Scrutatio

Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

Malaquías 3


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y enseguida vendrá a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el Angel de la alianza, que vosotros deseáis, he aquí que viene, dice Yahveh Sebaot.1 Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Angel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos.
2 ¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca? Porque es él como fuego de fundidor y como lejía de lavandero.2 ¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién permanecerá de pie cuando aparezca? Porque él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los lavanderos.
3 Se sentará para fundir y purgar. Purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como el oro y la plata; y serán para Yahveh los que presentan la oblación en justicia.3 El se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia.
4 Entonces será grata a Yahveh la oblación de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño, como en los años antiguos.4 La ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años.
5 Yo me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo expeditivo contra los hechiceros y contra los adúlteros, contra los que juran con mentira, contra los que oprimen al jornalero, a la viuda y al huérfano, contra los que hacen agravio al forastero sin ningún temor de mí, dice Yahveh Sebaot.5 Yo me acercaré a ustedes para el juicio y atestiguaré decididamente contra los adivinos, los adúlteros y los perjuros, contra los que oprimen al asalariado, a la viuda y al huérfano, contra los que violan el derecho del extranjero, y no temen, dice el Señor de los ejércitos.
6 Que yo, Yahveh, no cambio, y vosotros, hijos de Jacob, no termináis nunca.6 Porque yo, el Señor, no he cambiado, ¡pero ustedes no dejan de ser hijos de Jacob!
7 Desde los días de vuestros padres venís apartándoos de mis preceptos y no los observáis. Volveos a mí y yo me volveré a vosotros, dice Yahveh Sebaot. - Decís: ¿En qué hemos de volver? -7 Desde la época de sus padres, ustedes se apartan de mis preceptos y nos observan. ¡Vuelvan a mí y yo me volveré a ustedes!, dice el Señor de los ejércitos. Ustedes dicen: «¿Cómo volveremos?».
8 ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Pues vosotros me defraudáis a mí! - Y aún decís: ¿En qué te hemos defraudado? - En el diezmo y en la ofrenda reservada.8 ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Sin embargo, ustedes me defraudan a mí! Ustedes dicen: «¿En qué te hemos defraudado?». En el diezmo y en los tributos.
9 De maldición estáis malditos, porque me defraudáis a mí vosotros, la nación entera.9 Sobre ustedes pesa una maldición, porque ustedes, la nación entera, me defraudan.
10 Llevad el diezmo íntegro a la casa del tesoro, para que haya alimento en mi Casa; y ponedme así a prueba, dice Yahveh Sebaot, a ver si no os abro las esclusas del cielo y no vacío sobre vosotros la bendición hasta que ya no quede,10 Lleven el diezmo íntegro a la casa del Tesoro, para que haya alimento en mi Casa. Sométanme a esta prueba, dice el Señor de los ejércitos, y verán si no les abro las compuertas del cielo y derramo para ustedes la bendición en abundancia.
11 y no ahuyento de vosotros al devorador, para que no os destruya el fruto del suelo y no se os quede estéril la viña en el campo, dice Yahveh Sebaot.11 Yo les espantaré la langosta, para que no destruya los frutos de la tierra y la viña no les quede estéril en el campo, dice el Señor de los ejércitos.
12 Todas las naciones os felicitarán entonces, porque seréis una tierra de delicias, dice Yahveh Sebaot.12 Todas las naciones los proclamarán felices, porque ustedes serán una tierra de delicias, dice el Señor de los ejércitos.
13 Duras me resultan vuestras palabras, dice Yahveh. - Y todavía decís: ¿Qué hemos dicho contra ti? -13 Ustedes hablan duramente contra mí, dice el Señor,
14 Habéis dicho: Cosa vana es servir a Dios; ¿qué ganamos con guardar su mandamiento o con andar en duelo ante Yahveh Sebaot?14 y todavía preguntan: «¿Qué hemos dicho contra ti?». Ustedes dicen: «Es inútil servir a Dios, ¿y qué ganamos con observar sus mandamientos o con andar enlutados delante del Señor de los ejércitos?
15 Más bien, llamamos felices a los arrogantes: aun haciendo el mal prosperan, y aun tentando a Dios escapan libres.15 Por eso llamamos felices a los arrogantes: ¡prosperan los que hacen el mal; desafían a Dios, y no les pasa nada!».
16 Entonces los que temen a Yahveh se hablaron unos a otros. Y puso atención Yahveh y oyó; y se escribió ante él un libro memorial en favor de los que temen a Yahveh y piensan en su Nombre.16 Entonces se hablaron unos a otros los que temen al Señor. El Señor prestó atención y escuchó: ante él se escribió un memorial, en favor de los que temen al Señor y respetan su Nombre.
17 Serán ellos para mí, dice Yahveh Sebaot, en el día que yo preparo, propiedad personal; y yo seré indulgente con ellos como es indulgente un padre con el hijo que le sirve.17 Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve.
18 Entonces vosotros volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre quien sirve a Dios y quien no le sirve.18 Ustedes volverán a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve.
19 Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno; todos los arrogantes y los que cometen impiedad serán como paja; y los consumirá el Día que viene, dice Yahveh Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama.19 Porque llega el Día, abrasador como un horno. Todos los arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama.
20 Pero para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el sol de justicia con la salud en sus rayos, y saldréis brincando como becerros bien cebados fuera del establo.20 Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos, y saldrán brincando como terneros bien alimentados.
21 Y pisotearéis a los impíos, porque serán ellos ceniza bajo la planta de vuestros pies, el día que yo preparo, dice Yahveh Sebaot.21 Ustedes pisotearán a los impíos, que serán ceniza bajo la planta de sus pies, en el Día que yo preparo, dice el Señor de los ejércitos.
22 Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien yo prescribí en el Horeb preceptos y normas para todo Israel.22 Acuérdense de la Ley de Moisés, mi servidor, a quien yo prescribí, en el Horeb, preceptos y leyes para todo Israel.
23 He aquí que yo os envío al profeta Elías antes que llegue el Día de Yahveh, grande y terrible.23 Yo les voy a enviar a Elías, el profeta, antes que llegue el Día del Señor, grande y terrible.
24 El hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; no sea que venga yo a herir la tierra de anatema.24 El hará volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres, para que yo no venga a castigar el país con el exterminio total.