 Oh Dios, nuestros padres nos contaron,

y por eso llegó a nuestros oídos,

la obra que hiciste antiguamente,

2 Oh Dios, nuestros padres nos contaron,

y por eso llegó a nuestros oídos,

la obra que hiciste antiguamente,

3 con tu propia mano, cuando ellos vivían.

Tú expulsaste a las naciones

para plantarlos a ellos;

y para hacerlos crecer,

destruiste a los pueblos.

3 con tu propia mano, cuando ellos vivían.

Tú expulsaste a las naciones

para plantarlos a ellos;

y para hacerlos crecer,

destruiste a los pueblos.

4 No ocuparon la tierra con su espada

ni su brazo les obtuvo la victoria:

fue tu mano derecha y tu brazo,

fue la luz de tu rostro, porque los amabas.

4 No ocuparon la tierra con su espada

ni su brazo les obtuvo la victoria:

fue tu mano derecha y tu brazo,

fue la luz de tu rostro, porque los amabas.

5 Eras tú, mi Rey y mi Dios,

el que decidía las victorias de Jacob:

5 Eras tú, mi Rey y mi Dios,

el que decidía las victorias de Jacob:

6 con tu auxilio embestimos al enemigo

y en tu Nombre aplastamos al agresor.

6 con tu auxilio embestimos al enemigo

y en tu Nombre aplastamos al agresor.

7 Porque yo no confiaba en mi arco

ni mi espada me dio la victoria:

7 Porque yo no confiaba en mi arco

ni mi espada me dio la victoria:

8 tú nos salvaste de nuestros enemigos

y confundiste a nuestros adversarios.

8 tú nos salvaste de nuestros enemigos

y confundiste a nuestros adversarios.

9 Dios ha sido siempre nuestro orgullo:

damos gracias a tu Nombre eternamente.

9 Dios ha sido siempre nuestro orgullo:

damos gracias a tu Nombre eternamente.

10 Pero ahora nos rechazaste y humillaste:

dejaste de salir con nuestro ejército,

10 Pero ahora nos rechazaste y humillaste:

dejaste de salir con nuestro ejército,

11 nos hiciste retroceder ante el enemigo

y nuestros adversarios nos saquearon.

11 nos hiciste retroceder ante el enemigo

y nuestros adversarios nos saquearon.

12 Nos entregaste como ovejas al matadero

y nos dispersaste entre las naciones;

12 Nos entregaste como ovejas al matadero

y nos dispersaste entre las naciones;

13 vendiste a tu pueblo por nada,

no sacaste gran provecho de su venta.

13 vendiste a tu pueblo por nada,

no sacaste gran provecho de su venta.

14 Nos expusiste a la burla de nuestros vecinos,

a la risa y al escarnio de los que nos rodean;

14 Nos expusiste a la burla de nuestros vecinos,

a la risa y al escarnio de los que nos rodean;

15 hiciste proverbial nuestra desgracia

y los pueblos nos hacen gestos de sarcasmo.

15 hiciste proverbial nuestra desgracia

y los pueblos nos hacen gestos de sarcasmo.

16 Mi oprobio está siempre ante mí

y mi rostro se cubre de vergüenza,

16 Mi oprobio está siempre ante mí

y mi rostro se cubre de vergüenza,

17 por los gritos de desprecio y los insultos,

por el enemigo sediento de venganza.

17 por los gritos de desprecio y los insultos,

por el enemigo sediento de venganza.

18 ¡Y todo esto nos ha sobrevenido

sin que nos hayamos olvidado de ti,

sin que hayamos traicionado tu alianza!

18 ¡Y todo esto nos ha sobrevenido

sin que nos hayamos olvidado de ti,

sin que hayamos traicionado tu alianza!

19 Nuestro corazón no se volvió atrás

ni nuestros pasos se desviaron de tu senda,

19 Nuestro corazón no se volvió atrás

ni nuestros pasos se desviaron de tu senda,

20 como para que nos aplastaras en un lugar desierto

y nos cubrieras de tinieblas.

20 como para que nos aplastaras en un lugar desierto

y nos cubrieras de tinieblas.

21 Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios

y recurrido a un dios extraño,

21 Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios

y recurrido a un dios extraño,

22 Dios lo habría advertido,

porque él conoce los secretos más profundos.

22 Dios lo habría advertido,

porque él conoce los secretos más profundos.

23 Por tu causa nos dan muerte sin cesar

y nos tratan como a ovejas que van al matadero.

23 Por tu causa nos dan muerte sin cesar

y nos tratan como a ovejas que van al matadero.

24 ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes?

¡Levántate, no nos rechaces para siempre!

24 ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes?

¡Levántate, no nos rechaces para siempre!

25 ¿Por qué ocultas tu rostro

y te olvidas de nuestra desgracia y opresión?

25 ¿Por qué ocultas tu rostro

y te olvidas de nuestra desgracia y opresión?

26 Estamos hundidos en el polvo,

nuestro cuerpo está pegado a la tierra.

26 Estamos hundidos en el polvo,

nuestro cuerpo está pegado a la tierra.

27 ¡Levántate, ven a socorrernos;

líbranos por tu misericordia!
27 ¡Levántate, ven a socorrernos;

líbranos por tu misericordia!