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Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

Apocalipsis de Juan 11


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Luego me fue dada una caña de medir parecida a una vara, diciéndome: «Levántate y mide el Santuario de Dios y el altar, y a los que adoran en él.1 Después recibí una vara para medir, semejante a un bastón, mientras me decían: «Levántate y mide el Templo de Dios, el altar y a los adoradores que encuentres allí.
2 El patio exterior del Santuario, déjalo aparte, no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, que pisotearán la Ciudad Santa 42 meses.2 No tengas en cuenta el atrio exterior del templo ni lo midas, porque ha sido entregado a los paganos, y ellos pisotearán la Ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
3 Pero haré que mis dos testigos profeticen durante 1260 días, cubiertos de sayal».3 Pero yo encargaré a mis dos testigos que profeticen durante mil doscientos sesenta días, vestidos con hábitos de penitencia.
4 Ellos son los dos olivos y los dos candeleros que están en pie delante del Señor de la tierra.4 Estos dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra.
5 Si alguien pretendiera hacerles mal, saldría fuego de su boca y devoraría a sus enemigos; si alguien pretendería hacerles mal, así tendría que morir.5 Si alguien quiere hacerles daño, saldrá un fuego de su boca que consumirá a sus enemigos: así perecerá el que se atreva a dañarlos.
6 Estos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva los días en que profeticen; tienen también poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y poder de herir la tierra con toda clase de plagas, todas las veces que quieran.6 Ellos tienen el poder de cerrar el cielo para impedir que llueva durante los días de su misión profética; y también, tienen poder para cambiar las aguas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plagas, todas las veces que quieran.
7 Pero cuando hayan terminado de dar testimonio, la Bestia que surja del Abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará.7 Y cuando hayan acabado de dar testimonio, la Bestia que surge del Abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará.
8 Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado.8 Sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran Ciudad –llamada simbólicamente Sodoma y también Egipto– allí mismo donde el Señor fue crucificado.
9 Y gentes de los pueblos, razas, lenguas y naciones, contemplarán sus cadáveres tres días y medio: no está permitido sepultar sus cadáveres.9 Estarán expuestos durante tres días y medio, a la vista de gente de todos los pueblos, familias, lenguas y naciones, y no se permitirá enterrarlos.
10 Los habitantes de la tierra se alegran y se regocijan por causa de ellos, y se intercambian regalos, porque estos dos profetas habían atormentado a los habitantes de la tierra.10 Los habitantes de la tierra se alegrarán y harán fiesta, y se intercambiarán regalos, porque estos dos profetas los habían atormentado».
11 Pero, pasados los tres días y medio, un aliento de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusireon de pie, y un gran espanto se apoderó de quienes los contemplaban.11 Pero después de estos tres días y medio, un soplo de vida de Dios entró en ellos y los hizo poner de pie, y un gran temor se apoderó de los espectadores.
12 Oí entonces una fuerte voz que les decía desde el cielo: «Subid acá». Y subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos.12 Entonces escucharon una voz potente que les decía desde el cielo: «Suban aquí». Y ellos subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos.
13 En aquella hora se produjo un violento terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y con el terremoto perecieron 7.000 personas. Los supervivientes, presa de espanto, dieron gloria al Dios del cielo.13 En ese momento se produjo un violento temblor de tierra que derrumbó la décima parte de la Ciudad, y el terremoto ocasionó la muerte de siete mil personas: los sobrevivientes quedaron atemorizados y alabaron al Dios del cielo.
14 El segundo ¡Ay! ha pasado. Mira que viene en seguida el tercero.14 La segunda calamidad ha pasado, pero sepan que la tercera está por llegar.
15 Tocó el séptimo Angel... Entonces sonaron en el cielo fuertes voces que decían: «Ha llegado el reinado sobre el mundo de nuestro Señor y de su Cristo; y reinará por los siglos de los siglos».15 Cuando el séptimo Angel tocó la trompeta, resonaron en el cielo unas voces potentes que decían: «El dominio del mundo ha pasado a manos de nuestro Señor y de su Mesías, y él reinará por los siglos de los siglos».
16 Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, se postraron rostro en tierra y adoraron a Dios diciendo:16 Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos, delante de Dios, se postraron para adorarlo, diciendo:
17 «Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, “Aquel que es y que era” porque has asumido tu inmenso poder para establecer tu reinado.17 «Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso –el que es y el que era– porque has ejercido tu inmenso poder y has establecido tu Reino.
18 Las naciones se habían encolerizado; pero ha llegado tu cólera y el tiempo de que los muertos sean juzgados, el tiempo de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra».18 Los paganos se habían enfurecido, pero llegó el tiempo de tu ira, así como también el momento de juzgar a los muertos y de recompensar a tus servidores, los profetas, y a los santos y a todos aquellos que temen tu Nombre –pequeños y grandes– y el momento de exterminar a los que corrompían la tierra».
19 Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos, y fragor, y truenos, y temblor de tierra y fuerte granizada.19 En ese momento se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza, y hubo rayos, voces, truenos y un temblor de tierra, y cayó una fuerte granizada.