Scrutatio

Giovedi, 2 maggio 2024 - Sant´ Atanasio ( Letture di oggi)

Jueces 18


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Por aquel tiempo no había rey en Israel. Por entonces la tribu de Dan buscaba un territorio donde habitar, pues hasta aquel día no le había tocado heredad entre las tribus de Israel.1 En aquel tiempo no había rey en Israel. Y por aquel entonces, la tribu de Dan buscaba un territorio donde establecerse, porque hasta ese momento no le había tocado ninguna herencia entre las tribus de Israel.
2 Los danitas enviaron a cinco hombres de su familia, hombres valientes de Sorá y Estaol, para recorrer el país y explorarlo. Y les dijeron: «Id a explorar esa tierra». Llegaron a la montaña de Efraím cerca de la casa de Miká, y pasaron allí la noche.2 Por eso los danitas enviaron a cinco hombres de sus clanes, hombres valientes de Sorá y Estaol, para recorrer y explorar el país. «Vayan a explorar el país», les dijeron. Los hombres llegaron a la montaña de Efraím, hasta la casa de Micá, y se quedaron allí a pasar la noche.
3 Como estaban cerca de la casa de Miká, reconocieron la voz del joven levita, y llegándose allá le dijeron: «¿Quién te ha traído por acá?, ¿qué haces en este lugar? ¿qué se te ha perdido aquí?»3 Como estaban cerca de la casa de Micá, reconocieron la voz del joven levita. Entonces se le acercaron y le dijeron: «¿Quién te ha traído por aquí? ¿Qué haces en este lugar? ¿Qué es lo que tienes aquí?».
4 El les respondió: «Esto y esto ha hecho por mí Miká. Me ha tomado a sueldo y soy su sacerdote».4 El les respondió: «Micá me ha tratado así y así; me ha tomado a sueldo y yo soy su sacerdote».
5 Le dijeron: «Consulta, pues, a Dios, para que sepamos si el viaje que estamos haciendo tendrá feliz término».5 Ellos le dijeron: «Consulta entonces a Dios, para que sepamos si este viaje llegará a feliz término».
6 Les respondió el sacerdote: «Id en paz; el viaje que hacéis está bajo la mirada de Yahveh».6 El sacerdote les respondió: «Vayan en paz, porque el viaje que han emprendido está bajo la mirada del Señor».
7 Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Vieron que las gentes que habitaban allí vivían seguras, según las costumbres de los sidonios, tranquilas y confiadas; que nada faltaba allí de cuanto produce la tierra, que estaban lejos de los sidonios y no tenían relaciones con los arameos.7 Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Allí vieron que la gente del lugar vivía segura, tranquila y confiada, a la manera de los sidonios; nadie infligía el menor agravio a la población, ejerciendo la autoridad despóticamente; además, estaban alejados de los sidonios y no dependían de nadie.
8 Volvieron entonces donde sus hermanos, a Sorá y Estaol, y éstos les preguntaron: «¿Qué noticias traéis?»8 Al regresar a Sorá y Estaol, donde estaban sus hermanos, estos les dijeron: «¿Qué noticias traen?».
9 Ellos repondieron: «¿Arriba!, vayamos contra ellos, porque hemos visto el país y es excelente. Pero ¿por qué estáis parados sin decir nada? No dudéis en partir para ir a conquistar aquella tierra.9 Subamos ahora mismo contra ellos, les respondieron, porque la región que acabamos de ver es excelente. ¿Por qué se quedan quietos? No duden ni un instante en ir a conquistar aquel país.
10 Cuando lleguéis, os encontraréis con un pueblo tranquilo. El país es espacioso: Dios lo ha puesto en nuestras manos; es un lugar en el que no falta nada de lo que puede haber sobre la tierra».10 Apenas lleguen, encontrarán gente tranquila y un terreno espacioso. Sí, Dios les ha puesto en las manos un país donde no falta nada de lo que puede haber sobre la tierra».
11 Partieron, pues, de allí, del clan de los danitas, de Sorá y Estaol, seiscientos hombres bien armados.11 Así partieron de Sorá y Estaol seiscientos hombres del clan de los danitas, cada uno equipado con armas de guerra.
12 Subieron y acamparon en Quiryat Yearim, en Judá. Por eso, todavía hoy, se llama aquel lugar el Campamento de Dan. Está detrás de Quiryat Yearim.12 Ellos subieron a acampar cerca de Quiriat Iearím, en Judá, y por eso aquel lugar, que se encuentra al oeste de Quiriat Iearím, se llama hasta el día de hoy «Campamento de Dan».
13 De allí pasaron a la montaña de Efraím y llegaron a la casa de Miká.13 De allí pasaron a la montaña de Efraím y llegaron a la casa de Micá.
14 Los cinco hombres que habían ido a recorrer la tierra, tomaron la palabra y dijeron a sus hermanos: «¿No sabéis que hay aquí en estas casas un efod, unos terafim, una imagen y un ídolo de metal fundido? Considerad, pues, lo que habéis de hacer».14 Entonces tomaron la palabra los cinco hombres que habían ido a explorar la región de Lais, y dijeron a sus hermanos: «¿Saben lo que hay en esas casas? Hay un efod, unos ídolos familiares y una estatua de metal fundido. Ahora vean lo que tienen que hacer».
15 Llegándose allá entraron en la casa del joven levita, la casa de Miká, y le dieron el saludo de paz.15 Ellos se acercaron hasta allí, entraron en la casa de Micá, donde estaba el joven levita, y lo saludaron.
