Scrutatio

Venerdi, 3 maggio 2024 - Santi Filippo e Giacomo ( Letture di oggi)

Jeremías 24


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Hízome ver Yahveh, y he aquí que había un par de cestos de higos presentados delante del Templo de Yahveh - esto era después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, hubo deportado de Jerusalén al rey de Judá, Jeconías, hijo de Yoyaquim, a los principales de Judá y a los herreros y cerrajeros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia -.1 El Señor me hizo ver dos canastas de higos, puestas delante del Templo del Señor. Esto sucedió después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó de Jerusalén a Jeconías, hijo de Joaquím, rey de Judá, así como también a los príncipes de Judá, a los artesanos y a los cerrajeros, y se los llevó a Babilonia.
2 Un cesto era de higos muy buenos, como los primerizos, y el otro de higos malos, tan malos que no se podían comer.2 Una canasta tenía higos muy malos, tan malos que no se los podía comer.
3 Y me dijo Yahveh: «¿Qué estás viendo Jeremías?» Dije: «Higos. Los higos buenos son muy buenos; y los higos malos, muy malos, que no se dejan comer de puro malos».3 El Señor me dijo: «¿Qué ves, Jeremías?». «Higos, respondí; los higos buenos son muy buenos; los higos malos son muy malos, tan malos que no se los puede comer».
4 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:4 Entonces la palabra del Señor me llegó en estos términos:
5 Así habla Yahveh, Dios de Israel: Como por estos higos buenos, así me interesaré en favor de los desterrados de Judá que yo eché de este lugar al país de los caldeos.5 Así habla el Señor, Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré yo para su bien a los deportados de Judá que envié de este lugar al país de los caldeos.
6 Pondré la vista en ellos para su bien, los devolveré a este país, los reconstruiré para no derrocarlos y los plantaré para no arrancarlos.6 Yo pondré mis ojos sobre ellos para su bien, y los haré volver a este país; los edificaré y no los demoleré, los plantaré y nos los arrancaré.
7 Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahveh, y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues volverán a mí con todo su corazón.7 Les daré un corazón para que me conozcan a mí, que soy el Señor ; ellos serán mi Pueblo y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.
8 Pero igual que a los higos malos, que no se pueden comer de malos - sí, así dice Yahveh -, así haré al rey Sedecías, a sus principales y al resto de Jerusalén: a los que quedaren en este país, y a los que están en el país de Egipto.8 Pero como a esos higos malos, que de tan malos no se los puede comer –sí, así habla el Señor– de esa misma manera, trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén, tanto a los que han quedado en este país como a los que habitan en el país de Egipto.
9 Haré de ellos el espantajo, una calamidad, de todos los reinos de la tierra; el oprobio y el ejemplo, la burla y la maldición por dondequiera que los empuje,9 Yo haré de ellos un objeto de terror para todos los reinos de la tierra, un objeto de escarnio, de sátira y de risa, y una maldición en todos los lugares adonde los expulsaré.
10 daré suelta entre ellos a la espada, al hambre y a la peste, hasta que sean acabados de sobre el solar que di a ellos y a sus padres.10 Enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que desaparezcan por completo del suelo que les di a ellos y a sus padres.