Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Sofonías 2


font

1Reuníos, congregaos, gente sin vergüenza,2antes que seáis aventados como el tamo que en un día pasa, antes que caiga sobre vosotros el ardor de la cólera de Yahveh, (antes que caiga sobre vosotros el Día de la cólera de Yahveh).3Buscad a Yahveh, vosotros todos, humildes de la tierra, que cumplís sus normas; buscad la justicia, buscad la humildad; quizá encontréis cobijo el Día de la cólera de Yahveh.4Pues Gaza quedará en desamparo, y Ascalón en desolación, a Asdod se la expulsará en pleno mediodía, y Ecrón será arrancada de raíz.5¡Ay de los habitantes de la liga del mar, la nación de los kereteos! Palabra de Yahveh contra vosotros: «Canaán, tierra de los filisteos, te destruiré, te dejaré sin habitantes;6quedará la liga del mar convertida en pastizales, en pradera de pastores, en apriscos de ovejas».7Y será la liga del mar para el Resto de la casa de Judá: allí llevarán a pacer, en las casas de Ascalón reposarán a la tarde, cuando los visite Yahveh su Dios, y los vuelva de su cautiverio.8He oído los insultos de Moab y los denuestos de los hijos de Ammón, cuando insultaron a mi pueblo, y se engrandecieron a costa de su territorio.9Por eso, ¡por mi vida - oráculo de Yahveh Sebaot, Dios de Israel - que Moab quedará como Sodoma, y los habitantes de Ammón como Gomorra: cardizal, mina de sal, desolación para siempre! El Resto de mi pueblo los saqueará, lo que quede de mi nación los heredará.10Este será el precio de su orgullo, por haber insultado, por haberse engrandecido a costa del pueblo de Yahveh Sebaot.11Terrible será Yahveh contra ellos, cuando enerve a todos los dioses de la tierra, y se postren ante él, cada una en su lugar, todas las islas de las naciones.12También vosotros, etíopes: «Víctimas de mi espada serán ellos».13El extenderá su mano contra el norte, destruirá a Asur, y dejará a Nínive en desolación, árida como el desierto.14Se tumbarán en medio de ella los rebaños, toda suerte de animales: hasta el pelícano, hasta el erizo, pasarán la noche entre sus capiteles. El búho cantará en la ventana, y el cuervo en el umbral, porque el cedro fue arrancado.15Tal será la ciudad alegre que reposaba en seguridad, la que decía en su corazón: «¡Yo, y nadie más!» ¡Cómo ha quedado en desolación, en guarida de animales! Todo el que pasa junto a ella silba y menea su mano.