Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

Jueces 4


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Cuando murió Ehúd los israelitas volvieron a hacer lo que desagradaba a Yahveh,1 Después que murió Ehúd, los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor,
2 y Yahveh los dejó a merced de Yabín, rey de Canaán, que reinaba en Jasor. El jefe de su ejército era Sísara, que habitaba en Jaróset Haggoyim.2 y él los entregó en manos de Iabín;, rey de Canaán, que reinaba en Jasor. El jefe de su ejército era Sísara, que vivía en Jaróset Ha Goím.
3 Entonces los israelitas clamaron a Yahveh. Porque Yabín tenía novecientos carros de hierro y había oprimido duramente a los israelitas durante veinte años.3 Los israelitas clamaron al Señor, porque Iabín tenía novecientos carros de hierro y había oprimido duramente a los israelitas durante veinte años.
4 En aquel tiempo, Débora, una profetisa, mujer de Lappidot, era juez en Israel.4 En aquel tiempo, juzgaba a Israel una profetisa llamada Débora, esposa de Lapidot.
5 Se sentaba bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraím; y los israelitas subían donde ella en busca de justicia.5 Ella se sentaba debajo de la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraím, y los israelitas acudían a ella para resolver sus litigios.
6 Esta mandó llamar a Baraq, hijo de Abinoam, de Quédes de Neftalí, y le dijo: «¿Acaso no te ordena esto Yahveh, Dios de Israel: “Vete, y en el monte Tabor recluta y toma contigo 10.000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón.6 Débora mandó llamar de Quédes de Neftalí a Barac, hijo de Abinóam, y le dijo: «El Señor, el Dios de Israel, te ordena lo siguiente: «Ve a reunir en el monte Tabor a diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón.
7 Yo atraeré hacia ti al torrente Quison a Sísara,jefe del ejército de Yabín, con sus carros y sus tropas, y los pondré en tus manos”?»7 Yo atraeré hacia ti, al torrente Quisón, a Sísara, Jefe del ejército de Iabín, con sus carros y sus tropas, y los pondré en tus manos».
8 Baraq le respondió: «Si vienes tú conmigo, voy. Pero si no vienes conmigo, no voy, porque no sé en qué día me dará la victoria el Angel de Yahveh».8 Barac le respondió: «Si tú vienes conmigo, iré; pero si no vienes, no iré».
9 «Iré contigo - dijo ella - sólo que entonces no será tuya la gloria del camino que emprendes, porque Yahveh entregará a Sísara en manos de una mujer». Débora se levantó y marchó con Baraq a Quédes.9 Ella le dijo: «Yo iré contigo; pero entonces la gloria de la campaña que vas a emprender no será para ti, porque el Señor pondrá a Sísara en manos de una mujer». Débora fue a Quédes junto con Barac,
10 Y Baraq convocó en Quédes a Zabulón y Neftalí. Subieron tras él 10.000 hombres y Débora subió con el.10 y él convocó en Quédes a Zabulón y a Neftalí. Lo siguieron diez mil hombres, y también Débora subió con él.
11 Jéber el quenita, se había separado de la tribu de Caín y del clan de los hijos de Jobab, el suegro de Moisés; había plantado su tienda cerca de la Encina de Saanannim, cerca de Quédes.11 Jéber, el quenita, se había separado de Caín, de los descendientes de Jobab, el suegro de Moisés, y había extendido su campamento hasta le encina de Saananím, cerca de Quédes.
12 Le comunicaron a Sísara que Baraq, hijo de Abinoam, había subido al monte Tabor.12 Cuando informaron a Sísara que Barac, hijo de Abinóam, había subido al monte Tabor,
13 Reunió Sísara todos sus carros, y todas las tropas que tenía y las llevó de Jaróset Haggoyim al Torrente de Quisón.13 aquel reunió todos sus carros de guerra –novecientos carros de hierro– y a toda la gente de que disponía, y los condujo desde Jaróset Ha Goím hasta el torrente de Quisón.