16 Los seiscientos hombres danitas con sus armas de guerra estaban en el umbral de la puerta.16 Y mientras los seiscientos hombres armados se quedaban de guardia ante la puerta de entrada,
17 Los cinco hombres que habían ido a recorrer la tierra subieron, entraron dentro y cogieron la imagen, el efod, los terafim y el ídolo de fundición; entre tanto el sacerdote estaba en el umbral de la puerta con los seiscientos hombres armados.17 los cinco hombres que habían ido a explorar el país se introdujeron en la casa y tomaron la estatua de metal fundido, el efod y los ídolos familiares. Mientras tanto, el sacerdote permanecía de pie junto a la puerta de entrada, con los seiscientos hombres armados.
18 Aquéllos, pues, entrando en la casa de Miká, cogieron la imagen, el efod, los terafim y el ídolo de fundición. El sacerdote les dijo: «¿Qué estáis haciendo?»18 Al ver que habían entrado en la casa de Micá y habían tomado la estatua de metal fundido, el efod y los ídolos familiares, el sacerdote les dijo: «¿Qué están haciendo?».
19 «Calla - le contestaron - pon la mano en la boca y ven con nosotros. Serás para nosotros padre y sacerdote. ¿Prefieres ser sacerdote de la casa de un particular a ser sacerdote de una tribu y de un clan de Israel?»19 Pero ellos replicaron: «¡Silencio! No digas una sola palabra y acompáñanos: tú serás para nosotros un padre y un sacerdote. ¿Qué vale más para ti, ser sacerdote de la casa de un solo hombre o serlo de una tribu y un clan en Israel?»
20 Se alegró con ello el corazón del sacerdote, tomó el efod, los terafim y la imagen y se fue en medio de la tropa.20 El sacerdote se puso muy contento; tomó el efod, los ídolos familiares y la estatua, y se incorporó a la tropa.
21 Reemprendieron el camino colocando en la cabeza a las mujeres, los miños, los rebaños y los objetos preciosos.21 Así reanudaron la marcha y se fueron, luego de poner al frente a las mujeres, los niños, los rebaños y el equipaje.
22 Estaban ya lejos de la casa de Miká, cuando los hombres de las casas vecinas a la casa de Miká dieron la alarma y salieron en persecución de los danitas,22 Ya se habían alejado de la casa de Micá, cuando este y sus vecinos dieron la alarma y persiguieron de cerca a los danitas.
23 y les gritaron. Se volvieron éstos y dijeron a Miká: «¿Qué te pasa para gritar así?»23 Como les iban gritando detrás, los danitas se dieron vuelta y preguntaron a Micá: «¿Qué te pasa para gritar de esa manera?».
24 Respondió: «Me habéis quitado a mi dios, el que yo me había hecho, y a mi sacerdote. Vosotros os marcháis, y a mí ¿qué me queda? y encima me decís: ¿Qué te pasa?»24 El replicó: «Me quitan a mi dios, el que yo me hice, y se llevan a mi sacerdote; se van sin dejarme nada, ¡y encima me preguntan qué me pasa!».
25 Los danitas le contestaron: «Calla de una vez, no sea que algunos irritados caigan sobre vosotros y pierdas tu vida y la de tu casa».25 Pero los danitas respondieron: «¡No nos levantes la voz! De lo contrario, algunos hombres irascibles acometerán contra ustedes y entonces perderán la vida, tú y tu familia».
26 Los danitas siguieron su camino; y Miká, viendo que eran más fuertes, se volvió a su casa.26 Luego los danitas siguieron su camino, y Micá, viendo que eran más fuertes que él, dio la vuelta y se volvió a su casa.
27 Ellos tomaron el dios que Miká había fabricado y el sacerdote que tenía, y marcharon contra Lais, pueblo tranquilo y confiado. Pasaron a cuchillo a la población e incendiaron la ciudad.27 Los danitas, por su parte, tomaron lo que había hecho Micá, junto con el sacerdote que él tenía a su servicio, y avanzaron contra Lais, contra una población tranquila y confiada. La pasaron al filo de la espada y prendieron fuego a la ciudad.
28 Nadie vino en su ayuda, porque estaba lejos de Sidón y no tenía relaciones con los arameos. Estaba situada en el valle que se extiende hacia Bet Rejob. Reconstruyeron la ciudad, se establecieron en ella,28 No había nadie que pudiera librarla, porque estaba lejos de Sidón y no dependía de nadie. La ciudad se encontraba en el valle de Bet Rejob. Los danitas la reconstruyeron y se establecieron en ella.
29 y le pusieron el nombre de Dan, en recuerdo de su padre Dan, hijo de Israel. Aunque antiguamente la ciudad se llamaba Lais.29 Y le pusieron el nombre de Dan, que había nacido de Israel. Pero al principio la ciudad se llamaba Lais.
30 Los danitas erigieron para sí la imagen. Jonatán, hijo de Guersón, hijo de Moisés, y después sus hijos, fueron sacerdotes de la tribu de Dan hasta el día de la deportación del país.30 Los danitas erigieron la estatua, y Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Moisés, y sus hijos después de él, fueron los sacerdotes de la tribu de Dan, hasta el día en que fue deportada del país.
31 Se erigieron la imagen que había hecho Miká y allí permaneció mientras estuvo en Silo la casa de Dios.31 Ellos instalaron la estatua que había hecho Micá, y allí permaneció todo el tiempo que la Casa de Dios estuvo en Silo.