14 Débora dijo a Baraq: «Levántate, porque este es el día en que Yahveh ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No es cierto que Yahveh marcha delante de ti?» Baraq bajó del monte Tabor seguido de los 10.000 hombres.14 Débora dijo a Barac: «Levántate, porque ha llegado el día en que el Señor pondrá en tus manos a Sísara. El Señor va delante de ti». Entonces Barac bajó del monte Tabor, al frente de los diez mil hombres,
15 Yahveh sembró el panico en Sísara, en todos sus carros y en todo su ejército ante Baraq. Sísara bajó de su carro y huyó a pie.15 y el Señor hizo que Sísara, todos sus carros y todo su ejército huyeran despavoridos delante de Barac. Sísara se bajó de su carro de guerra y huyó a pie.
16 Baraq persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróset Haggoyim. Todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada: no quedó ni uno.16 Barac persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróset Ha Goím, y todo el ejército de Sísara cayó al filo de la espada. No quedó ni un solo sobreviviente.
17 Pero Sísara huyó a pie hacia la tienda de Yael, mujer de Jéber el quenita, porque reinaba la paz entre Yabín, rey de Jasor, y la casa de Jéber el quenita.17 Mientras tanto, Sísara huyó a pie hasta la carpa de Jael, la esposa de Jéber, el quenita, porque Iabín, rey de Jasor, y el clan de Jéber, el quenita, estaban en buenas relaciones.
18 Yael salió al encuentro de Sísara y le dijo: «Entra, señor mío, entra en mi casa. No temas». Y entró en su tienda y ella lo tapó con un cobertor.18 Jael le salió al encuentro y le dijo: «Ven, Señor mío, pasa por aquí. No temas». El entró en su carpa, y ella lo tapó con una manta.
19 El le dijo: «Por favor, dame de beber un poco de agua, porque tengo sed». Ella abrió el odre de la leche, le dio de beber y lo volvió a tapar.19 El le dijo: «Por favor, dame un poco de agua, porque tengo sed». Ella abrió un recipiente donde había leche y le dio a beber. Luego lo volvió a cubrir.
20 El le dijo; «Estáte a la entrada de la tienda y si alguno viene, te pregunta y te dice: “¿Hay alguien aquí?, respóndele que no».20 El le siguió diciendo: «Quédate a la entrada de la carpa, y si viene alguien y te pregunta: «¿Hay aquí algún hombre?, respóndele que no».
21 Pero Yael, mujer de Jéber, cogió una clavija de la tienda, tomó el martillo en su mano, se le acercó callando y le hincó la clavija en la sien hasta clavarla en tierra. El estaba profundamente dormido, agotado de cansancio; y murió.21 Pero Jael, la esposa de Jéber, sacó una estaca de la carpa, tomó en su mano un martillo y, acercándose a él sigilosamente, le clavó la estaca en la sien, hasta hundirla en la tierra. Sísara estaba profundamente dormido, agotado por el cansancio. Cuando ya estaba muerto,
22 Cuando llegó Baraq persiguiendo a Sísara, Yael salió a su encuentro y le dijo: «Ven, que te voy a mostrar al hombre que buscas». Entró donde ella, y Sísara yacía muerto con la clavija en la sien.22 llegó Barac, que venía persiguiendo a Sísara. Jael le salió al encuentro y le dijo: «Ven y te mostraré al hombre que buscas». El entró junto con ella, y vio a Sísara que yacía muerto, con la estaca clavada en la sien.
23 Así humilló Dios aquel día a Yabín, rey de Canaán, ante los israelitas.23 Así humilló Dios aquel día a Iabín, rey de Canaán, delante de los israelitas.
24 La mano de los israelitas fue haciéndose cada vez más pesada sobre Yabín, rey de Canaán, hasta que acabaron con Yabín, rey de Canaán.24 El dominio de los israelitas sobre Iabín, rey de Canaán, se fue haciendo cada vez más fuerte, hasta que lo exterminaron por completo.